Ni puta idea de tocar pero todo corazón, sería el resumen de cómo empezó A Degüello allá por el año 90. Eran tiempos convulsos crisis tras crisis económicas el punk ibérico hacia tiempo que había perdido su inocencia, la poesía inicial había dejado paso al improperio al político profesional, del banquero o del pistolero uniformado de turno. Letras explícitas y directas, dejaban poco margen a la imaginación pero narraban lo que vivían y sentían, no solo ellos sino buena parte del Madrid preolímpico, ciudad varada en su capitalidad, dominada por esa derecha rancia que ha dejado su impronta y seguirá rezumando hedor por muchos años. Una ciudad muerta de aburrimiento cayendo en picado en la insipidez más absoluta, únicamente animada por esas pinceladas de resistencia que daban una remota esperanza de no vivir en el lugar más abyecto de este rincón del mundo.
Hablar de A degüello y no hablar de anarquía es no hacer honor a la verdad, la anarquía era el prisma a través del que observaban el mundo, desde sus experiencias a lo que dictaba la realidad que les toco vivir. Para muestra un botón, la perdida de "80 talegos" se convierten en un canto a la autogestión, pero con una historia hilada, narrada en primera persona que te hace empatizar con el protagonista y cagarte en la mierda de vida que nos tocó vivir.
Con esos tintes el grupo comenzó en las catacumbas de Minuesa, una emblemática casa okupada madrileña que fue donde tocaron sus primeros acordes, en esa época había un floreciente movimiento de okupaciones donde los jóvenes podían expandir sus cerebros y desarrollar inquietudes que difícilmente hubieran podido realizar en el banco del parque de turno (como crear un grupo musical disponiendo de poca pasta), en ese entorno nacieron, crecieron, se reprodujeron y murieron. No salieron de ese circuito más que esporádicas veces, renegaban de la música comercial y en ese lote entraban las salas.
Los temas de sus letras eran lo típico de la época, las cuestiones que les oprimían, tan manidas por tantos grupos pero con la diferencia del prisma que se imprimía en la mayoría de los textos, el cuestionamiento del nacionalismo (en este caso del español), un repaso a la familia real, la división del mundo entre opresores y oprimidos o los pensamientos que se podían cruzar por la cabeza de cualquiera que estuviera en las concurridas colas del paro. La revolución social estaba al alcance de los dedos, solo había que convencer a los 6000 millones de habitantes del planeta, a ello se lanzaron este grupo de soñadores que hicieron del "hazlo tu mismo" un modo de vida. Esa visión del activismo político, de la no delegación les llevo a controlar todo el proceso de elaboración de sus trabajos, primero auto editando la primera k7 y después sacando un disco a través de un sello en el que estaban directamente implicados, Ruido Anticapitalista.
Sin virtuosismos pero sinceras sería una definición de sus canciones, no escondían su crudeza tras
subterfugios de estudio, suplieron su falta de habilidades musicales con composiciones sencillas pero que llegaban al tuétano, se podía ser más hábil, más músico, pero no más digno.
Editaron dos referencias, primero una k7 llamada "Luna de lobos" con un sonido tal vez demasiado limpio pero que imprimía el sonido del grupo con nitidez, a destacar los temas "los talegos", "España", "acepta tu muerte" y "el rey". Este trabajo fue auto editado.
http://www.mediafire.com/file/a4oofedgg15ckae/ADeguelloLunadelobos.zip
Un par de años más tarde grabaron "De la sangre, la saña el rencor" editado por Ruido Anticapitalista. En esta entrega el sonido era más crudo y más elaborado y se apreciaba claramente la evolución desde sus inicios, podemos destacar los temas "guerra social", "dudas", "tripas", "Bosnia muerta". Editado en CD incluye también las canciones de Luna de lobos con la salvedad de que omiten la versión "Ratas" del grupo Eutanasia que si aparecía en la k7.
http://www.mediafire.com/file/8r7rc8yfc37u4v6/ADeguelloDelasangrelasa%C3%B1ayelrencor.zip
Cuando estaban en proceso de separación grabaron los temas que tenían terminados pero nunca vieron la luz, sería deseable que una copia perdida terminase en nuestras manos, pues el populacho tiene derecho a saborear esas piezas.
Si tenéis oportunidad haced una audición de algunos de sus temas, saborearás los años noventa sin
necesidad de maquina del tiempo, pensarás que has vuelto al rancio Madrid del concejal Matanzo y te
toparás con un escaparate de banco con su piedra incrustada. No tuvieron una legión de seguidores pero quienes lo fueron los guardan en su corazoncito, damos fe, es un buen sello de denominación de origen.
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