GRUPOS QUE NO CONOCE NI EL TATO...O CASI. Españoles Todos

El fanzine El Papel de la Merienda en su número 7 entrevista una banda con nombre cuanto menos peculiar viniendo de alguien que reside en Catalunya, ¿ganas de provocar?... el nombrecito se las trae. De música ni hablamos porque no se detecta ninguna referencia ni nada registrado, a no ser que lo guarden en el desván de su casa.




III GUERRA MUNDIAL. No somos fachas.

Fanzine bilbotarra Lapo número 1, entrevista a la banda madrileña 3ª Guerra mundial y aseguran que no son fachas y se explican después de una polémica ocurrida en un concierto con Kortatu y Cikatriz, será porque en esa nueva formación no militaba el antiguo bajista que quizás, solo quizás, era un poco cerdo. Saquen sus propias conclusiones




GOING UNDERGROUND 26. Cuando los reinos caen y las dagas se oxidan.

 
La escena de Philly había perdido el CE Center como garito principal durante mi ausencia en Australia debido a que un chaval se partió el cuello allí. Mientras tanto, el Kennel Club tomó el relevo, convirtiéndose en el primer club de Philly en empezar a programar hardcore regularmente. Un año de increíbles shows tuvo lugar allí mientras yo estaba fuera. El siguiente garito DIY en la ciudad fue un sótano bajo por la calle 43rd y Market llamado The Crypt. El lugar era el sótano, literal, del apartamento de algunos punks y tenía capacidad para unas 100 personas. Yo apenas podía estar de pie a causa de las tuberías del techo que golpeaban mi cabeza. Parecía ser parte de la tendencia de una reducción de personal en Philly, con menos shows en grandes salas (‘vamos, vamos todos, está aquí, bajo la gran carpa, Cirque D’Punk, monstruos humanos por cientos, 5 bandas para su construcción musical, den un paso al frente, no se desilusionaran’) Solo a unas pocas manzanas estaba el Abe’s Steaks, una tienda de bocadillos con agujeros en las paredes en West Philly que había organizado conciertos en su estrecha sala trasera durante un par de años.
‘Abe’s Steak’ fue nuestro primer garito’, recuerda Rich Kaufmann de Electric Love Muffin, ‘y era genial. Pequeño y angosto con un gran escenario. La sala se llenaba rápidamente, y obligaba al público a estar en movimiento. ¡Menuda trampa en caso de incendio!’
Aunque tocar en sótanos y salas traseras no hizo que las bandas tuvieran una vida más fácil, había un sentido agradable de comunidad en ello. El punk siendo demasiado popular, como había sucedido en California, no era una evidencia aquí. Lo mejor era la intimidad – algunas increíbles bandas tocaron en el Crypt y la atmósfera era todavía como si el punk se había inventado por tu bien y el de tus amigos. Los Leaving Trains, una banda excepcional que siguió cayendo entre las grietas de la escena punk/indie, fue una de las primeras bandas que vi allí. La primera noticia que tuve de ellos fue en el recopilatorio de Harley Keats Rides, el oscuro pero increíble documento del no-hardcore de L.A. que incluía a las primeras incubaciones de Meat Puppets, Gun Club, Human Hand y 100 Flowers. En esa época me gustaban Gun Club y otras bandas que tomaban cosas del punk en su determinación de hacer algo original. Amigos de los Urinals y The Last les ayudaban a montar conciertos en West Hollywood, y la banda se vio asociada con los neo psicodélicos Paisley Underground que incluían a Salvation Army – que se convirtieron en Three O’clock – los Rain Parade y Dream Syndicate.
Donde esas bandas se dirigían hacía el pop, los Leaving Trains iban hacía el punk y no había mucha psicodelia en la época en la que editaron disco. Al igual que Gun Club, utilizaban algo de slide en las guitarras y favoreció el uso de poca distorsión en sus canciones más sucias. De hecho, el batería original de Gun Club Terry Graham tocaba la batería en el primer álbum. Sin las conexiones que Gun Club tenía, le llevó mucho tiempo a Leaving Trains conseguir a alguien que quisiera sacarles un disco. Well Down Blue Highway finalmente apareció como una edición Bemisbrain/Enigma en 1984. Se convirtieron en unos más de la enorme lista de víctimas de Enigma, pero afortunadamente siguió la tendencia contraria a la habitual – ellos grabaron su primer disco con el sello, salieron con su espíritu intacto y rápidamente se fueron al prestigioso sello indie de Greg Ginn SST.


Su siguiente álbum, Kill Tunes, se inclinó hacía una propuesta más punk, aunque las canciones más lentas estaban todavía allí y las composiciones eran igual de buenas o mejores. Falling James ‘Moreland’, su cantante/guitarrista, acreditó el cambio a ‘una obstinada reacción al creciente revivalismo en la escena psicodélica de L.A.’ La portada de Saints’ Private Affair solo era un comentario igual de apropiado sobre el punk americano en mitad de los 80 como lo había sido en Australia cerca de 1978 – ahora piensas que tienes una primera vez en la moda/ nuevos uniformes para que todos parezcamos iguales/ una nueva moda para la nueva generación/ un beneficio nuevo en el mismo viejo juego/ tenemos nuevos pensamientos, nuevas ideas, todo es muy maravilloso/ solo es una pena que tengamos que ver las mismas viejas películas.
Jack Rabid, editor de The Big Takeover, hizo 2 semanas de conciertos con Leaving Trains como batería de emergencia en agosto de 1986, y contaba una historia cómica de Falling James en un concierto en Detroit.
Me uní 5 días antes de pasarme a ver a la banda en el Maxwell en Hoboken y acabé tocando con la banda esa misma noche, James era un chalado y el batería y él se habían liado a ostias en el club 9:30 de DC la noche anterior, y el batería renunció en el acto. Supongo que ese fue mi momento lo-fi, donde yo dije, ‘no canceles. Puedo hacerlo. Conozco vuestras canciones. Dejarme tocar’
Leaving Trains y Dinosaur Jr. Abrieron para Sonic Youth, y Rabid dijo que Moreland estaba aterrorizado ante la perspectiva de lo que tenía que cumplir.
Estábamos completamente intimidados por tocar entre esas dos bandas. Quiero decir, ¡piénsalo! James estaba tan intimidado que se bebió una botella entera de Jack Daniels antes de salir. Y después de 7 canciones, decidió que sonaba fatal y nos salimos del escenario. Eric y yo nos quedamos aturdidos, ‘¿Dónde se ha ido?’ Eso raro, un rato raro. Yo ni siquiera estaba en la banda, aunque todos empezamos a sentirnos como si lo estuviera’
El resto de la noche fue un intento frustrante de meter a James en la furgo y así poder llegar a su próximo concierto en Chicago la noche siguiente.
Él estaba muy borracho, ponía piedras en sus bolsillos del pecho y las arrojaba a las casas a las 3 de la mañana en uno de los peores barrios de la américa urbana, donde estaba el club, y decía ‘el presidente Reagan no sabe nada de Detroit’ y que no se iba a ir porque el presidente Reagan no sabía nada de Detroit’
El título del estelar álbum de Leaving Trains de 1987, Fuck, pareció ser un caso de premonición sobre el papel de Moreland. Se vería a si mismo usando la palabra en 1989/90 después de casarse con Courtney Love, un matrimonio que ocurrió una semana después de conocerse en un club de Hollywood. Vivieron juntos 8 meses, y se divorciaron a los 2 años, tiempo en el que Moreland obtuvo una visión personal horrible de la bestia que se iba a desatar ante el público americano.
Llegó el año 1988 y todavía no había visto un show en DC, así que en los siguientes 2 años traté de compensar los que me había perdido. Por rumores escuché que Marginal Man iban a hacer su concierto de despedida en el 9:30 Club, y tomé la determinación de pasarme por allí. No pude convencer a ninguno de mis amigos, así que la única opción que tuve fue montarme en mi Yamaha de dos tiempos en la I-95 para hacer las 150 millas. El problema de esta elección era que nunca había hecho en mi RD350 más de 40 millas del tirón, no era una moto adecuada para autopistas. Nunca conduje mucho de noche y era invierno con tiempo frio. Mereció la pena por el canto del cisne de Marginal Man. Esperé hasta las 8 de la tarde y me acerqué al 9:30 Club a eso de las 11 pm. El primer show estaba sold out y me lo perdí, pero por un golpe de suerte el club añadió otro show.
De una vez por todas, los conciertos de despedida eran algo raro, ya que la mayoría de las bandas se separaban amarga o abruptamente sin mutuo acuerdo. Marginal Man decidieron que habían tenido una buena carrera desde el 83 y que era hora de dejarlo todo mientras todavía estaban en todo lo alto. Hay que reconocer que fue una decisión definitiva. La siguiente década pasó a ser la de los años del refrito, donde todas las bandas del mundo se reunían para sacar provecho del punk convertido en mainstream o solo por la misma miserable razón por la que despreciamos a los hippies, la nostalgia. Las reuniones, ocasionalmente, tenían sentido, como TSOL, ya que estaban grabando nuevo material con la formación original y la reputación de la banda estaba terriblemente extraviada. Aunque, en mayor medida, cada banda que se abstenía de la nostalgia ganaba de golpe un estatus extra a mis ojos. Marginal Man fue la única de las bandas de DC que duraron 5 años sin cambios de formación, y los miembros encajaban perfectamente y no podías imaginarlos de otro modo. Al principio de su carrera, en 1984, especularon con su futuro y explicaban su unión en Flipside.


Esta banda se había vuelto tan implicada que todos actuábamos como una unidad’ decía el batería Mike Manos, ‘y la forma en la que yo lo veía, si cualquier miembro de esta formación cambiaba, no podíamos hacerlo. Es más que una banda, es todo emoción. Esa gente es mi público, hablo con esas personas más de lo que lo hago con mi novia’
‘Haremos esta banda hasta que pierda significado’, decía el cantante Steve Polcari. ‘Después solo te agarras a un clavo ardiendo, tan pronto como las canciones no tengan significado. O si solo no sentimos lo mismo, nos saldremos. ¿Es cuando lo dejaremos todo?’
Fiel a la forma, ellos solo hacían eso. A juzgar por las canciones de su último LP, el sentimiento se había acabado, ya que es una mezcla confusa de canciones mostrando a la banda desgarrarse en diferentes direcciones musicales. El show final mostró cuan irracional había sido el prejuicio contra ellos entre cierta parte de la escena de DC con actitud con ellos o contra nosotros.
No pudimos conseguir un concierto en el 9:30 Club en 2 años’ decía el guitarrista Kenny Inouye, ‘y luego, cuando llego el momento de hacer el último concierto, una persona diferente había tomado el control de la contratación. Le dijimos, ‘mira, vamos a hacer nuestro último show y nos gustaría hacerlo en el 9:30 porque allí hicimos el primero, siempre hicimos buenos conciertos aquí, completar el círculo y todo eso’, y respondieron OK. Nos dieron un jueves o viernes noche, se contrató el show y nos informaron que se estaban vendiendo entradas. Vieron que se estaban vendiendo rápido, así que la mujer dijo, ‘sabéis, apuesto a que podríamos hacer otro show y que lo venderíamos todo’ Y así fue, los 2 se llenaron. Y aquí estábamos, nos habían contado durante 2 años que no atraeríamos suficiente gente para tocar aquí y ahora íbamos a hacer 2 shows en una noche. En cierto sentido, es como una reivindicación’
Según progreso la forma de tocar de Inouye, la banda le dio un poco más de fuerza a su segundo disco, Double Image, En directo, eran impecables. La característica melódica todavía estaba allí, reforzada por un sonido distorsionado más fuerte en la rítmica. Steve Polcari cantaba con una intensidad febril y el guitarrista larguirucho Peter Murray se ahogaba en emoción en las canciones en las que cantaba. Las canciones que él escribió eran de tal naturaleza dolorosa que incluso tenía problemas para pasar por ellas. El dejo la guitarra para cantar Double Image y la potencia era abrumadora.
El momento más emocional del show llegó cuando Murray presentó Friend hablando de un amigo que había intentado suicidarse. Había podio salvarle a su amigo, e instar a cualquiera que hiciesen todo lo posible para ayudar a un amigo para ver una razón para vivir. En medio de la charla – la cual fue un poco extensa e inconexa – se emocionó tanto que tuvo que parar, y dijo ‘pero estoy divagando, debería callar’ En la mayoría de las ciudades, los cínicos punks habrían gritado ‘si, cállate y toca’ En vez de eso, un coro de voces sentidas en frente del público gritó con coraje, ‘no, continua’ Esa era la naturaleza emo de DC (‘eso fue antes de que hubiera shows hablados como Jenny Jones’, bromeaba Inouye)
La madre de Murray era de Alemania, y paso allí mucho tiempo. Un buen amigo en Alemania se suicidó de una forma muy visible, colgándose de un poste telefónico. Le causó una fuerte impresión, y tomo la determinación de no permitir que vuelva a suceder. Esa era la historia detrás de Friend, y porque él siempre se emocionaba con ello. De principio a fin, cada canción estaba llena de mucho más sentimiento que el alto nivel normal de Marginal Man. El intenso vinculo que tenía el público con la banda y el hecho de que era su último concierto se sumaba a la atmósfera.
‘Ese fue el rollo que fue realmente gratificante en ese show’, recuerda Inouye, ‘darte cuenta de que tú realmente conectaste con esa gente. La avalancha de toda esa combinación de sensaciones y sentimientos. La mayoría de las bandas de esta ciudad se habían separado diciendo solamente ‘joderos’ y basta. Los Faith fueron la única banda que recuerdo que hicieron un show de despedida’
Yo tenía un amigo de Lawrence, Kansas cuya madre y hermana pequeña se habían mudado a los suburbios de DC a las afueras de Virginia. Ya que yo no tenía un lugar donde quedarme, desperté a su madre con una llamada telefónica antes de empezar el show. Aunque no era algo de lo que me sentía muy optimista, le pregunté si podía ir a dormir a las 3 de la mañana y ella asintió con cansancio.
Desde el año anterior, la única descripción que mi amigo me había dado de su hermana de 16 años Patty era la de un demonio que tenía un corazón puramente diabólico y que tenía el mal hábito de abrir las puertas en bragas. ¿Quién no querría encontrársela? Me habían confiado a Patty durante un día para enseñarle Philadelphia unos meses antes y me sorprendí por lo fantásticamente lista e inteligente que era para su edad. Me despertó la mañana siguiente del show de Marginal Man antes de ir a la escuela llevando solo una camiseta grande con un murciélago de Agent Orange y excitada por encontrarme allí en su casa. Aunque 1988 se supone que era el cenit del punk rock según algunos, pienso que fui testigo de más entusiasmo punk sincero en esas 8 horas en DC que otras veces que pueda recordar.
Los adolescentes mayores no eran tan habituales en bandas punk – Red Cross, Bad Religion, Heart Attack, Replacements – y Kansas tenía su parte. De la escena de Lawrence hasta 1985, Mortal Micronotz, grabaron cuando sus miembros estaban en 10º y 11º curso. Aunque Mortal Micronotz empezaron en Lawrence a finales de 1980 como la banda punk por excelencia inmadura de instituto, estaban rodeados de una gran cantidad de influencias antiguas e interesantes. Las leyendas Indie de Kansas The Embarrassment dieron a Micronotz su primera oportunidad, y la revista Talk Talk les metio en su primera K7 recopilatoria, Fresh Sounds from Middle America. La cinta fue reseñada por la revista New York Rocker, lo cual ayudo a poner la escena de Lawrence en el mapa.He 
visto el futuro del R&R y está en… Lawrence, Kansas’ escribió la revista. ‘Y Lincoln, Nebraska; Austin, Texas; Natchez, Mississipi… La ley de la tierra: Tiene 8 cortes. En el pasado (o sea, punk-77) esto era una idea teórica; la mayoría de los artistas terminaban regresando a los jefes corporativos y el confort que ellos tenían que ofrecer. Lo que parece bastante revolucionario sobre las legiones de bandas nuevas es que realmente no les importaba una mierda nada de Warner o CBS. Desde su horroroso nombre hasta su horrible hardcore de velocidad media inentendible, los Mortal Micronotz eran puro R&R. Esos chavales crecieron adorando a Johnny Ramone y a Sid Vicious, lo que significaba que un cambio de acorde es suficiente y muchas veces demasiado. Police Song y Blonde Haired Ghost son diversión maravillosa y sucia, pero Subterfuge es un clásico. From es imposible de cantar, el acompañamiento improvisado de Si a Do # a lo Alice Cooper/Doors, la canción y los intentos tempestuosos de sonar misteriosos son descarados, cercanos a la liturgia. Y mientras este tipo de honestidad – no, fe – sea invertida en el rock, su futuro parece seguro’
Según Lawrence se convirtió en una parada en las giras para cada banda grande hardcore en el país, los Micronotz se aseguraron un espacio para abrir el cartel en cada concierto. Esto ayudo a darles un poco de exposición a la gente que previamente habían escuchado leves rumores. Por otro lado, ellos disfrutaban de su aislamiento.‘
las influencias que se reunían en esta zona eran muy de segunda mano’, decía el guitarrista Dave Dale en 1983 en referencia a la región granero, ‘y así las cosas eran peculiares’Una
 influencia improbable de Micronotz llegó como resultado de la visita de William S. Burroughs a la ciudad en 1979 con su amigo cercano y secretario James Grauerholz. Burroughs hizo de la ciudad su segundo hogar, y pasaba parte del año en Lawrence. En 1981 pasó un par de meses terminando allí su novela Place of Dead Roads, y fue entrevistado por Bill Rich. Alguno de sus comentarios parecía pura actitud punk, cuando le preguntaban si le preocupaba el odio hacia él.‘Creo
que siempre es un error dar marcha atrás. Tengo un montón de críticas desagradables. Aunque también la tengo buenas. Tengo a mucha gente enojada. Es completamente anti-cristiano y el siguiente libro será incluso más anti-cristiano y llegará a América, anti-protestante. Bueno, ¿puedo esconderme ahora? No, no, en vez de eso me voy a una gira por Red Night. Como dijo Napoleón, ‘Cobardía y más cobardía y más cobardía es la secuencia del éxito – nunca te retiras’. Pero sabes que lo estas poniendo en la línea’


James Grauerholz había sido parte de la escena punk neoyorquina de los 70, viviendo pegado al CBGB’s, así que a pesar de carecer de experiencia en la producción le preguntaron si quería producir el primer disco de Micronotz. El resultado fue apropiado para el estilo de Micronotz de esa época, un sonido garaje punk hiper entusiasta. Según puso el fanzine Matter en 1983:
Estos 4 adolescentes de Lawrence, Kansas (oh no… los nativos la están liando por los campos de trigo de nuevo) están demasiado reprimidos y nerviosos como para que les importe una mierda conceptos como ‘groovy’ o ‘sutileza’ En vez de eso, solo hacen un montón de ruido ayudando a confirmar la máxima del fallecido Lester Bangs de que ‘el R&R en su esencia, solo es un montón de mierda delirante… su intrínseca inutilidad, la fuente no del todo paradójica de su vitalidad’ En otras palabras, son muy excitantes’
A través de Grauerholz, Burroughs se interesó en Mortal Micronotz y empezaron a pasar más tiempo juntos. Burroughs les escribió una canción, Old Lady Sloan, que fue el primer corte de la cara 2 de su disco debut. La canción iba sobre una mujer mayor que se come a sus hijos. No es una obra maestra de poesía, pero, por otro lado, las letras encajan bien con las otras canciones.
Oh Lady Sloan, le gusta su comida/eructa bebes como una vieja cerda feliz…/Old Lady Sloan, baba crujiente, ¡Guau!’
En verano de 1983, la banda hizo su primera gira real, viajando a través del medio oeste durante 2 semanas. Los padres de Steve Eddy, el batería, le ofrecieron comprar un coche nuevo si abandonaba la banda, pero rechazó la oferta. Tocaron en Tulsa, Denver, Minneapolis, Chicago, Milwaukee, Cleveland, Ann Arbor, Columbus, Lexington y Louisville antes de regresar a Lawrence.
En Arbor pasaron un poco de vergüenza – después de tocar una de su más fallida versión de I Got A Right de Stooges – descubrieron que Ron Asheton de los Stooges estaba entre el público. Llegaron a ver a colegas descarados más jóvenes como los Replacements tocar en Ann Arbor, y abrieron para ellos en Cleveland. Las 2 bandas habían tocado juntas en Lawrence en 1982, y la increíble energía de un Tommy Stinson de 16 años tuvo un gran impacto sobre el guitarrista John Harper.
En el siguiente año hicieron un Ep llamado Smash y el 7” Video Soundtrack, pero después el cantante Dean Lubensky recibió una oferta para ir a la escuela de arte de Cooper Union. La banda consiguió un nuevo cantante y se forjó, pero al contrario que Replacements, perdieron su primer crudo encanto y el camino de ser buenos compositores. Sin embargo, los Micronotz ayudaron a lanzar el garito que sostendría la escena de Lawrence durante el resto de los 80, el Outhouse. Un fotógrafo local, Phil Heying, alquiló el edificio pegado a una tienda de Harleys y montó el primer show en 1985. Estaba a un lado de la ciudad, rodeado de campos de maíz, rodeado de un estacionamiento embarrado que a menudo se abarrotaba. Los Micronotz limpiaron el exterior del edificio, lo pintaron, construyeron un escenario, después de lo cual el jefe de su sello discográfico, Bill Rich de Fresh Sounds, les junto con la emisora universitaria KJHK y empezó a montar conciertos para todas las edades.


‘Cuando el movimiento punk golpeó, nos quedamos atrapados del todo en él’ le contaba Rich a Lawrence.com en 2003. ‘Fue un alivio por lo aburrida que se había vuelto la música. Todo mi foco cambió hacía el punk rock’
Era un mundo nuevo DIY. No necesitábamos el apoyo del sistema en nada de lo que hacíamos – hacer giras, vender discos, salir en la radio’
Mi amiga Patty Jenkins, la niña diabólica de la que era amigo en 1988, fue destetada en conciertos en el Outhouse y siguió 5 años más tarde los pasos de Dean Lubensky al asistir al Cooper Union. Aunque era una pintora con mucho talento, cuando la vi al final de su primer año en el Cooper en 1990 estaba sufriendo el problema común de que la escuela de arte había destruido el amor de su talento primario. Se intereso más en las películas, asistiendo más tarde al Instituto American Film y en 2003, escribió y dirigió Monster, la película sobre la asesina en serie Aileen Wuornos que llevó a Charlize Theron a conseguir un premio de la academia. Aunque le perdí la pista a Patty después de 1990, cuando la vi en los créditos de Monster, recordé la explosiva adolescente que conocí que sostenía que Mommy Little’s Monster de Social Distortion era su canción favorita. Me recordó también alguna de sus historias de autoestopista. No me sorprendió que Jenkins se interesase en Wuornos y que empezase una correspondencia que terminó en la película.
Jason Willis, que toca ahora en la banda punk de Tucson Knockout Pills, fue también parte de la joven crew de Lawrence que creció con los shows del Outhouse:
Mientras que era obvio lo deficiente en cuanto al ideal acústico’, recuerda Willis, ‘era perfecto en cuanto a aislamiento y no dar problemas – un rollo en el que podías salirte con la tuya ya que se veía fuera de lugar de la jurisdicción normal de la ciudad. En los mejores momentos era como una fiesta en una casa, la cual es mi forma favorita para ver bandas. Estuve en el primer show que se llevó a cabo allí, que fue en la última semana d agosto del 86, así que tenía que tener 16 años. Un amigo llamado Gil era el batería de una banda llamada Exploding Rodents, y tocaron con Invisible Order y Brompton’s Cocktail o Near Death Experience, he olvidado con quien. Me dieron instrucciones para llegar, pero sin nombre ni nada de eso. De todos modos, en ese primer show yo tenía un flyer para el siguiente show, que sería una o dos semanas después y que le llamaban ‘Past the Pavement Hall’. Unas semanas después, la emisora universitaria KJHK se involucró: contrató unos pocos shows y lo llamaron ‘Outhouse’ De alguna manera rápidamente acabé haciendo la mayoría de los primeros flyers de los shows que Rich/Redline hicieron allí, y usábamos los 2 nombres, pero fue Outhouse el que se quedó’
Para una ciudad sin un garito habitual, había mucha gente en este tipo de música en Lawrence en esa época. Había habido más bares y fiestas caseras anteriormente, pero al menos en el último año y medio no había un lugar real para bandas pequeñas donde poder tocar. En Kansas City desde los años 83/85 había habido 2 lugares habituales (para todas las edades) a los que yo iba a ver grupos – el Foolkileer y el VFW Hall #18. En retrospectiva, era sorprendentemente guay para mis padres dejarme ir a esos shows los fines de semana por la noche cuando estaba a una hora y media conduciendo. Creo que era porque yo hacía mi pequeño fanzine mierdoso a la vez que veían todo el correo y discos para hacer artículos que conseguía y podían ver lo mucho que significaba para mí. Pero tener un garito habitual en Lawrence facilitó la asistencia y una cantidad de nuevas bandas emergieron. Otra cosa guay fue los chavales de instituto que empezaron a aparecer. Por mucho tiempo, yo había sido el chaval más joven de todos esos shows punk, pero una vez que el Outhouse irrumpió yo empecé a encontrar más y más chavales de mi propia edad en los shows, viniendo del instituto de Lawrence, el único de la ciudad. Estoy seguro de que el hecho de poder ir y liarla con pocas posibilidades de ser arrestado era tanto o más atractiva que la música, pero a la vez podías empezar a ver bandas montadas por chavales de 16 o 17 años que probablemente progresarían más rápido de lo que harían de otra forma, ya que sabían que podían conseguir un show y tocar delante de una audiencia real y habitualmente energética.
El punk rock llenaba mucho mi vida en esa época – era todo lo que yo escuchaba, y realmente me guio hacía las opciones que tampoco había estado tomando o que iba a tomar en los siguientes años. Mi primer trabajo fue en una buena tienda de discos que había en la ciudad en esa época, aprendí por mí mismo diseño gráfico y algo de autoedición por hacer flyers y mi fanzine, y creo que muchos de mi circulo social o estaban ya interesados en algún elemento del punk o de la cultura underground, o los amigos anteriores que había atraído por mi entusiasmo en está basura. Así que para cuando el Outhouse empezó a rodar yo ya había estado sólidamente agarrado a este material desde hacía 4 años, y en esencia me sentía como si hubiese encontrado mi sitio o tribu o como demonios quieras llamarlo’
También diré que tener un lugar habitual abierto en mi pequeña ciudad a la vez que conseguí mi carné de conducir y conocí a mi primera novia y todo ese tipo de rollo probablemente ayudó a convertirlo en un epicentro muy confortable y significante para mí. También, que desde que yo estaba haciendo la mayoría de los flyers y trabajar con Bill significaba que entraba a un 90% de los shows gratis, lo cual ayudaba. Sabes, era tan entusiasta con este material – me gustaban la mayoría de los que iban y la mayoría de la música que tocaban… mientras que en su conjunto era menos excitante para mí que la oleada de shows que había visto años atrás, todavía no había empezado a sentirme demasiado desencantado y el factor tonto era bastante bajo – hasta que los inevitables y estúpidos skinheads aparecieron; aunque esto parecía estar sucediendo en todos los sitios’


El Outhouse atrajo gente de estados circundantes como Iowa, donde tenían escenas DIY en Des Moines y Sioux City, los jóvenes promotores no siempre estaban dispuestos a dar garantías a las bandas de la vieja guardia que preguntaban cada vez más. Nunca hubo dudas sobre llevar suficiente público a los shows del Outhouse, y así cada banda que estaba de gira se pasaba por allí. David Wilkins del Iowa Underground Archives recuerda esos viajes:
Dios, el Outhouse fue como una explosión. Fue de lejos uno de los agujeros de mierda más grandes y al mismo tiempo el lugar más guay para ver conciertos. Pudimos haber visto 20 o 30 shows allí en los 80 y primeros de los 90. Los que sobresalen son DOA, DI en la fiesta de fin de año en el 89, los Dwarves (donde dejaron a su primer cantante en un Dairy Queen y creo que el tema Dairy Queen va sobre ello) el primer show de Cocknoose y Fear. Muchos dolores de espinillas y cuellos de esos stage dives en ese escenario de 2 metros. Con cantidad de borrachos menores y el caos en ese lugar, es sorprendente que durara tanto como lo hizo y que funcionase tan bien. A la gente de Lawrence les fue muy bien’
En Des Moines, un núcleo de jóvenes amigos empezó a montar shows en 1985, y en Sioux City una escena pujante giraba alrededor del Cattle Club, el cual era la respuesta de Iowa al Outhouse. Andy Levy, que tocaba en Children of the Corn (alias COTC), Sham Rock Shakes y en Total Passover, miraba atrás en una entrevista con David Wilkins en 2004 para Iowa Underground Archives sobre como la escena Hardcore empezó en Des Moines. Una vez más, un concierto de Ramones abrió las puertas a un nuevo mundo.
La ‘primera experiencia’ punk que tuve en Des Moines fue cuando fui a ver a Ramones en la primavera de 1983’, decía Levy. ‘El show fue en un restaurante giratorio en lo alto de un Holiday Inn en el 23, cerca del centro. Fue mi primer concierto punk rock. El sitio estaba lleno. Allí estaba toda esa gente alocada. No sé de dónde venían. La verdad es que no iban a mi instituto. Nunca les volví a ver. Debían ser más mayores que yo y/o de fuera de la ciudad’
‘No tuve ningún contacto más con el punk rock en Des Moines hasta que fui a un almacén a ver un concierto, cerca del Capitol Building. Los grupos que tocaban eran Pent-Up Aggression, Hollowmen, Catalinas y otras bandas que no puedo recordar. Fue increíble. Conocí a los Pent-up Aggression y me hice amigo suyo, Además, conocí a un puñado de chavales de mi edad de Roosvelt que les gustaba el punk rock. Fue como encontrar a miembros de la familia perdidos desde hace tiempo’
Después de ese show, que luego supe que era el primero de Pent-up Aggression, empezaron a pasar cosas. Formamos Missing Paperboys/COTC, Discipline Problems se juntaron y empezaron los Welfare Skate también. Todas esas bandas tocarían bastante en cualquier show que tuviese lugar entre el 84/85. La mayoría de los conciertos se hicieron en la Unitarian Church en Bell Ave o en Circle A Ranch que estaba en algún lugar del lado SE – o en Pleasant Hill. Parecía que la mayoría de esos conciertos eran organizados por chicas – Beth Thyken, Stephanie Harris y las gemelas Watson. Ellas hicieron todo el trabajo real y los chicos tuvieron todo el reconocimiento’


Stephanie Harris, ahora Stephanie Clarke lo recuerda:
En 1984, mi hermano y yo estábamos entre los marginados en nuestro instituto suburbano. No éramos los ‘marginados guays’ de hecho, recuerdo una de esas chicas que yo pensaba que era Molly Ringwald decirme que me había puesto la misma ropa 4 días seguidos. Prácticamente estaba viviendo en la campana de cristal del instituto. Para escapar, me gradué pronto. Mi mejor amigo de esa época (Andy Levy) estaba en una banda con mi hermano, Children of the Corn, y decidió ni molestarse en graduarse. Nos movíamos con algunos de los más antiguos de la escena, incluyendo Beth de Pent-up Aggression y a veces alquilábamos una casa llamada ‘Yo-ville’
Los chavales sin ningún sitio al que ir en los 80 buscaban salidas productivas por toda América en sus escenas punk hardcore. Se necesitaba muy poco talento cuando tenías toda esa pasión para montar una banda o conciertos en un sótano. MRR era nuestra biblia y en los informes mensuales sobre la escena nos confirmaba que estábamos en el camino correcto. Si ellos hacían conciertos en Lincoln, nosotras los hacíamos en Des Moines’
‘Entre 1985 y 1995 visité un montón de ciudades y descubrí que podías relacionarte con chavales y conseguir un lugar donde quedarte gratis después del show. Eso hice en Toronto, Tucson y Minneapolis – probablemente mis mejores recuerdos de chavales amigables con casa como Yo-ville. Omaha merece una honorable mención ya que todos nos conocíamos desde que nuestras bandas tocaban en las ciudades de los demás en esa época’
Andy Levi lo recordaba en una entrevista en IUA:
‘La primera escena era realmente molona. Al menos el núcleo de gente que hacía música y montaba shows estaba guay. Éramos todos una especie de niños estúpidos que nos molaba el punk rock. No nos gustaba por la violencia y el rollo de tipos duros que escuchábamos de otras escenas. Cuando bailábamos en el pit, parecía más un recreo del instituto que cualquier cosa que hubieses visto en un concierto punk grande. Había una cresta por aquí, un tatuaje por allá, quizás un par de chupas de cuero, pero la mayoría parecíamos chavales normales un poco más desalineados’
Como muchas escenas alejadas de las grandes ciudades, los chavales de Des Moines se identificaban más con las bandas con mensajes straight edge y positivos que con cualquier otra cosa. Levy decía que habría sido más que una pose intentar ser alguna clase de punk duro y amargado en Des Moines.


‘Las escenas del centro de Iowa le deben mucho a las Unitarian Churches en Des Moines y Ames’, dice Stephanie Clarke. ‘Yo alquilaba esas instalaciones con las más honestas explicaciones: estamos tratando de proporcionar una música alternativa para la gente joven. Normalmente, los chavales duros se presentaban con alcohol y no podríamos alquilar la sala más. Pero esos eran chicos punk rock y todos esos tenían problemas mucho peores que los míos. Entonces, ¿Quién era yo para oponerme al libre albedrío y despotricar sobre como lo arruinarían para todos?’
También tuvimos shows jodidos cuando los polis pegaban a la gente. Siempre buscaban encerrarnos. Eso me molestaba ya que había fiestas en fraternidades e institutos donde los chavales estaban hechos polvo y las chicas eran violadas. Pero tocar esa música punk rock demasiado alta y tú eras una verdadera amenaza para la sociedad, ¿no?’