VORTEX 8. Lo que hacen es secreto.

 NO HAY MAYOR CIEGO QUE QUIEN NO QUIERE VER

Y todavía hay quien no conoce Vortex 8, da igual, siguen a lo suyo y lo llevaron hasta el Festimam, ¿donde? secreto, ¿cuando? el día y hora señalados, ¿quienes? echa un vistazo al cartel, ¿duración? lo que los cuerpos de seguridad del estado permitan, ¿diversión? ¡asegurada!

Después de un tiempo sin saber de sus actividades aparecieron para mostrarse como una máquina bien engrasada con un repertorio que no pierde frescura ni vigencia que no por mucho repetir quita las ganas de bailar pogo, hacer slam-dancing o headbanging...o simplemente dejar desatada la exaltación de la amistad de la audiencia... ¡que corra el amor! y os mostramos unas pinceladas para que la próxima vez nadie ponga la ignorancia por excusa y menee sus culos para que deje de ser secreto.
Son como cucarachas que invaden los hogares y no hay forma de echarlas, pueden entrar como un virus por tu ordenador o saltar desde el plato de tu tocadiscos extendiéndose por toda tu casa... recuerda, cuando menos te lo esperes Vortex 8 estarán en tu salón o en tu cocina montando escandalo, y no lo dudes, ¡te vaciaran la nevera!


GOING UNDERGROUND 1. Adolescencia libre de Germenes

Algo está sucediendo aquí hoy,
una muestra de fuerza con la banda de los chicos
y yo soy tan feliz y tú eres muy amable
quieres más dinero, por supuesto no me importa
para comprar libros de texto nucleares para crímenes atómicos
y el público quiere lo que el público tiene
pero no quiero nada de lo que esta sociedad tiene 
me voy al underground… 
(The jam, Going Underground, 1980) 

Como a muchos otros, el punk me llegó por los Sex Pistols. Era 1980, y yo estaba en mi segundo año de instituto. Uno de mis hermanos se había ido ese año a la universidad en Florida y se expuso a músicas que no se veían en mi pueblo. A mí me gustaban las gargantas cuarentonas de los viejos dinosaurios. Escuchando a Black Sabbath, Blue Oyster Cult y los clásicos del rock como Jimi Hendrix, Cream, King Crimson y Jethro Tull. Ese año fui a mi primer concierto a ver a Nazareth y a Ozzy Osbourne. 
Mi hermano mayor llevaba un pequeño y oxidado Datsun 210 llamado HoneyBee con una ruidosa radio en el que sonaba Journey, REO Speedwagon, Molly Hatched, Foghat, Boston, Kiss y Kansas a cualquier lugar al que íbamos. Mientras que mis gustos musicales no eran ni mucho menos ilustrados para esa época, los suyos eran no menos que un espantoso asalto al gusto. A mi otro hermano le convencieron los Sex Pistols desde la primera escucha, y en cuanto lo escuche, a mí también. Encargue Never Mind The Bollocks Here’s The Sex Pistols en una tienda local y pase semanas esperando su llegada. Desesperado, encontré en algún sitio una copia y no pude quitar el disco del reproductor. Cuando llego al fin mi copia a la tienda, resulto ser un error de imprenta con los Sex Pistols en la cara A y una banda de jazz en la B, posiblemente George Benson. Mirando en retrospectiva a los Sex Pistols, es difícil creer que el disco fuese la impactante revelación que fue, una necesaria bofetada en la cara a la indulgencia del rock de los 70. Nunca habíamos escuchado nada como eso y no tuvimos suficiente, mientras, mi hermano mayor lo odiaba con una pasión igual a nuestro amor por él. 

El R&R estaba abominablemente estancado, y los Sex Pistols asustaron mucho al mainstream. Había consciencia de que el emperador no llevaba ropa, y mega estrellas como Mick Jagger, Phil Collins, Eric Burdon y muchos más se quejaban de que los Pistols no tenían talento. Tan legendarios como chapuceros fueron los conciertos de Sex Pistols, principalmente desde que sustituyeron a Glen Matlock por Sid Vicious en abril del 77. Never Mind The Bollocks es un disco firme. Desde el principio, al escuchar el lamento interminable de mi hermano mayor sobre la basura no musical que eran los Sex Pistols, esas críticas fueron un tema recurrente que soporte por mi amor al punk rock. La gente adulaba la batería de Neil Peart, o algún trabajo a la guitarra de un maestro del metal, y para mí nada de eso importaba. Bandas como Rush eran tan aburridas como la mugre, así que ¿a quién le importaba lo genios que eran? Incluso Frank Zappa deshecho el punk rock como una de las peores cosas que habían sucedido en el mundo de la música. Toda esa gente fue absorbida por sus propios ombligos, y habían perdido de vista lo que el rock más necesita. Chris Speeding, un guitarrista de sesión de renombre mundial, llego al corazón de lo que importaba en una entrevista en Sounds en octubre de 1976. 

‘Los Sex Pistols tenían buenas pintas y sonaban bien’ decía, hablando sobre la escena londinense de ese año. ‘La mayoría de los grupos eran aburridos: ellos no lo eran. Lo encontraba raro, todo sobre que ellos no tocaban música. Si eran notables por alguna cosa, era por esa. Siempre afinados y a tiempo. No puedo entender porque la gente había elegido atacarles en algo que era su fuerte. Obviamente tenían oído de plástico’ 

La autobiografía de John Lydon, Rotten, hace un buen trabajo en cuanto a romper todos los mitos y contar la verdadera historia de la banda, que es mucho más interesante que el hecho de que los Pistols eran solo ‘el gran timo del R&R’ llevado por el manager Malcolm Mclaren. Mientras que el desprecio de Lydon por las otras bandas de Londres se ha de tomar con cautela, el escrito sobre su propia banda generalmente tiene el sonido de la verdad que pocas páginas sobre la banda han tenido. 

La gente es afortunada si tienen un grupo, un disco que les haya cambiado lo suficiente su vida. Nunca hubo un disco de ninguna banda que haya pinchado cientos de veces en tan poco tiempo. Garantizado, al final lo he puesto tanto que apenas lo he vuelto a escuchar, pero tenía una gran cantidad de grupos punk para ocupar su lugar. La mayoría de los punks te dirán lo mismo, que hay un disco que les voló la cabeza y les dejó en un bravo mundo musical. Para los primeros punks, a menudo era el disco de Iggy and the Stooges, los New York Dolls o los Ramones o cualquiera de la escena alrededor de 1978 o a menudo un grupo inglés como los Sex Pistols, los Clash o los Damned. 


Los Sex Pistols hicieron una breve gira americana en enero de 1978, acabando en el horroroso concierto de Winterland en SF, obteniendo más atención de la prensa de la que un grupo tocando en esos garitos probablemente hubiera conseguido. El concierto de Winterland, con unas 600 personas, tuvo cuatro veces más público que el resto de los que hicieron en los USA. Bandas locales como los Nuns o los Avengers abrieron el show, y Penelope Houston quedo horrorizada por la conducta de sus héroes. Los Sex Pistols hicieron su concierto de forma profesional – con el ampli de Sid desenchufado – actuando como estrellas del rock, hicieron una versión de Iggy (No Fun) para puntualizar lo aburrido que estaban de todo, y cerraron el concierto con Johnny diciendo, ‘Ha, ha, ha ¿no tenéis la sensación de que os están engañando? A pesar de lo disgustados que estaban los Pistols entre sí en ese momento y con el espectáculo, la mayoría del público que asistió se vio electrificado con una música a la que nunca habían sido expuestos. Después de todo, los Sex Pistols en su peor momento eran mejor que el 99% de las bandas que tocaban en el Winterland. La banda se separó inmediatamente después de ese concierto – debido al último intento desesperado de Malcolm Mclaren por recuperar el control del monstruo que había creado – y Sid Vicious tuvo una sobredosis en el avión en el que regresaba a New York. Aunque consiguió sobrevivir a ese y otros episodios similares en los siguientes 13 meses, Vicious finalmente murió de sobredosis, y la escena punk que los Pistols habían ayudado a conseguir notoriedad internacional se desencadeno sin ellos. 

Los fieles al punk que asistieron al concierto no quedaron impresionados. La verdad es que dos bandas genuinas locales que se podían ver abrir el show decían algo sobre la escena punk de SF. La ciudad estaba superando la era hippie y había desarrollado una de las escenas punk más prosperas del país. Bandas como los Avengers, Crime, The Nuns, The Mutatnts y Negative Trend tocaban todas en el Mabuhay Gardens – conocido localmente como el Mab – a finales de 1977. Un fanzine seminal llamado Search & Destroy había salido ese año, llevado por el carismático V Vale. 

Mucho más inspiradores que la llegada tardía de los Sex Pistols había sido el concierto en el Mab en el 77 de los Damned. Mientras que los Pistols suscitaron polémicas y cosecharon fama, los Damned se habían adelantado en la conquista de las audiencias punk. Los Damned editaron el primer single punk en Inglaterra en octubre de 1976, adelantando en su edición 6 semanas a Anarchy in the UK. Fueron 8 meses antes que los Pistols a América, ayudando a dar el pistoletazo de salida a las incipientes escenas de LA y SF con su intensidad teatral maniaca e intensa. También tocaron 4 noches en el CBGB de New York y 2 noches en Boston. El cantante Dave Vanian le contó lo siguiente al periodista Caroline Coon: 

‘Creo que les sorprendimos. No se habían dado cuenta de que hubiese tanta energía en nuestra música. Ver a sus bandas…bueno, cuando estas en Inglaterra crees que las bandas de New York deben ser realmente fuertes. Pero cuando vas allí, no. Las bandas son mucho más tranquilas de lo que imaginabas. Al principio nuestras audiencias no estaban seguras de lo que estaba sucediendo, pero después era así. Todo el mundo empezó a rodearnos dándonos la enhorabuena’ 

En LA los Damned salieron con los Weirdos y se quedaron en casa de los Screamers, mostrándoles que ellos no se creían mejores al mezclarse con sus hermanos americanos. Mientras que los Pistols fueron la inspiración para muchos punks (incluyendo a los mismos Damned) fue la música de los Damned la que probablemente tuvo mayor influencia en los punks californianos de esa época. Pronto las bandas americanas tocaban a velocidades que las bandas inglesas no podían, y los Damned fueron una de las bandas que abrieron esa puerta. El intenso tren de mercancías que su música era no se encontraba en el aluvión de poderosos acordes de los Pistols o la sofisticación de los Clash. 

Los Avengers eran una de las mejores bandas de la era del 77 en SF, aunque su sonido parecido al de los Pistols y sus letras dolorosamente serias no se ganaron a la escena Avant-garde de SF. Aunque Penélope Houston tenía una gran voz poderosa y de mala chica sarcástica escondida,  más tarde se revelo como una elegante cantante folk. Había una historia contada por Gina Arnold en su libro Route 666 sobre una fan en 1979 que le pregunto a Penélope Houston: 

‘Me encanta tu banda, tú eres genial. ¿Cuándo vais a sacar un disco?’ 

Supuestamente, Houston rompió a llorar con la pregunta, por lo cual el cantante de Dead Kennedys Jello Biafra dijo que ser testigo fue una de las razones de montar su sello Alternative Tentacles. Los Avengers habían conseguido un 7” con Dangerhouse en 1978, pero se frustro la posibilidad de sacar un LP. Solo sacaron un 12” cuando se separaron, y un disco que recogía material antiguo 4 años después. Por su parte, Houston encuentra la historia un poco inverosímil ya que asegura que ella jamás lloro en público. 

‘No, no recuerdo eso’ contó en The Big Takeover en 1997, ‘pero sabes, mucho de lo que sucedió con los Avengers en esos días no lo recuerdo. La gente venía hacía mi todo el rato a contarme cosas que yo decía o pensaba, ‘Oh, eso estuvo bien para mí, te di 100$, ¿me lo puedes devolver?’ 

Los Dils se mudaron a SF en 1977 y fueron una de las primeras bandas que tocaron en el Mab, aunque se acredita a los Nuns y a Crime por ser las primeras bandas en inspirar la escena de SF. Con convicciones comunistas adultas y el compromiso de tocar shows a bajo precio y mantener una firme integridad, los Dils se hicieron honestos en Los Ángeles y en muchos otros lugares a los que iban. Irónicamente, las esvásticas eran un ícono impactante entre los punks de LA, pero Tony Kinman llevaba una camiseta con una hoz y un martillo para crear más controversia. No eran muchas las bandas que se dedicaban a conservar el completo control de todos los aspectos de sus vidas, y los Dils eran una de las más fuertes campeonas del enfoque independiente. En una entrevista con Alejandro Escovedo de 1977 a los Nuns y Jean Caffeine en su fanzine New Deseases, Tony Kinman de los Dils ofrecía sus esperanzas sobre el punk rock: 

‘Si el punk rock se preocupa de las cosas adecuadas se puede convertir en el nuevo movimiento, algo así como los últimos 60, pero más contundente y sincero. Todas las bandas rock se dieron cuenta que podían hacer la transición de ser escandalosos a amenazantes, de ser una broma a ser una alternativa’ 

Mientras que el punk estaba muy regionalizado, sin la mayoría de los punks saber lo que ocurría en otras escenas, los Dils hicieron algunas de las primeras incursiones a la parte alta de la costa oeste en 1978 (Portland, Seattle y Vancouver) un mes después de que Negative Trend fuesen pioneros en esa ruta. Rápidamente fueron seguidos de los Avengers y los Screamers. En 1979, los Dils se convirtieron en una de las primeras bandas en cruzar el país tocando en Vancouver, Montreal, Chicago, Detroit y New York. 

La primera escena de LA era todo lo que uno esperaría del punk rock en la especial expansión de la violencia y el caos que las ciudades encarnan. Los garitos raramente sobrevivían a unos pocos conciertos sin un destrozo total, y pocos lugares volvían a contratar bandas punk. Hollywood fue el foco de la escena en el periodo 77-79, con bandas como los Germs, Fear, X, Weirdos, Plugz, Screamers, The Zeros, Bags, Alleycats, The last y los Dickies tocando en sitios como The Masque, el Whiskey, Madame Wong’s y el Café Hong Kong. La revista Slash era la biblia de los punks de LA con su cofundador y escritor Claude ‘Kickboy Face’ Bassey expresando una pasión enfermiza por estos sujetos. 

Los Dickies, cuya inspiración para convertirse en una banda punk llegó por ver a los Damned, eran los mejores músicos de la escena e hicieron buen uso de su talento. Inspirados por la facilidad en el uso de la ropa del Captain Sensible y su predisposición a las bromas, fueron una revelación en su primer show en el Masque en 1977. 

‘Siendo precedidos por esa banda tan horrorosa llamada Spastics a la que algunos punks les habían echado agua con una manguera, los Dickies parecían empollones suburbanos normales’, según decía Craig Lee en Hardcore California. ‘Pero cuando la banda emergió en su tenso y machacante ataque vertiginoso, tocando punk cómico y bromista con un feroz puñetazo, el Masque exploto en un baile frenético con cuerpos que salían despedidos unos de otros’ 

El ascenso meteórico de los Dickies, llevándolos a fichar por A&M records en 1978, provocó un montón de celos hacía ellos en la escena y quejas de que solo estaban en ella por el dinero. Solo se habían imaginado a ellos como unas estrellas punk underground, con las modestas metas de aparecer en las páginas de Slash y encabezar un cartel en el Whiskey. El contrato con una major les pilló por sorpresa. El manager de otra banda les había proporcionado una prueba y se quedó tan impresionado que les financió una demo. La demo salió tan bien que en lugar de sacarla en un sello local la llevó a las majors sacando una mordida de A&M. Después de editar el EP Paranoid, editaron dos álbumes geniales en el 79 y el 80 girando por Inglaterra con el respaldo de un top ten (su frenética versión de Banana Split) y en general disfrutaron de su éxito instantáneo, eran una imagen punk inofensiva y fácilmente comercializable, pero su sentido del humor era una suma importante en la a menudo demasiado seria comunidad punk. Y su música era de las más maniacas y melódicas en circulación. 

El cantante Leonard Philips explica la filosofía de la banda. 

‘Los Dickies en su mejor momento eran ridículos, yo soy ridículo, el punk rock es ridículo, el público es ridículo. Si todo el mundo está en la onda de que en realidad es ridículo, entonces es un show genial. Nos acercamos a eso algunas veces. Lo que más me gusta de estar en escena es la risa. Una noche les dije algo a una docena de personas entre risas, y cuando los escuche fue un gran impulso. Podemos hacer una canción y todo el mundo puede estar de pie aplaudiendo, pero cuando escuché a esas personas riéndose, Conocí el tipo de emoción que deben sentir los comediantes. No importa lo que estés haciendo, solo que la gente se esté riendo de ti o contigo’ 

A primeros del verano del 78, los Dickies fueron a Inglaterra para una pequeña gira de promoción, donde se encontraron con varios grados de entusiasmo. En Birmingham es donde tuvieron su concierto más memorable. 

‘Teníamos punks y skinheads bailando pogo’, dijo Stan Lee en Flipside. ‘Era una locura, nos han escupido. Desafiaba con mi guitarra a los skinheads, solo me escupían. tres bises con esa puta mierda verde por todas partes… los podías esquivar, iban despacio, esos grandes mocos colgantes. Ese fue nuestro concierto más amenazante, teníamos a skinheads cantando a todo ¡Dickies a la mierda! O ¡echad a esos Yankis hijos de puta de aquí!’ 

Imitando la competitividad humana en otros aspectos de la sociedad, muchos punks han estado siempre fijados en ‘que vino primero’, y la gente que fue parte de las escenas en el 77 en varias partes de los USA se ven a ellos mismos como el verdadero underground del punk. Era todavía absolutamente fresco, todo el mundo de esas pequeñas escenas conocía a las otras, y la moda y cultura punk en esa época eran revolucionarias. Por otro lado, la música punk estaba muy por encima de la tierra en todo momento en esa época. Las bandas neoyorquinas e inglesas estaban todas en sellos grandes (aunque Sire era una indie cuando ficharon a los Ramones en 1975) e incluso bandas de LA y SF que no estaban en un sello grande, siempre tuvieron potencial para hacerlo, como los Dickies. Al igual que una explosión de sellos grandes ocurrió de nuevo en el punk 15 años después, los sellos grandes andaban por su perímetro entre 1977/78 buscando la próxima gran sensación en LA. La emisión en el programa de radio del legendario Dj Rodney Bingenheimer podía desembarcar rápidamente en un contrato. Cuando los Nuns bajaron a LA por primera vez, asumiendo que nadie de fuera de SF los había escuchado, les impacto que Bingenheimer había estado pichando su música de forma regular. Después de su concierto en el Whiskey, había media docena de representantes de sellos intentando ficharles. Había pocas distinciones sociales entre los que lo hicieron y los que no, ya que Iggy Pop se mezclaba con los Screamers y los Nuns, y Joan Jett de las Runaways era un elemento fijo de la escena underground de Hollywood. Ella está acreditada como productora del disco de los Germs GI, aunque muchos han cuestionado si ella era lo suficientemente coherente para dirigir con lucidez el trabajo de la banda. La primera evidencia de la futura escena Hardcore se ve en 1978 en grupos como Germs y Middle Class, que eran más abrasivas e intensas que la mayoría de los grupos que tocaban en Hollywood, tanto como bandas alejadas de la escena como Black Flag. 

 Las Go-Go’s incluso tuvieron sus inicios en la escena punk de Hollywood. Mientras que ellas tenían una inclinación pop, eran una banda más garaje en 1978, y cantaban rabiosas canciones sobre derrocar al gobierno. La fase duró hasta 1980, ya que al tener talento musical fueron replanteadas y se orientaron hacía una dirección decididamente más pop con la que se hicieron famosas. Una entrevista en enero de 1979 en Flipside muestra a una banda bastante distinta a la que se presentó al año siguiente para el consumo de masas. 

Cuando fue preguntada Jane Wiedlin si quería salir de la banda cuando fue fundada, replicó ‘yo quería vomitar en el escenario, destrozar mis ropas y teñir mi pelo’ y Margo añadió, ‘escupir a las chicas del valle’ Belinda Carlisle pronunció, ‘las compañías discográficas son un poco temerosas y no asumen riesgos. Juegan sobre seguro al fichar esas bandas de mierda’ 

En un show en Elks Lodge en marzo del 79 con las Go-Go’s, los Wipers, los Zeros, Plugz, X y los Alley Cats, un gran contingente de policías antidisturbios entro en el edificio. Fue un poco raro, ya que eran el tipo de agrupación ecléctica de bandas que hacían que la escena fuese tan vibrante, pero ni siquiera era un espectáculo tan "punk’. La policía no hizo distinciones, después de entrar y ser abucheada, cargaron de repente y empezaron a golpear a la gente sin ninguna razón. 

Joe Nolte, del primer grupo de LA, The Last, que estuvo involucrado en la escena fechada en 1976, fue al show del Elks Lodge y lo recordó escribiendo en su diario. 

‘En el momento en el que entramos en el aparcamiento del Elks Lodge ya estaba tan mal como lo estaba en el Masque. Nos terminamos unas pocas cervezas y nos dirigimos a la puerta. El espectáculo que nos recibió era la cosa más alentadora que había visto en meses. ¿Qué AÑO es este? ¡Las escaleras estaban llenas! ¡Había tanta gente como la que había asistido a primeros del 78! Si necesitabas pruebas de que la escena estaba todavía viva, aquí la tenías’ 

Después de ver a unas pocas bandas, incluyendo a las Go-Go’s y a los Zeros, Nolte regreso para descubrir que el bar estaba cerrado. Se paseo por el vestíbulo sorprendido de porque estaba el bar cerrado a medianoche y porque estaban los polis afuera. No había visto policía antes en los conciertos del Lodge, y este era el más calmado de todos. Mientras estaban tocando los Plugz, volvió a entrar para buscar a sus amigos, y se volvió atrás cuando no encontró a ninguno. 

‘Mientras salía de la parte alta de las escaleras, todo el mundo empezó a chillar. Busque por todas partes tratando de averiguar de que iba toda esa conmoción. Entonces se abrieron las puertas. 200 policías con material antidisturbios se amontonaron. Mi primer pensamiento fue, ya que empecé a recorrer mi camino de regreso, ‘mierda, ¿esto significa que no tocan ni X ni Alley Cats? Después tuve noticias de Diane y Randy – ambos de los Alley cats. Se estaban riendo de forma inexplicable. Ahora vas a entender que todo esto fue concebido con el único propósito de grabar un disco en directo de los Alley Cats. Tenían todo el equipo de grabación y de video montado. Miles de dólares se invirtieron en el concierto. Y Elk’s Lodge habían llamado a la poli. Y Randy y Diane solo se reían’ 

El multiculturalismo de la escena de LA se vio reflejado en ese show. Diane Chai, bajista y cantante de los Alley Cats era asiático americana. Los punks chicanos The Plugz abrazaban su herencia, rompiendo a través de versiones aceleradas de La Bamba y llevando su cultura al punk. Otra banda enteramente mejicana que venían de cerca de San Diego y Chula Vista, los Zeros, preferían más el tradicional sonido power pop e incluso les llamaban ‘los Ramones mejicanos’ Karen Allman de la banda punk Conflict de Tucson estaba muy influenciada por los punks de color de la escena de LA como ella recuerda: 

‘La bajista con más talento que he visto tocar en una banda punk era Diane Chai. Ella tenía también una forma de cantar distintiva. Leí sobre ella en Slash y compré su primer 45, estaba muy excitada cuando vinieron a mi ciudad un par de veces. Nunca había visto a una asiática americana tocar en una banda de rock antes. Crecí en Phoenix, así que formaba parte de ello. El EP That Yes, L.A. con canciones de X, Alley Cats y The Bags también fue rompedor. Coleccionaba todo tipo de discos de esa época, pero los de Plugz, Brat, Alleycats, los Bags, los Weirdos, los Zeros siempre serán especiales para mí’ 

Joe Nolte resume el concierto del Elk Lodge: 

‘Nos metimos todos en el hall. Los Plugz continuaron tocando. Los polis aparcaron en la puerta. Los Plugz acabaron su canción y dijeron, ‘La policía está aquí, vamos a parar’ ‘Noooo’, grite yo, al igual que la gente de mi alrededor. Los plugz siguieron tocando, busque caras conocidas a mi alrededor. No pude ver a nadie. Observe a los polis aparcados afuera, comparando mentalmente la cantidad que había con la que había visto entrar. Me di cuenta de que podían dar de ostias a la gente escaleras abajo mientras yo permanecía allí viendo a los Plugz. Decidí irme, camine hacia la puerta y me dijeron ‘no te puedes ir’ Bueno, regrese y entre el público encontré a Mike, Cindy y Guy Lopez. Habían encontrado una escalera secreta en la parte trasera. Mike, Guy y yo decidimos salir por ahí. Cindy quería quedarse. Bajamos corriendo las oscuras escaleras, a la puerta que daba al exterior. Estaba cerrada, con la ayuda de otros, tiramos la puerta… estábamos fuera. La calle estaba repleta de gente, algunos obviamente heridos. Encima de nosotros un helicóptero estaba dando vueltas. 

‘Aguantamos allí un minuto, comprobando los coches aparcados con los parabrisas rotos. Llegaron noticias de que venían por ese camino. Nos dividimos en la 6th, dándonos la vuelta y volviendo a encontrarnos en el este de la calle. Mike estaba preocupado por Cindy, así que decidimos regresar. Corrimos por el parking de la escuela de arte, bajo el túnel, y entramos por la entrada sur. Afuera había ruido de sirenas, carreras y gritos que se escuchaban por encima del tráfico del centro. 

‘Nos sentamos sin aliento en la habitación, la misma en la que habíamos tocado con Furys y Zippers en junio. Dentro, todo estaba tranquilo. Nos metimos en el vestíbulo y subimos las escaleras. Arriba fuimos acosados por un par de policías de paisano denegándonos la admisión. Abajo pasamos por entre 60 o 70 policías que estaban en el vestíbulo. Estaban relajados, gastando bromas y riéndose. Evidentemente habían sido entrenados para esa noche. Es extraño, pensaba que había sido espontaneo’. 

‘Afuera en Parkview, vimos que la intersección de la 6th había sido bloqueada. En cada sitio veíamos chavales que estaban siendo acosados, apaleados, expulsados – todo mientras en el hall mucha gente estaba atrapada sin posibilidad de salir. Los chavales gritaban, ‘¡Nazis!’ y la verdad es que sonaba redundante – el inherente fascismo de esos cabrones era dolorosamente obvio’. 

‘Nos dirigimos a Parkview donde nos encontramos con Marz, David (Nolte), Danny (Nolte) y Michelle (Alesi) sentados en un muro. Nadie sabía dónde estaban Ron (Reyes), Janet (Housden) o Dez (Cadena). David se había dejado su chupa dentro, en la habitación donde los Zeros habían escondido su equipo. Le di mis llaves y decidí ir a intentar recuperarla. Guy y Mike vinieron conmigo’. 

‘Corrimos arriba y abajo por Wilshire a un lado de la calle para encontrar la salida de la 6th. Algunos capullos habían bloqueado las puertas. Pasamos unos minutos inútiles intentando abrir la puerta, pero sin éxito. Así que regresamos y dimos la vuelta para entrar de nuevo al edificio por la entrada sur. Algunos policías de paisano vinieron corriendo, les explicamos nuestras intenciones y nos permitieron entrar. Los 60 polis estaban todavía con su pequeña hoguera en el vestíbulo. Subí despacio las escaleras y a medio camino escuché una voz gritando ‘¡Baja!’ Me di la vuelta a la vez que vi algunos cerdos subir, agarrándome y arrojándome escaleras abajo. Cuando estaba volando, percibí una mirada impactante en la cara de Mike. Levantándome yo solo, me encogí de hombros y salí con Mike y Guy. Tuvimos que admitir la derrota’. 

‘Afuera, nuestros amigos de azul estaban calentando la fiesta, ¡Iros a casa!, ¡fuera de aquí! Lo chavales en un parque, intentando escapar, escondiéndose. Polis en motos recorriendo el parque. En medio de todo ese caos nos paramos a hablar con John Jones en su coche. Mientras charlábamos los polis empezaron a moverse en nuestra dirección. John se apartó y Mike y yo nos encaminamos hacía el coche, todavía sin señales de Ron, Janet o Dez, esperamos ansiosos, reflexionando sobre nuestro próximo movimiento. Los policías se estaban acercando, dando de ostias a todo el que se cruzaban. Pensamos en separarnos, escondernos en el parque, tácticas defensivas… más policías en moto pasaron rugiendo por delante de nosotros debajo del parque. Sin salida. De repente nuestros amigos escondidos aparecieron’. 

El grupo se las arregló para salir ileso, pero estábamos completamente perdidos sobre que causó los disturbios. Fue uno de los primeros disturbios sin control de los polis contra los punks, pero la violencia policial se convirtió rápidamente en algo habitual en los conciertos de LA con el paso del tiempo. El acontecimiento causó una gran impresión en Nolte, que escribió una de las más rabiosas canciones punk de Last, Walk Line Me, en respuesta a esto y a un concierto de los Germs en Riverside unos días antes. La pesadilla de Elks Lodge fue también inspiración para un joven Shawn Stern, que no estuvo en el concierto, para montar Better Youth Organization (BYO) y trabajar en el underground donde los punks llevaban sus propias salas y no estar siempre a merced de los paranoicos y asustados propietarios de los garitos. El concierto fue un punto de apoyo en la historia del punk en LA, ya que en 1979 se vería el desarrollo de un underground punk que se dio cuenta de que un acercamiento a la ética DIY les aseguraba una gran libertad. Y todavía lo es, ¿Quién se lo iba a creer después de 20 años de haber sido golpeado por la policía en un concierto de las Go-Go’s? 

Mientras que el periodo entre 1976-79 fue el más grande de las escenas punk de LA, SF y New York, las escenas funcionan en contra de la mayoría de las bandas en cuanto a fomentar un espíritu DIY. Entre la indulgencia nihilista que era la marca comercial del primer punk, y tener alrededor a las compañías que estaban dispuestas a editar sus discos, unas pocas bandas en las grandes ciudades pensaron en hacer lo que fuera necesario para documentar su legado. Si no fuese por el legendario sello independiente Dangerhouse en LA, un montón de grandes bandas de esa época – The Bags, Dils, Weirdos, los Avengers, Alleycats – no hubiesen sacado ningún vinilo. En otros lugares del país era una historia diferente. En multitud de lugares que había incipientes escenas o ninguna, los punks corrían tremendos riesgos para dejar su huella. En Lodi, New Jersey, los Misfits editaron su primer single en 1977 en su propio sello, al que llamaron Plan 9 records al siguiente año. 

Los Misfits nunca encajaron en ningún lugar ya que fueron anteriores a la escena hardcore de NY, pero no fueron parte de la escena punk de Manhattan del 77. Sin poder conseguir clubs donde los contrataran, se rinden a Nueva York hasta cierto punto y nunca se molestaron en formar parte de la escena punk undeground de la ciudad cuando esta se estableció. Para el año 81, ellos estaban tan consolidados que no lo necesitaban, habiendo hecho giras en Inglaterra con los Damned y ser capaces de ser cabezas de cartel en cualquier garito que quisieran en los USA. Walk Among Us se grabó con el sello de Slash Roby Records, y al igual que otros grupos de Slash de esa época, ellos aspiraban al estrellato más allá de la escena underground. Solo alcanzaron esa clase de éxito a título póstumo, así que estaban obligados al modelo DIY y sacar la mayor parte de su material en Plan 9. 

Chicago fue el hogar de uno de los primeros clubs punk por vocación, La Mere Vipere – similar al Mabuhay Gardens y en oposición a clubs como el CBGB que simplemente adoptaron el punk – quel disfrutó de su existencia en 1978 antes de que se quemara hasta sus cimientos. Cuando grupos como Bowie, Iggy o Devo estaban en Chicago, tocaban en grandes recintos, luego se refugiaban en La Mere, lugar frecuentado por un pequeño sector de los punks originales de Chicago, ya que allí no tenían el peligro de ser acosados por los fans. En North Caroline estaban los H-Bombs de Peter Holsapple antes de que formase los dBs y otras bandas entre Raleigh/Durham en 1979 incluyendo Th’ Cigarezt, Butchwax y los nueva oleros X-Teens. 

Seattle dio lugar a los Fastbacks en 1979, formados por Kurt Bloch después de disolver su primera banda, los Cheaters. Bloch montó el sello No Three’s en 1979 para editar el single de los Cheaters, y otra banda local, los Accidents, fueron su primera edición. 

‘Pensamos, vale, montemos un sello’, le contaba Bloch al fanzine Noise For Heroes en 1991, ‘ya que en 1979 nadie iba a sacar un disco nuestro. El emblema de los Cheaters era el signo de No Three; Teníamos una señal de tráfico que en vez de decir no girar a la izquierda decía No Three’s; la llevábamos a nuestros conciertos y la poníamos detrás de nosotros cuando tocábamos. Así que dijimos, vale, porque no hacemos No Three’s Records, y los chicos de Accident dijeron, hey, eso suena bien; queremos ser parte de ello. Así que su single había salido un par de meses antes de que lo hiciera el de Cheaters. Prácticamente lo pagaron todo; nosotros solo pusimos nuestro sello y lo enviamos. Ellos tenían todos los discos, creamos la ilusión de un sello discográfico’. 

A la estela de los Cheaters, los compañeros de clase del instituto Kim Warnick y Lulu Gairgulo se unieron al grupo y los Fastbacks habían nacido. Junto a Kyle Nixon de Solger, que estaba forjando vínculos con el mundo exterior del punk llevando bandas hardcore a la ciudad, No Three’s inició la marcha de la escena en Seattle sacando a los primeros singles de los Vains, Silly Killers y los Fastbacks en los siguientes 2 años. 

Los Wipers se establecieron como la vanguardia de la escena punk de Portland en 1978 con bandas como Neo Boys y King bee, y a pesar de su brillantez salvaje e incursiones a California para tocar en shows como el del disturbio de Elks Lodge, pasaron años revolcándose en la oscuridad. Según dice el frontman Greg Sage: 

‘Fui muy afortunado por tener mi propia máquina de prensar discos profesional cuando estaba en 7º curso debido a que mi padre trabajaba en la industria de la radiodifusión, prensaba discos a mis amigos de canciones sacadas de la radio y aprendí el arte de hacer discos antes que aprender a tocar música’. 

La experiencia hizo que Sage se enamorara del arte de grabar, y se comprometió con la idea de la independencia total al hacer discos. Rechazo la noción de hacer cualquier tipo de promoción o las cosas tradicionales que se hacían para vender discos, y creía firmemente que la calidad de la música y el boca a boca es todo lo que se requería. 

En Miami, The Eat firmaron por Giggling Hitler Records para editar su 7” Communist Radio en 1979. The Suicide Commandos, que se juntaron en Minneapolis en 1974, fueron la primera banda que el nuevo sello Twin/Tone Records sacó en 1979. Más allá de los famosos Dead Boys, Cleveland fue uno de los epicentros del primer punk con bandas como Pagans, Rocket From the Tombs – con David Thomas de Pere Ubu a las voces y Cheetah Chrome de los Dead Boys a la guitarra – AK 47, Wild Giraffes y muchos más. 

Innumerables pueblos y ciudades a lo largo de todo el país contribuyeron a la diversidad de la nación punk, y pusieron los cimientos con sus iniciativas DIY para las generaciones venideras. Aunque el centro de atención permaneció en LA y New York a finales de los 70, el punk fue siempre un fenómeno nacional. 

La única y autentica Biblia del Heavy-Metal: Letra F

 










¿Por qué no le escupes a tu puta madre?

 

'Solamente contábamos en nuestras letras lo que todo el mundo pensaba, no inventamos nada nuevo'

Eso es lo que contaba La Polla Records sobre la temática de sus letras y eso mismo es lo que expresaron en ese paraguas que les parapetaba de la indeseada lluvia que les caía sobre el escenario.
Hayyy, escupir... siempre ha sido una buena forma de mostrar desprecio o sacar fuera algo indeseable que pulula por tu garganta. Se escupía a los policías en las manifestaciones, los mineros ingleses en huelga escupían desde los piquetes a los esquiroles, escupían a los ciclistas que no eran italianos a mediados del siglo XX por esas carreteras llenas de baches que subían por los dolomitas alpinos, encima de cargar con sus maquinas de hierro también lo hacían con esa hidratación extra que ninguno había pedido (bueno, también lo hacían en las montañas francesas o españolas, el puto patriotismo) y ya que hablamos de deporte, se escupía en los campos de futbol al césped o a la cara del contrario, aunque luego lo negasen, ¿verdad Juanito?

Y llego el punk y lo que era desprecio se convirtió en reconocimiento, de esta manera si te caía un lapo, pollo, gargajo, escupitajo, salivazo es que te querían.
'Johnny Rotten escupió y se sonó las narices (tenía sinusitis). Se rumorea que sus fans empezaron a imitarle y la gran locura se puso en marcha'
Repasemos que opinan los protagonistas pasivos de esa lluvia verde que les caía llovida no del cielo, sino de las gargantas de sus fans:
'No quiero que me peguéis una hepatitis o cualquier otra enfermedad' dijo Stiv Bators en Rock-Ola antes de abandonar el escenario hasta las narices de recibir los gargajos del excitado público que pensaba que el punk no había muerto, aunque no estuviesen viendo a los Dead Boys, sino a los Lords of the New Church... y eso que no vio como dejaron a German Coppini cuando le cantaba al ayatola que dejase su minga en paz.
En el mismo escenario pusieron a caldo a los UK Subs en una de sus visitas aunque según contaba el locutor del Discocross Mariano García ellos hicieron lo mismo cuando fueron a cubrir con reportaje fotográfico su paso por Madrid. Cuenta que las fotos salían distorsionadas por haber caído algún proyectil ingles sobre el objetivo de la cámara, ¡menudo puntería! y vaya exageración la del periodista.
Por no decir que las crestas de Exploited acababan blancas después de cada actuación.
'En el Marquee una ducha de escupitajos y baba manaba del patético público aterrizando como nieve sobre el escenario. Me metí en un lio con algún cretino que con  excesiva puntería acertaba sobre las baquetas con demasiada carga explosiva. Cada fin de semana acudían puestos hasta las cejas a ver un grupo tras otro con la única intención de escupirles porque era lo último' apunta Richard Dudanski en Londres, ciudad ocupada.
'Nos gustaría pediros que por favor, no escupáis. Nos hacéis perder el ritmo' The Clash.
'Escupir, aparte de asqueroso, es gente haciendo lo que se espera de ellos en vez de lo que realmente quieren hacer' Lester Bangs.
'Uno de los punks le zumbó al cantante de Alien Sex Fiend rompiéndole el brazo. Él también se pasó con el punkie tirándole un escupitajo anteriormente' Toni el Gitano en el libro ¡Bacalao! comentando conciertos en Chocolate.
'A mí no me escupas, soy punkie pero no gilipollas' Goma de Broma de Satán en programa de radio Crisis
'Escupir fue una moda horrorosa de garrulos y uniformados' Ana Curra.
'Escupe al alcalde, escupe al ministro, escupe al estupa... que va en su ritmo' Cikatriz.
'Hoy me estáis llenando de escupes, cabrones' Iosu o Jualma Eskorbuto... que más da.
'No nos importa demasiado que nos escupan porque no va con mala intención' Decibelios.
'A mí si. Lo que más me molesta es que me toquen la guitarra y que me escupan' Manel, guitarrista de Decibelios.
'Punks y  skins escupiéndonos en una auténtica locura. Yo les desafiaba con la guitarra pero seguían escupiendo. Toqué 3 bises con esa puta mierda verde por todas partes. Grandes mocos colgantes' Stan Lee, guitarrista de The Dickies hablando de algún concierto en su primera gira inglesa.
'Escuchábamos a Who y Zeppelin y tocábamos entre guerras de saliva, gargajos y sangre. Un ritual repulsivo que se reproducía cada noche. Asqueroso'. Billy Idol en Dancing With Myself.

En Rock-Ola, Templo de la movida encontramos salivazos a espuertas:
Cuando la cantante de Revillos recibe el primer escupitajo, se mosquea y avisa que si siguen escupiendo, deja de cantar. La amenaza no surge efecto, le caen unos cuantos gapos más y mosqueada tira el pie de micro y se larga. La organización avisa que si no dejan de escupir tendrán que suspender el concierto... y reciben su ración de escupitajos, por lo que se van también mosqueados. Finalmente parte del público convence a los lanzadores de misiles que dejen tranquila su saliva en sus bocas para no quedarse sin concierto. Los Revillos terminan su actuación.
Siouxie se enfada por recibir su ración, algo que sorprende a los punks porque piensan que ella fue la inventora con Sid Vicious cuando tocaba la batería en su banda. La sala abarrotada es compasiva y ceja en su empeño para alivio de los organizadores que no han de intervenir... no llevaban chubasquero.
Con The Cramps vuelve la borrasca y a su batería no le hace ni puta gracia, arrojando un plato a la audiencia y el ángel de la guarda punk sale al quite evitando que nadie pueda presumir de cicatriz provocada por tan ilustre elemento.
Isma de la Broma de Satán defendía su derecho a permanecer seco a base de guitarrazos y patadas... pocas bromas con la Broma.

LOS GRANDES HITS DEL ESCUPITAJO

1. Johnny Ramone Llora. En su primer viaje a Inglaterra en 1976, los Ramones abrieron para los Flamin’ Groovies en el Roundhouse. El Groovie Chris Wilson comentó, “cuando salieron, Johnny era un mar de lagrimas porque los punks habían estado escupiendo a la banda. Esto era algo genuino de Londres – nadie lo hacía en New York. Recuerdo escucharle decir, “lo han hecho en mi guitarra…¡¡en la púa!! Y Joey no se enteraba si les caían bien bien o no. ¿Les ha gustado? ¿Nos odian? No se enteraba”. Los Ramones tuvieron un gran éxito en Inglaterra. 

2. A Lita Le Encantan Las Flemas. Lita Ford, guitarra solista de The Runaways, tenía aprecio por la saliva. Ella hizo un comentario, “(en Inglaterra), cuanto más te escupían, mejor eras, claro que si. Teníamos flemas colgando de nosotras al final del concierto. Era genial. Ahora corro a por alguna toallita anti bacterias, pero por aquel entonces era impresionante. ¡Tío, mira ese salivazo en tu rodilla, como mola! Teníamos lapos por todos lados”. 

3. Mudhoney Gastan Bromas Pesadas. En el libro Our Band Could Be Your Life, el autor Michael Azerrad escribió sobre la gira Mudhoney/Sonic Youth por el Reino Unido, “En Manchester alguien del público empezó a escupir sobre Mudhoney, pensando aparentemente que el rollo viejo del Punk aún prevalecía en los USA. El cantante Mark Arm con cara de póquer delante del micro dijo que, aunque escupir no era un rollo de Seattle, era muy apreciado en la tierra de Sonic Youth, New York. Los saludos con saliva cesaron, para reanudarse multiplicados por diez cuando Sonic Youth salieron a escena. En un reportaje, el pelo de Thurston Moore estaba pegajoso por los lapos y tenía que sacudirlo con fuerza con sus manos periódicamente” 

4. La Sinusitis de Johnny Rotten. Es probable que la moda de escupir empezase porque Johnny Rotten sufría congestión nasal y de garganta. Incluso se sonaba en un pañuelo y escupía en el escenario, o sobre el pañuelo. En los primeros días de Sex Pistols, los jóvenes punks intentando imitar a su ídolo empezaron a toser flemas. Los Pistols fueron la primera banda en asociarse con escupir y vomitar. 

5. Escupiendo en Belfast. TV Smith de los Adverts describe una noche en Belfast, 1978, en la historia del Punk irlandés, It Makes You Want To Spit, “alcanzamos el escenario con el mayor aluvión de lapos que jamás he visto. La audiencia de Belfast había oído hablar de la manía de escupir…en la escena punk inglesa… y estaban ahí para demostrar que eran tan punks como cualquier otro. Para nosotros, todavía, tocar bajo una tormenta de escupitajos y tener nuestras ropas costrosas y malolientes durante toda una gira era algo que hace tiempo que habíamos llegado a odiar…el concierto se convirtió en un caos cuando nuestro manager salió y suplicó al público que dejara de escupir…se encontró con el inevitable saludo de lapos…Eso fue los Adverts en Belfast. Nunca regresamos” 

6. Un Eficiente Regreso. A Peter Perret, de los Only Ones, le escupieron en un club de Birmingham. Él pateo al agresor en la cabeza, mientras le decía: “mira, si realmente quieres hacer algo, me gustaría que me encabrones, porque me gustan los deportes acuáticos.” 

7. Imágenes de Salivazos Míticas. El cineasta Julián Temple, que realizó el muy elogiado documental sobre los Sex Pistols The Filth And The Fury, informó en un reciente show, “cuando los Sex Pistols tocaron por fin en Leeds, todos los chavales del público sentían que debían llevar imperdibles, romper sus ropas y escupir todos al grupo. Todavía recuerdo esa sorprendente imagen, cuando Rotten salió por fin al escenario, era como la batalla de Agincourt. Estaba esa salva repleta de lapos volando por los aires que acabaron colgando de John como si fuera una medusa. Parecían pelo verde, o serpientes.” 

8. Proyectiles Ofensivos Siouxsie de Siouxsie & The Banshees recibió un lapo en su ojo cogiendo una infección. Adam Ant pilló una conjuntivitis por caerle un gargajo en su ojo en un concierto de Sex Pistols. Lydon escribió, “es la razón por la que lleva un parche en el ojo. Todo el mundo piensa que es parte de aspecto pirata, su gran aspecto.” 

9. Handsome Dick Manitoba Contraataca. En exclusiva para este libro, Manitoba cuenta: “recuerdo ir a Inglaterra para abrir para Stranglers en una gira en el 77. Estaba de moda en esos días una historia llamada ‘el truco del lapo’” 

Y ocurrió cuando el Sr. Manitoba estaba bebiendo o un zumo de naranja o un ginger ale. Un milagro glandular tendría lugar poco después – Manitoba podría ser capaz de fabricar un enorme lapo de saliva que lentamente se encaminaría desde su boca hacía el suelo. Dos, tres e incluso cuatro pies de lapo estirándose desde la boca del Sr. Manitoba hasta el suelo era una ocurrencia común. El lapo era lentamente, como si fuera una serpiente, ‘absorbido’ de vuelta a la boca del Sr. Manitoba antes de alcanzar el suelo. Después, en una sucesión rápida, ponía al lapo a subir y bajar, saliendo y entrando de su boca. La gente se volvía loca, gritos de ¡el truco del lapo! le siguieron por los escenarios de todo el mundo, antes de que los fans echaran un vistazo a ese milagro moderno. Siendo un maestro en ese arte, Manitoba no tenía miedo de los británicos. “Eso no es nada para mí”, decía, “puedo manejar la situación” Mandé al público ingles a la mierda con un misil de 20 pies, al que ellos respondieron con una nauseabunda cascada de lapos que cubrió todo el escenario. Ellos ganaron, y Mark “Animal” Mendoza, nuestro bajista, casi abandona la gira allí mismo. Pero fue lo suficientemente hombre para aguantar.” 

Sacado del libro de listas Punk.


Definitivamente, el punk podía haber dejado a rebosar los pantanos... chúpate esa, sequia pertinaz!!!