El fanzine El Papel de la Merienda en su número 7 entrevista una banda con nombre cuanto menos peculiar viniendo de alguien que reside en Catalunya, ¿ganas de provocar?... el nombrecito se las trae. De música ni hablamos porque no se detecta ninguna referencia ni nada registrado, a no ser que lo guarden en el desván de su casa.
III GUERRA MUNDIAL. No somos fachas.
Fanzine bilbotarra Lapo número 1, entrevista a la banda madrileña 3ª Guerra mundial y aseguran que no son fachas y se explican después de una polémica ocurrida en un concierto con Kortatu y Cikatriz, será porque en esa nueva formación no militaba el antiguo bajista que quizás, solo quizás, era un poco cerdo. Saquen sus propias conclusiones
GOING UNDERGROUND 26. Cuando los reinos caen y las dagas se oxidan.
La
escena de Philly había perdido el CE Center como garito principal
durante mi ausencia en Australia debido a que un chaval se partió el
cuello allí. Mientras tanto, el Kennel Club tomó el relevo,
convirtiéndose en el primer club de Philly en empezar a programar
hardcore regularmente. Un año de increíbles shows tuvo lugar allí
mientras yo estaba fuera. El siguiente garito DIY en la ciudad fue un
sótano bajo por la calle 43rd y Market llamado The Crypt. El lugar
era el sótano, literal, del apartamento de algunos punks y tenía
capacidad para unas 100 personas. Yo apenas podía estar de pie a
causa de las tuberías del techo que golpeaban mi cabeza. Parecía
ser parte de la tendencia de una reducción de personal en Philly,
con menos shows en grandes salas (‘vamos, vamos todos, está aquí,
bajo la gran carpa, Cirque D’Punk, monstruos humanos por cientos, 5
bandas para su construcción musical, den un paso al frente, no se
desilusionaran’) Solo a unas pocas manzanas estaba el Abe’s
Steaks, una tienda de bocadillos con agujeros en las paredes en West
Philly que había organizado conciertos en su estrecha sala trasera
durante un par de años.
‘Abe’s
Steak’ fue nuestro primer garito’, recuerda Rich Kaufmann de
Electric Love Muffin, ‘y era genial. Pequeño y angosto con un gran
escenario. La sala se llenaba rápidamente, y obligaba al público a
estar en movimiento. ¡Menuda trampa en caso de incendio!’
Aunque
tocar en sótanos y salas traseras no hizo que las bandas tuvieran
una vida más fácil, había un sentido agradable de comunidad en
ello. El punk siendo demasiado popular, como había sucedido en
California, no era una evidencia aquí. Lo mejor era la intimidad –
algunas increíbles bandas tocaron en el Crypt y la atmósfera
era todavía como si el punk se había inventado por tu bien y el de
tus amigos. Los Leaving Trains, una banda excepcional que siguió
cayendo entre las grietas de la escena punk/indie, fue una de las
primeras bandas que vi allí. La primera noticia que tuve de ellos
fue en el recopilatorio de Harley Keats Rides, el oscuro pero
increíble documento del no-hardcore de L.A. que incluía a las
primeras incubaciones de Meat Puppets, Gun Club, Human Hand y 100
Flowers. En esa época me gustaban Gun Club y otras bandas que
tomaban cosas del punk en su determinación de hacer algo original.
Amigos de los Urinals y The Last les ayudaban a montar conciertos en
West Hollywood, y la banda se vio asociada con los neo psicodélicos
Paisley Underground que incluían a Salvation Army – que se
convirtieron en Three O’clock – los Rain Parade y Dream
Syndicate.
Donde
esas bandas se dirigían hacía el pop, los Leaving Trains iban hacía
el punk y no había mucha psicodelia en la época en la que editaron
disco. Al igual que Gun Club, utilizaban algo de slide en las
guitarras y favoreció el uso de poca distorsión en sus canciones
más sucias. De hecho, el batería original de Gun Club Terry Graham
tocaba la batería en el primer álbum. Sin las conexiones que Gun
Club tenía, le llevó mucho tiempo a Leaving Trains conseguir a
alguien que quisiera sacarles un disco. Well Down Blue Highway
finalmente apareció como una edición Bemisbrain/Enigma en 1984. Se
convirtieron en unos más de la enorme lista de víctimas de Enigma,
pero afortunadamente siguió la tendencia contraria a la habitual –
ellos grabaron su primer disco con el sello, salieron con su espíritu
intacto y rápidamente se fueron al prestigioso sello indie de Greg
Ginn SST.
Su
siguiente álbum, Kill Tunes, se inclinó hacía una propuesta más
punk, aunque las canciones más lentas estaban todavía allí y las
composiciones eran igual de buenas o mejores. Falling James
‘Moreland’, su cantante/guitarrista, acreditó el cambio a ‘una
obstinada reacción al creciente revivalismo en la escena psicodélica
de L.A.’ La portada de Saints’ Private Affair solo era un
comentario igual de apropiado sobre el punk americano en mitad de los
80 como lo había sido en Australia cerca de 1978 – ahora
piensas que tienes una primera vez en la moda/ nuevos uniformes para
que todos parezcamos iguales/ una nueva moda para la nueva
generación/ un beneficio nuevo en el mismo viejo juego/ tenemos
nuevos pensamientos, nuevas ideas, todo es muy maravilloso/ solo es
una pena que tengamos que ver las mismas viejas películas.
Jack
Rabid, editor de The Big Takeover, hizo 2 semanas de conciertos con
Leaving Trains como batería de emergencia en agosto de 1986, y
contaba una historia cómica de Falling James en un concierto en
Detroit.
‘Me
uní 5 días antes de pasarme a ver a la banda en el Maxwell en
Hoboken y acabé tocando con la banda esa misma noche, James era un
chalado y el batería y él se habían liado a ostias en el club 9:30
de DC la noche anterior, y el batería renunció en el acto. Supongo
que ese fue mi momento lo-fi, donde yo dije, ‘no canceles. Puedo
hacerlo. Conozco vuestras canciones. Dejarme tocar’
Leaving
Trains y Dinosaur Jr. Abrieron para Sonic Youth, y Rabid dijo que
Moreland estaba aterrorizado ante la perspectiva de lo que tenía que
cumplir.
‘Estábamos
completamente intimidados por tocar entre esas dos bandas. Quiero
decir, ¡piénsalo! James estaba tan intimidado que se bebió una
botella entera de Jack Daniels antes de salir. Y después de 7
canciones, decidió que sonaba fatal y nos salimos del escenario.
Eric y yo nos quedamos aturdidos, ‘¿Dónde se ha ido?’ Eso raro,
un rato raro. Yo ni siquiera estaba en la banda, aunque todos
empezamos a sentirnos como si lo estuviera’
El
resto de la noche fue un intento frustrante de meter a James en la
furgo y así poder llegar a su próximo concierto en Chicago la noche
siguiente.
‘Él
estaba muy borracho, ponía piedras en sus bolsillos del pecho y las
arrojaba a las casas a las 3 de la mañana en uno de los peores
barrios de la américa urbana, donde estaba el club, y decía ‘el
presidente Reagan no sabe nada de Detroit’ y que no se iba a ir
porque el presidente Reagan no sabía nada de Detroit’
El
título del estelar álbum de Leaving Trains de 1987, Fuck, pareció
ser un caso de premonición sobre el papel de Moreland. Se vería a
si mismo usando la palabra en 1989/90 después de casarse con
Courtney Love, un matrimonio que ocurrió una semana después de
conocerse en un club de Hollywood. Vivieron juntos 8 meses, y se
divorciaron a los 2 años, tiempo en el que Moreland obtuvo una
visión personal horrible de la bestia que se iba a desatar ante el
público americano.
Llegó
el año 1988 y todavía no había visto un show en DC, así que en
los siguientes 2 años traté de compensar los que me había perdido.
Por rumores escuché que Marginal Man iban a hacer su concierto de
despedida en el 9:30 Club, y tomé la determinación de pasarme por
allí. No pude convencer a ninguno de mis amigos, así que la única
opción que tuve fue montarme en mi Yamaha de dos tiempos en la I-95
para hacer las 150 millas. El problema de esta elección era que
nunca había hecho en mi RD350 más de 40 millas del tirón, no era
una moto adecuada para autopistas. Nunca conduje mucho de noche y era
invierno con tiempo frio. Mereció la pena por el canto del cisne de
Marginal Man. Esperé hasta las 8 de la tarde y me acerqué al 9:30
Club a eso de las 11 pm. El primer show estaba sold out y me lo
perdí, pero por un golpe de suerte el club añadió otro show.
De
una vez por todas, los conciertos de despedida eran algo raro, ya que
la mayoría de las bandas se separaban amarga o abruptamente sin
mutuo acuerdo. Marginal Man decidieron que habían tenido una buena
carrera desde el 83 y que era hora de dejarlo todo mientras todavía
estaban en todo lo alto. Hay que reconocer que fue una decisión
definitiva. La siguiente década pasó a ser la de los años del
refrito, donde todas las bandas del mundo se reunían para sacar
provecho del punk convertido en mainstream o solo por la misma
miserable razón por la que despreciamos a los hippies, la nostalgia.
Las reuniones, ocasionalmente, tenían sentido, como TSOL, ya que
estaban grabando nuevo material con la formación original y la
reputación de la banda estaba terriblemente extraviada. Aunque, en
mayor medida, cada banda que se abstenía de la nostalgia ganaba de
golpe un estatus extra a mis ojos. Marginal Man fue la única de las
bandas de DC que duraron 5 años sin cambios de formación, y los
miembros encajaban perfectamente y no podías imaginarlos de otro
modo. Al principio de su carrera, en 1984, especularon con su futuro
y explicaban su unión en Flipside.
‘Esta
banda se había vuelto tan implicada que todos actuábamos como una
unidad’ decía el batería Mike Manos, ‘y la forma en la que yo
lo veía, si cualquier miembro de esta formación cambiaba, no
podíamos hacerlo. Es más que una banda, es todo emoción. Esa gente
es mi público, hablo con esas personas más de lo que lo hago con mi
novia’
‘Haremos
esta banda hasta que pierda significado’, decía el cantante Steve
Polcari. ‘Después solo te agarras a un clavo ardiendo, tan pronto
como las canciones no tengan significado. O si solo no sentimos lo
mismo, nos saldremos. ¿Es cuando lo dejaremos todo?’
Fiel
a la forma, ellos solo hacían eso. A juzgar por las canciones de su
último LP, el sentimiento se había acabado, ya que es una mezcla
confusa de canciones mostrando a la banda desgarrarse en diferentes
direcciones musicales. El show final mostró cuan irracional había
sido el prejuicio contra ellos entre cierta parte de la escena de DC
con actitud con ellos o contra nosotros.
‘No
pudimos conseguir un concierto en el 9:30 Club en 2 años’ decía
el guitarrista Kenny Inouye, ‘y luego, cuando llego el momento de
hacer el último concierto, una persona diferente había tomado el
control de la contratación. Le dijimos, ‘mira, vamos a hacer
nuestro último show y nos gustaría hacerlo en el 9:30 porque allí
hicimos el primero, siempre hicimos buenos conciertos aquí,
completar el círculo y todo eso’, y respondieron OK. Nos dieron un
jueves o viernes noche, se contrató el show y nos informaron que se
estaban vendiendo entradas. Vieron que se estaban vendiendo rápido,
así que la mujer dijo, ‘sabéis, apuesto a que podríamos hacer
otro show y que lo venderíamos todo’ Y así fue, los 2 se
llenaron. Y aquí estábamos, nos habían contado durante 2 años que
no atraeríamos suficiente gente para tocar aquí y ahora íbamos a
hacer 2 shows en una noche. En cierto sentido, es como una
reivindicación’
Según
progreso la forma de tocar de Inouye, la banda le dio un poco más de
fuerza a su segundo disco, Double Image, En directo, eran impecables.
La característica melódica todavía estaba allí, reforzada por un
sonido distorsionado más fuerte en la rítmica. Steve Polcari
cantaba con una intensidad febril y el guitarrista larguirucho Peter
Murray se ahogaba en emoción en las canciones en las que cantaba.
Las canciones que él escribió eran de tal naturaleza dolorosa que
incluso tenía problemas para pasar por ellas. El dejo la guitarra
para cantar Double Image y la potencia era abrumadora.
El
momento más emocional del show llegó cuando Murray presentó Friend
hablando de un amigo que había intentado suicidarse. Había podio
salvarle a su amigo, e instar a cualquiera que hiciesen todo lo
posible para ayudar a un amigo para ver una razón para vivir. En
medio de la charla – la cual fue un poco extensa e inconexa – se
emocionó tanto que tuvo que parar, y dijo ‘pero estoy divagando,
debería callar’ En la mayoría de las ciudades, los cínicos punks
habrían gritado ‘si, cállate y toca’ En vez de eso, un coro de
voces sentidas en frente del público gritó con coraje, ‘no,
continua’ Esa era la naturaleza emo de DC (‘eso fue antes de que
hubiera shows hablados como Jenny Jones’, bromeaba Inouye)
La
madre de Murray era de Alemania, y paso allí mucho tiempo. Un buen
amigo en Alemania se suicidó de una forma muy visible, colgándose
de un poste telefónico. Le causó una fuerte impresión, y tomo la
determinación de no permitir que vuelva a suceder. Esa era la
historia detrás de Friend, y porque él siempre se emocionaba con
ello. De principio a fin, cada canción estaba llena de mucho más
sentimiento que el alto nivel normal de Marginal Man. El intenso
vinculo que tenía el público con la banda y el hecho de que era su
último concierto se sumaba a la atmósfera.
‘Ese
fue el rollo que fue realmente gratificante en ese show’, recuerda
Inouye, ‘darte cuenta de que tú realmente conectaste con esa
gente. La avalancha de toda esa combinación de sensaciones y
sentimientos. La mayoría de las bandas de esta ciudad se habían
separado diciendo solamente ‘joderos’ y basta. Los Faith fueron
la única banda que recuerdo que hicieron un show de despedida’
Yo
tenía un amigo de Lawrence, Kansas cuya madre y hermana pequeña se
habían mudado a los suburbios de DC a las afueras de Virginia. Ya
que yo no tenía un lugar donde quedarme, desperté a su madre con
una llamada telefónica antes de empezar el show. Aunque no era algo
de lo que me sentía muy optimista, le pregunté si podía ir a
dormir a las 3 de la mañana y ella asintió con cansancio.
Desde
el año anterior, la única descripción que mi amigo me había dado
de su hermana de 16 años Patty era la de un demonio que tenía un
corazón puramente diabólico y que tenía el mal hábito de abrir
las puertas en bragas. ¿Quién no querría encontrársela? Me habían
confiado a Patty durante un día para enseñarle Philadelphia unos
meses antes y me sorprendí
por lo fantásticamente lista e inteligente que era para su edad. Me
despertó la mañana siguiente del show de Marginal Man antes de ir a
la escuela llevando solo una camiseta grande con un murciélago de
Agent Orange y excitada por encontrarme allí en su casa. Aunque 1988
se supone que era el cenit del punk rock según algunos, pienso que
fui testigo de más entusiasmo punk sincero en esas 8 horas en DC que
otras veces que pueda recordar.
Los
adolescentes mayores no eran tan habituales en bandas punk – Red
Cross, Bad Religion, Heart Attack, Replacements – y Kansas tenía
su parte. De la escena de Lawrence hasta 1985, Mortal Micronotz,
grabaron cuando sus miembros estaban en 10º y 11º curso. Aunque
Mortal Micronotz empezaron en Lawrence a finales de 1980 como la
banda punk por excelencia inmadura de instituto, estaban rodeados de
una gran cantidad de influencias antiguas e interesantes. Las
leyendas Indie de Kansas The Embarrassment dieron a Micronotz su
primera oportunidad, y la revista Talk Talk les metio en su primera
K7 recopilatoria, Fresh Sounds from Middle America. La cinta fue
reseñada por la revista New York Rocker, lo cual ayudo a poner la
escena de Lawrence en el mapa.‘He
visto el futuro del R&R y está en… Lawrence, Kansas’
escribió la revista. ‘Y Lincoln, Nebraska; Austin, Texas; Natchez,
Mississipi… La ley de la tierra: Tiene 8 cortes. En el pasado (o
sea, punk-77) esto era una idea teórica; la mayoría de los artistas
terminaban regresando a los jefes corporativos y el confort que ellos
tenían que ofrecer. Lo que parece bastante revolucionario sobre las
legiones de bandas nuevas es que realmente no les importaba una
mierda nada de Warner o CBS. Desde su horroroso nombre hasta su
horrible hardcore de velocidad media inentendible, los Mortal
Micronotz eran puro R&R. Esos chavales crecieron adorando a
Johnny Ramone y a Sid Vicious, lo que significaba que un cambio de
acorde es suficiente y muchas veces demasiado. Police Song y Blonde
Haired Ghost son diversión maravillosa y sucia, pero Subterfuge es
un clásico. From es imposible de cantar, el acompañamiento
improvisado de Si a Do # a lo Alice Cooper/Doors, la canción y los
intentos tempestuosos de sonar misteriosos son descarados, cercanos a
la liturgia. Y mientras este tipo de honestidad – no, fe – sea
invertida en el rock, su futuro parece seguro’
Según
Lawrence se convirtió en una parada en las giras para cada banda
grande hardcore en el país, los Micronotz se aseguraron un espacio
para abrir el cartel en cada concierto. Esto ayudo a darles un poco
de exposición a la gente que previamente habían escuchado leves
rumores. Por otro lado, ellos disfrutaban de su aislamiento.‘
las influencias que se reunían en esta zona eran muy de segunda
mano’, decía el guitarrista Dave Dale en 1983 en referencia a la
región granero, ‘y así las cosas eran peculiares’Una
influencia improbable de Micronotz llegó como resultado de la visita
de William S. Burroughs a la ciudad en 1979 con su amigo cercano y
secretario James Grauerholz. Burroughs hizo de la ciudad su segundo
hogar, y pasaba parte del año en Lawrence. En 1981 pasó un par de
meses terminando allí su novela Place of Dead Roads, y fue
entrevistado por Bill Rich. Alguno de sus comentarios parecía pura
actitud punk, cuando le preguntaban si le preocupaba el odio hacia
él.‘Creo
que siempre es un error dar marcha atrás. Tengo un montón de
críticas desagradables. Aunque también la tengo buenas. Tengo a
mucha gente enojada. Es completamente anti-cristiano y el siguiente
libro será incluso más anti-cristiano y llegará a América,
anti-protestante.
Bueno, ¿puedo esconderme ahora? No, no, en vez de eso me voy a una
gira por Red Night. Como dijo Napoleón, ‘Cobardía y más cobardía
y más cobardía es la secuencia del éxito – nunca te retiras’.
Pero sabes que lo estas poniendo en la línea’
James
Grauerholz había sido parte de la escena punk neoyorquina de los 70,
viviendo pegado al CBGB’s, así que a pesar de carecer de
experiencia en la producción le preguntaron si quería producir el
primer disco de Micronotz. El resultado fue apropiado para el estilo
de Micronotz de esa época, un sonido garaje punk hiper entusiasta.
Según puso el fanzine Matter en 1983:
‘Estos
4 adolescentes de Lawrence, Kansas (oh no… los nativos la están
liando por los campos de trigo de nuevo) están demasiado reprimidos
y nerviosos como para que les importe una mierda conceptos como
‘groovy’ o ‘sutileza’ En vez de eso, solo hacen un montón de
ruido ayudando a confirmar la máxima del fallecido Lester Bangs de
que ‘el R&R en su esencia, solo es un montón de mierda
delirante… su intrínseca inutilidad, la fuente no del todo
paradójica de su vitalidad’ En otras palabras, son muy excitantes’
A
través de Grauerholz, Burroughs se interesó en Mortal Micronotz y
empezaron a pasar más tiempo juntos. Burroughs les escribió una
canción, Old Lady Sloan, que fue el primer corte de la cara 2 de su
disco debut. La canción iba sobre una mujer mayor que se come a sus
hijos. No es una obra maestra de poesía, pero, por otro lado, las
letras encajan bien con las otras canciones.
‘Oh
Lady Sloan, le gusta su comida/eructa bebes como una vieja cerda
feliz…/Old Lady Sloan, baba crujiente, ¡Guau!’
En
verano de 1983, la banda hizo su primera gira real, viajando a través
del medio oeste durante 2 semanas. Los padres de Steve Eddy, el
batería, le ofrecieron comprar un coche nuevo si abandonaba la
banda, pero rechazó la oferta. Tocaron en Tulsa, Denver,
Minneapolis, Chicago, Milwaukee, Cleveland, Ann Arbor, Columbus,
Lexington y Louisville antes de regresar a Lawrence.
En Arbor pasaron un poco de vergüenza – después de tocar una de
su más fallida versión de I Got A Right de Stooges – descubrieron
que Ron Asheton de los Stooges estaba entre el público. Llegaron a
ver a colegas descarados más jóvenes como los Replacements tocar en
Ann Arbor, y abrieron para ellos en Cleveland. Las 2 bandas habían
tocado juntas en Lawrence en 1982, y la increíble energía de un
Tommy Stinson de 16 años tuvo un gran impacto sobre el guitarrista
John Harper.
En
el siguiente año hicieron un Ep llamado Smash y el 7” Video
Soundtrack, pero después el cantante Dean Lubensky recibió una
oferta para ir a la escuela de arte de Cooper Union. La banda
consiguió un nuevo cantante y se forjó, pero al contrario que
Replacements, perdieron su primer crudo encanto y el camino de ser
buenos compositores. Sin embargo, los Micronotz ayudaron a lanzar el
garito que sostendría la escena de Lawrence durante el resto de los
80, el Outhouse. Un fotógrafo local, Phil Heying, alquiló el
edificio pegado a una tienda de Harleys y montó el primer show en
1985. Estaba a un lado de la ciudad, rodeado de campos de maíz,
rodeado de un estacionamiento embarrado que a menudo se abarrotaba.
Los Micronotz limpiaron el exterior del edificio, lo pintaron,
construyeron un escenario, después de lo cual el jefe de su sello
discográfico, Bill Rich de Fresh Sounds, les junto con la emisora
universitaria KJHK y empezó a montar conciertos para todas las
edades.
‘Cuando
el movimiento punk golpeó, nos quedamos atrapados del todo en él’
le contaba Rich a Lawrence.com en 2003. ‘Fue un alivio por lo
aburrida que se había vuelto la música. Todo mi foco cambió hacía
el punk rock’
Era
un mundo nuevo DIY. No necesitábamos el apoyo del sistema en nada de
lo que hacíamos – hacer giras, vender discos, salir en la radio’
Mi
amiga Patty Jenkins, la niña diabólica de la que era amigo en 1988,
fue destetada en conciertos en el Outhouse y siguió 5 años más
tarde los pasos de Dean Lubensky al asistir al Cooper Union. Aunque
era una pintora con mucho talento, cuando la vi al final de su primer
año en el Cooper en 1990 estaba sufriendo el problema común de que
la escuela de arte había destruido el amor de su talento primario.
Se intereso más en las películas, asistiendo más tarde al
Instituto American Film y en 2003, escribió y dirigió Monster, la
película sobre la asesina en serie Aileen Wuornos que llevó a
Charlize Theron a conseguir un premio de la academia. Aunque le perdí
la pista a Patty después de 1990, cuando la vi en los créditos de
Monster, recordé la explosiva adolescente que conocí que sostenía
que Mommy Little’s Monster de Social Distortion era su canción
favorita. Me recordó también alguna de sus historias de
autoestopista. No me sorprendió que Jenkins se interesase en Wuornos
y que empezase una correspondencia que terminó en la película.
Jason
Willis, que toca ahora en la banda punk de Tucson Knockout Pills, fue
también parte de la joven crew de Lawrence que creció con los shows
del Outhouse:
‘Mientras
que era obvio lo deficiente en cuanto al ideal acústico’, recuerda
Willis, ‘era perfecto en cuanto a aislamiento y no dar problemas –
un rollo en el que podías salirte con la tuya ya que se veía fuera
de lugar de la jurisdicción normal de la ciudad. En los mejores
momentos era como una fiesta en una casa, la cual es mi forma
favorita para ver bandas. Estuve en el primer show que se llevó a
cabo allí, que fue en la última semana d agosto del 86, así que
tenía que tener 16 años. Un amigo llamado Gil era el batería de
una banda llamada Exploding Rodents, y tocaron con Invisible Order y
Brompton’s Cocktail o Near Death Experience, he olvidado con quien.
Me dieron instrucciones para llegar, pero sin nombre ni nada de eso.
De todos modos, en ese primer show yo tenía un flyer para el
siguiente show, que sería una o dos semanas después y que le
llamaban ‘Past the Pavement Hall’. Unas semanas después, la
emisora universitaria KJHK se involucró: contrató unos pocos shows
y lo llamaron ‘Outhouse’ De alguna manera rápidamente acabé
haciendo la mayoría de los primeros flyers de los shows que
Rich/Redline hicieron allí, y usábamos los 2 nombres, pero fue
Outhouse el que se quedó’
‘Para
una ciudad sin un garito habitual, había mucha gente en este tipo de
música en Lawrence en esa época. Había habido más bares y fiestas
caseras anteriormente, pero al menos en el último año y medio no
había un lugar real para bandas pequeñas donde poder tocar. En
Kansas City desde los años 83/85 había habido 2 lugares habituales
(para todas las edades) a los que yo iba a ver grupos – el
Foolkileer y el VFW Hall #18. En retrospectiva, era sorprendentemente
guay para mis padres dejarme ir a esos shows los fines de semana por
la noche cuando estaba a una hora y media conduciendo. Creo que era
porque yo hacía mi pequeño fanzine mierdoso a la vez que veían
todo el correo y discos para hacer artículos que conseguía y podían
ver lo mucho que significaba para mí. Pero tener un garito habitual
en Lawrence facilitó la asistencia y una cantidad de nuevas bandas
emergieron. Otra cosa guay fue los chavales de instituto que
empezaron a aparecer. Por mucho tiempo, yo había sido el chaval más
joven de todos esos shows punk, pero una vez que el Outhouse irrumpió
yo empecé a encontrar más y más chavales de mi propia edad en los
shows, viniendo del instituto de Lawrence, el único de la ciudad.
Estoy seguro de que el hecho de poder ir y liarla con pocas
posibilidades de ser arrestado era tanto o más atractiva que la
música, pero a la vez podías empezar a ver bandas montadas por
chavales de 16 o 17 años que probablemente progresarían más rápido
de lo que harían de otra forma, ya que sabían que podían conseguir
un show y tocar delante de una audiencia real y habitualmente
energética.
‘El
punk rock llenaba mucho mi vida en esa época – era todo lo que yo
escuchaba, y realmente me guio hacía las opciones que tampoco había
estado tomando o que iba a tomar en los siguientes años. Mi primer
trabajo fue en una buena tienda de discos que había en la ciudad en
esa época, aprendí por mí mismo diseño gráfico y algo de
autoedición por hacer flyers y mi fanzine, y creo que muchos de mi
circulo social o estaban ya interesados en algún elemento del punk o
de la cultura underground, o los amigos anteriores que había atraído
por mi entusiasmo en está basura. Así que para cuando el Outhouse
empezó a rodar yo ya había estado sólidamente agarrado a este
material desde hacía 4 años, y en esencia me sentía como si
hubiese encontrado mi sitio o tribu o como demonios quieras llamarlo’
‘También
diré
que tener un lugar habitual abierto en mi pequeña ciudad a la vez
que conseguí mi carné de conducir y conocí a mi primera novia y
todo ese tipo de rollo probablemente ayudó a convertirlo en un
epicentro muy confortable y significante para mí. También, que
desde que yo estaba haciendo la mayoría de los flyers y trabajar con
Bill significaba que entraba a un 90% de los shows gratis, lo cual
ayudaba. Sabes, era tan entusiasta con este material – me gustaban
la mayoría de los que iban y la mayoría de la música que tocaban…
mientras que en su conjunto era menos excitante para mí que la
oleada de shows que había visto años atrás, todavía no había
empezado a sentirme demasiado desencantado y el factor tonto era
bastante bajo – hasta que los inevitables y estúpidos skinheads
aparecieron; aunque esto parecía estar sucediendo en todos los
sitios’
El
Outhouse atrajo gente de estados circundantes como Iowa, donde tenían
escenas DIY en Des Moines y Sioux City, los jóvenes promotores no
siempre estaban dispuestos a dar garantías a las bandas de la vieja
guardia que preguntaban cada vez más. Nunca hubo dudas sobre llevar
suficiente público a los shows del Outhouse, y así cada banda que
estaba de gira se pasaba por allí. David Wilkins del Iowa
Underground Archives recuerda esos viajes:
‘Dios,
el Outhouse fue como una explosión. Fue de lejos uno de los agujeros
de mierda más grandes y al mismo tiempo el lugar más guay para ver
conciertos. Pudimos haber visto 20 o 30 shows allí en los 80 y
primeros de los 90. Los que sobresalen son DOA, DI en la fiesta de
fin de año en el 89, los Dwarves (donde dejaron a su primer cantante
en un Dairy Queen y creo que el tema Dairy Queen va sobre ello) el
primer show de Cocknoose y Fear. Muchos dolores de espinillas y
cuellos de esos stage dives en ese escenario de 2 metros. Con
cantidad de borrachos menores y el caos en ese lugar, es sorprendente
que durara tanto como lo hizo y que funcionase tan bien. A la gente
de Lawrence les fue muy bien’
En
Des Moines, un núcleo de jóvenes amigos empezó a montar shows en
1985, y en Sioux City una escena pujante giraba alrededor del Cattle
Club, el cual era la respuesta de Iowa al Outhouse. Andy Levy, que
tocaba en Children of the Corn (alias COTC), Sham Rock Shakes y en
Total Passover, miraba atrás en una entrevista con David Wilkins en
2004 para Iowa Underground Archives sobre como la escena Hardcore
empezó en Des Moines. Una vez más, un concierto de Ramones abrió
las puertas a un nuevo mundo.
‘La
‘primera experiencia’ punk que tuve en Des Moines fue cuando fui
a ver a Ramones en la primavera de 1983’, decía Levy. ‘El show
fue en un restaurante giratorio en lo alto de un Holiday Inn en el
23, cerca del centro. Fue mi primer concierto punk rock. El sitio
estaba lleno. Allí estaba toda esa gente alocada. No sé de dónde
venían. La verdad es que no iban a mi instituto. Nunca les volví a
ver. Debían ser más mayores que yo y/o de fuera de la ciudad’
‘No
tuve ningún contacto más con el punk rock en Des Moines hasta que
fui a un almacén a ver un concierto, cerca del Capitol Building. Los
grupos que tocaban eran Pent-Up Aggression, Hollowmen, Catalinas y
otras bandas que no puedo recordar. Fue increíble. Conocí a los
Pent-up Aggression y me hice amigo suyo, Además, conocí a un puñado
de chavales de mi edad de Roosvelt que les gustaba el punk rock. Fue
como encontrar a miembros de la familia perdidos desde hace tiempo’
‘Después
de ese show, que luego supe que era el primero de Pent-up Aggression,
empezaron a pasar cosas. Formamos Missing Paperboys/COTC, Discipline
Problems se juntaron y empezaron los Welfare Skate también. Todas
esas bandas tocarían bastante en cualquier show que tuviese lugar
entre el 84/85. La mayoría de los conciertos se hicieron en la
Unitarian Church en Bell Ave o en Circle A Ranch que estaba en algún
lugar del lado SE – o en Pleasant Hill. Parecía que la mayoría de
esos conciertos eran organizados por chicas – Beth Thyken,
Stephanie Harris y las gemelas Watson. Ellas hicieron todo el trabajo
real y los chicos tuvieron todo el reconocimiento’
Stephanie
Harris, ahora Stephanie Clarke lo recuerda:
‘En
1984, mi hermano y yo estábamos entre los marginados en nuestro
instituto suburbano. No éramos los ‘marginados guays’ de hecho,
recuerdo una de esas chicas que yo pensaba que era Molly Ringwald
decirme que me había puesto la misma ropa 4 días seguidos.
Prácticamente estaba viviendo en la campana de cristal del
instituto. Para escapar, me gradué pronto. Mi mejor amigo de esa
época (Andy Levy) estaba en una banda con mi hermano, Children of
the Corn, y decidió ni molestarse en graduarse. Nos movíamos con
algunos de los más antiguos de la escena, incluyendo Beth de Pent-up
Aggression y a veces alquilábamos una casa llamada ‘Yo-ville’
‘Los
chavales sin ningún sitio al que ir en los 80 buscaban salidas
productivas por toda América en sus escenas punk hardcore. Se
necesitaba muy poco talento cuando tenías toda esa pasión para
montar una banda o conciertos en un sótano. MRR era nuestra biblia y
en los informes mensuales sobre la escena nos confirmaba que
estábamos en el camino correcto. Si ellos hacían conciertos en
Lincoln, nosotras los hacíamos en Des Moines’
‘Entre
1985 y 1995 visité un montón de ciudades y descubrí que podías
relacionarte con chavales y conseguir un lugar donde quedarte gratis
después del show. Eso hice en Toronto, Tucson y Minneapolis –
probablemente mis mejores recuerdos de chavales amigables con casa
como Yo-ville. Omaha merece una honorable mención ya que todos nos
conocíamos desde que nuestras bandas tocaban en las ciudades de los
demás en esa época’
Andy
Levi lo recordaba en una entrevista en IUA:
‘La
primera escena era realmente molona. Al menos el núcleo de gente que
hacía música y montaba shows estaba guay. Éramos todos una especie
de niños estúpidos que nos molaba el punk rock. No nos gustaba por
la violencia y el rollo de tipos duros que escuchábamos de otras
escenas. Cuando bailábamos en el pit, parecía más un recreo del
instituto que cualquier cosa que hubieses visto en un concierto punk
grande. Había una cresta por aquí, un tatuaje por allá, quizás un
par de chupas de cuero, pero la mayoría parecíamos chavales
normales un poco más desalineados’
Como
muchas escenas alejadas de las grandes ciudades, los chavales de Des
Moines se identificaban más con las bandas con mensajes straight
edge y positivos que con cualquier otra cosa. Levy decía que habría
sido más que una pose intentar ser alguna clase de punk duro y
amargado en Des Moines.
‘Las
escenas del centro de Iowa le deben mucho a las Unitarian Churches en
Des Moines y Ames’, dice Stephanie Clarke. ‘Yo alquilaba esas
instalaciones con las más honestas explicaciones: estamos tratando
de proporcionar una música alternativa para la gente joven.
Normalmente, los chavales duros se presentaban con alcohol y no
podríamos alquilar la sala más. Pero esos eran chicos punk rock y
todos esos tenían problemas mucho peores que los míos. Entonces,
¿Quién era yo para oponerme al libre albedrío
y despotricar sobre como lo arruinarían para todos?’
‘También
tuvimos shows jodidos cuando los polis pegaban a la gente. Siempre
buscaban encerrarnos. Eso me molestaba ya que había fiestas en
fraternidades e institutos donde los chavales estaban hechos polvo y
las chicas eran violadas. Pero tocar esa música punk rock demasiado
alta y tú eras una verdadera amenaza para la sociedad, ¿no?’
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