GOING UNDERGROUND 12. Tierra Quemada.

Adreanlin OD fue parte del principio de la escena, y aunque eran de New Jersey, tocaban en la ciudad bastante para ser considerada una banda de New York. Ellos definieron el genero del punk suburbano, y se deleitaban en su origen suburbano más que tratar de ocultarlo. Sus primeros trabajos fueron de lo mejor, con canciones como Trans Am – ‘… ya que mama está pagando tu seguro, no tienes que preocuparte de nada, excepto quizás dinero para gasolina, y apuesto a que puedes recoger un montón de chicas muy dulces en tu nuevo Trans Am, incluso todo el equipo de animadoras…’ – del Ep Let’s Barbeque. Creo que Trans Am fue probablemente la original inspiración de Bitchin’ Camaro de Dead Milkmen (Aunque los Milkmen nunca han admitido su falta de respeto, y la tradición de la rivalidad Pensylvania/New Jersey les previno de hacer eso, los miembros de Adrenalin siempre vieron a los Milkmen como unos recien llegados al divertido juego del punk). No solo eran AOD divertidos, sino que tenían una sorprendente velocidad y un zumbido intenso. El sello de AOD que empezó lanzando Let’s Barbeque se llamaba Buy Our Records, se convirtió en un saludable sello punk para las bandas de Philadelphia y New jersey.
‘Monté Buy Our Records para poder sacar nuestro primer Ep’, dice el cantante Paul Richard, que se inmortalizo él mismo en Paul’s Not Home, una estúpidamente simple pero brillante canción de NY Thrash. ‘Después de eso, deje a unos amigos usar ese nombre, ya que los distribuidores ya estaban familiarizados con él. Todos pagaban por sus propios discos en ese momento. Después de eso, otras personas con más dinero se lo tomaron en serio, en ese momento pasé de todo el asunto y solo fui una banda en el sello’.
El batería Dave Scott se metió en el punk en 1979 por medio de su medio hermana llamada Mick Jones, escritora de Mouth of the Rat, y cada vez que los Clash aparecían por New York, ella aparecía por los shows. Consiguió ver la gira del Give Em Enough Rope de frente y en el centro, lo cual fue como una experiencia religiosa para unos impresionables 14 años. Él recuerda la primera misión de Adrenalin OD cuando se juntaron, en una entrevista con Spontaneous Combustion:
‘La única dirección que tomamos cuando empezamos fue que queríamos ser la banda más rápida del mundo. Paul y yo estábamos muy metidos en la escena de DC y LA. Black Flag, Circle Jerks, SOA, Minor Threat. Lo de tontos es realmente porque somos unos hijos de puta tontos en la vida real. Teníamos esa especie de conexión de equipo cómico. Éramos graciosos dentro y fuera del escenario. Todo lo del escenario era 100% espontaneo y es por lo que a la gente le encantaban los shows en directo’.
The Nihilistics eran un grupo de tipos que tomaban su nombre un poco demasiado en serio con la imagen que ellos cultivaban, pero producían música poderosa. Una de las más infames peleas que ocurrió entre los públicos de Boston y New York fue cuando los DYS de Boston tocaron un show en el Rock Hotel con los Nihilitics. Al igual que TSOL, ellos eran el último grupo con los que quisieras pelearte. Jack Rabid los recuerda muy bien debido a su rol como sus protectores por un tiempo.
‘Muchos chicos hardcore del 84 se dedicaban a perseguir homosexuales. Una foto de Harley Flanagan (batería de los Stimulators y de Murphy’s Law) salía en una revista gay con un ‘cuidado con este tipo’. Golpeaban con saña a los hombres homosexuales. Recuerdo escribir sobre ese chico hardcore que había sido empujado a una vía del tren por una pandilla de metaleros y acabo muerto, fue asesinado. Yo dije, esto es un acto atroz, pero ¿es menos atroz andar con una palanca golpeando a un gay sin sentido? ¿No es lo mismo que juzgar a otra persona por algo como su personalidad? Por supuesto, la agudeza intelectual de esos chicos hardcore débiles de mente de mediados de los 80 fue tal que decidió que yo era una persona horrible y que había comparado a su camarada caído con un gay en su lógica retorcida. Así que de repente, yo era alguien que había que golpear. Olvídate de los gays, vamos a golpear a Jack Rabid’
‘Durante semanas estuve mirando por mi ventana y los veía esperarme, justo ahí abajo, en la calle. Se puso de tal modo que no podía salir de mi casa. Quiero decir que no importaba si yo fuese como Hulk, no voy a dar de ostias a 7 personas. Algunas veces subían las escaleras y llamaban al timbre, y no había forma de salir. Tuve que pillar a los Nihilistics de guardaespaldas si quería ver un concierto. Cuatro de ellos me rodeaban mirando a la gente. No podían tocarme. Era hilarante. Caminaba como si tuviera una nube alrededor. Si te andabas con bromas con Mike de los Nihilistics, lo ibas a pagar. Mas tarde fue guardia de Riker. Los convictos más serios y endurecidos que el sistema de Nueva York podía escupir, no aceptaban ninguna mierda, y mucho menos un grupo de chiflados de 17 años de edad. Solo me quedaba allí, ‘hmmm, ahhh, ¿no es este un gran show?’ y él gruñía, ‘si, es un show genial, Jack, no te preocupes, te cubrimos tu espalda’ Eran unos amigos geniales si te atacaban’.
Los Nihilistics mantuvieron seguidores fieles en la escena, vendiendo entre 25 y 30000 copias de su álbum debut a finales de 1984. El guitarrista Chris T y Mike King se juntaron en el instituto de Linderhurst en el South Shore de Long Island, y a finales de 1979 se asentaron con Ron Rancid como cantante. Sus conciertos eran intensamente caóticos, ya que se empeñaban en agredir a sus audiencias con un bombardeo musical y abuso verbal solo por desilusionar a cualquiera de pensar que sus raíces de Long Island los hacía más suaves que las bandas que vivían en el Lower East Side. Tenían una visión mixta sobre las felices audiencias que se desarrollaron con el paso del tiempo, pero pensaba que todo formaba parte de la filosofía de "ignorar a los héroes" que hizo del punk lo que era.
‘Si es una genuina reacción al contenido lírico de la música, no me importa’. Le contaba Ron Rancid a Newsday después de un concierto en otoño del 84 en el CBGB, hablando con los labios ensangrentados después de las violencias lúdicas con el guitarra de Agnostic Front Vinnie Stigma y otros fans. ‘Es como un partido de futbol en el que hay un equipo de 4 personas contra 5 equipos completos. Así es como a veces te sientes. Tiene que ver con la rebeldía contra la imagen de estrella del rock – ‘no me toques, soy mejor que tu idea. No somos mejores que nadie. Somos iguales. No somos testigos; queremos participar’
Los Beastie Boys fueron una de las inesperadas historias de mega éxito en emanar de la escena hardcore de NYC, pero al mismo tiempo quizás no fue una sorpresa. Su fase hardcore en realidad no fue muy larga, y se tomaron toda la escena con la menor seriedad posible. El ex cantante de Even Worse John Berry, Kate Schellendbach y Michale Diamond habían tocado juntos en otra banda y reclutaron a un fan solitario para tocar con ellos. Querían un nombre estúpido como Angry Samoans, así que John Berry apareció con Beastie Boys, que venía de Chicos que Entran en Estados Anárquicos Hacía la Excelencia Interna.
Su primer concierto fue en agosto de 1981 en el loft de John Berry, por el cumpleaños de Adam Youth. Desde allí fueron a hacer su primer show en un pequeño antro llamado el A7, que era el que se usaba principalmente por las bandas incipientes Thrash de NYC. La explosión principal de los Beastie Boys llegó cuando los Bad Brains les ofrecieron abrir en el show de clausura del legendario club de New York, el Max’s Kansas City. Darryl Jennifer de Bad Brains recuerda divertido mezclar a los Beastie Boys con la ortodoxia Rasta, y como les rebotó en la cara. Mientras que el rollo de los Bad Brains podía funcionar en el racialmente dividido DC, New York era como un crisol de culturas viviendo mezclados que nada le inmutaba. Mike Diamond estuvo a la altura del desafío y fundó otra banda llamada Lucifer’s Heretical Imperial Knights of Schism, llevando una fregona en su cabeza y burlándose del falso acento jamaicano de los Bad Brains. Los Knights tocaron un infame concierto el club 2+2, entre la calle 2 y la Avd. 2 en septiembre del 82. El propietario del A7, Dave Gibson estaba buscando un lugar más amplio, y el 2+2 fue una continuación de corta vida del A7 que solo duro unos pocos meses. Acompañados de Reagan Youth, MDC y Bloodclot, el tema de la noche fue bajarle los humos a los Bad Brains.
Mike Diamond encabezaba a los Knights y leia un panfleto llamado ‘¿Qué es el rastafarismo?’ mientras la banda hacía ruido disonante. Señalando diferentes fotos del panfleto, el bromeaba:
‘OK, esto es Jah… mira, aquí está la abuela de Jah… compruébelo usted mismo. Jah es el mejor amigo de Edie’.
El público rugía de la risa. Nadie en New York se tomo las creencias rasta de los Bad Brains demasiado en serio, y pensaban que podían soportar algo de crítica ácida. Dave ‘Insurgent’ Rubinstein, cantante de Reagan Youth, tocaba la batería con los Knights y presentó una canción llamada Floating in a Perpetually Fluctuating Sea of Schism, en el momento en que Earl Hudson de los Bad Brains se abalanzo hacía el micro y declaro el concierto terminado, avisando:
‘Todos debemos ser responsables de nuestros actos’
Dave Insurgent declaro que el micro estaba abierto y que el concierto no había terminado, y alguno de los amigos de los Bad Brains se subieron al micrófono y calentaron a la multitud con la palabra "bloodclot". Beber cerveza es bloodclot, las cabezas calvas son bloodclot y cuestionar la sabiduría de Jah es bloodclot. Dave Dictor de los MDC agarro el micro y soltó una bronca categórica sobre todos ‘los crímenes’ que los Bad Brains habían cometido en el pasado año, lo cual hizo que la situación degenerase rápidamente. Dave Gibson, el propietario del 2+2, mandó a todo el mundo fuera a discutir, lo cual la multitud logró hacer sin recurrir a pelearse. La escena de NY era todavía pacífica en ese momento para poder tener este tipo de enfrentamientos sin que queden rencores.
Después de sus muchas separaciones, los Beastie Boys encontraron un campeón en Dave Parsons, que llevaba Ratcage Records. Parsons fue una de las primeras personas en la ciudad – que no estaba en un grupo – en montar un sello discográfico, y desde su primera llegada a New York había sido una parte importante de la escena. Trasplantado desde South Florida, llevó consigo un fanzine llamado Mouth of the Rat (traducción al ingles de la ciudad Boca de Ratón) a finales de 1979, y estuvo deprimido al principio al no encontrar nada nuevo que estuviese sucediendo. Luego descubrió a los Stimulators y al público que salía con ellos, y se quedo profundamente impresionado. Los Stimulators eran más o menos del principio de la nueva escena, y casi los únicos en la ciudad en ese momento para aquellos que buscaban más allá de la rápida muerte de la escena punk de los 70.
Parsons empezó a salir con la peña de los Stimulators tanto que puso en espera sus planes de sacar una copia de su fanzine. Su colega fue asaltado y regreso a Florida, y su vida tenía tendencia a gravitar alrededor de los hechos en el 171 Avenue A, donde Jerry Williams estaba tratando de montar un club a finales de 1980. Williams hacía el sonido, ayudaba a montar el escenario y lo puso en marcha con la ayuda de su socio Scott Jarvis. Parsons se vio involucrado y consiguió que la gente saliera por ahí, ya que parecía un buen lugar para que las bandas locales empezasen. Los propietarios tenían ambición en que el local se convirtiera en un gran after-hours, pero cada vez que se montaban shows, la policía aparecía. Finalmente, los bomberos lo clausuraron, pero Parsons y algunos más lo ocuparon para usarlo como local de ensayo. Una vez que Williams decidió convertirlo en los estudios 171-A, todos fueron expulsados. El estudio se hizo famoso porque fue donde los Bad Brains grabaron sus legendarias sesiones para la cassette ROIR. William y Jarvis habían tocado en una banda llamada Th’Cigarretz en North Caroline y habían llegado a conocer a Bad Brains cuando HR y compañía estaban tocando en Chapell Hill en 1980.
Dave Parsons se mudó a St Mark Place, y acabo vendiendo su colección de discos en la calle para pagar el alquiler. Saco tanto dinero que él y su amiga Cathy decidieron salir y comprar más discos para volver a intentar venderlos, y pronto acabaron regresando al 171-A donde abrieron su primera tienda. En menos de un año cambio Ratcage Records a East 9th St, y permaneció como el principal centro de reunión de los punks intentando conseguir material nuevo que nadie más llevaba.
El sueño de Parsons después de montar su primera tienda era empezar un sello discográfico, y lo hizo con los Beastie Boys como primera banda. Los miembros del grupo habían sido parte del público que seguía a los Stimulators por los que él había sentido atracción y de los que había escrito, así que ellos eran una apuesta lógica. Parsons convenció a los Beastie Boys para juntarse de nuevo para grabar en los 171-A Estudios en abril de 1982, justo encima de la tienda. Sacaron Pollywog Stew y se separaron de nuevo. En un arranque de memoria selectiva, Adam Youch les caricaturizaba en Beastie Boys Anthology como primer ‘hardcore’ más que banda punk de la escena de NYC, aunque Heart Attack, Kraut y Adrenalin OD eran anteriores a ellos y tocaban con mayor intensidad. Los Beatie Boys hardcore realmente no tocaron muchos conciertos, y – salvo por ser uno de los pocos afortunados en tener un vinilo editado – habrían sido una banda de la escena NYHC olvidada de no tener éxito con el hip-hop que le otorgo tanta importancia a su rol.
Sustituyendo a Berry a las voces con el fan de Beastie Adam Horovitz de los Young y los Useless, fueron a un estudio disco a grabar. Para sorpresa suya, sus grabaciones sonaban horrorosas en ese entorno extraño. Habiendo empezado a coleccionar discos de 12” de los primeros raperos, la banda tocaba con otros sonidos y se les ocurrió algo que les resultó agradable en Cooky Puss y Beastie Revolution. Parsons lo saco en Ratcage de nuevo, y para sorpresa suya, la radio escolar empezó a pincharlo regularmente. Brittish Airwaves incluso pirateo un trozo para un anuncio, y el acuerdo sobre esto fue el primer dinero real que la banda vio por sus primeros trabajos. Kate Schellenbach fue destituida silenciosamente para ayudar a la transformación de su imagen hacía una banda hip-hop, y el resto es una historia bien conocida. Con la primera salida de Donna Baril de los False Prophets, de repente la escena paso de tener dos baterías femeninas a ninguna. La fotógrafa Justine Davies recuerda a Baril como una inspiración para las chicas de la escena.
‘Donna fue una de las pocas músicas femeninas que vi, y aparte de Kate de los Beastie Boys, una de las pocas baterías femeninas. ¡Yo pensaba que ella era increíble! Era una batería muy fuerte y creativa. Me encantaban los riffs que hacía en las canciones de los False Prophets’.
Even Worse era la única banda hardcore neoyorquina con cantante femenina, y Jack rabid era su batería. El deseaba que tuvieran la oportunidad de hacer más, pero al igual que las otras bandas de NYC, se vieron obstaculizados por la pobreza crónica.
‘Recuerdo cuando 240 dólares al mes parecía un montón de dinero por el alquiler, repartidos en 3 eran a 80 pavos y aun así debíamos rebuscar para conseguirlos. El primer año sin teléfono. Cuatro meses sin electricidad. Nos sentábamos en las oscuras noches con lamparas de keroseno como si fuese el siglo XIX. Era distinto a otras ciudades, en lo que respecta a que hacíamos vida alrededor de los clubs, justo en el centro de la ciudad. El centro en DC o en Boston era más pequeño, y en realidad nadie vivía en el centro. O los clubs estaban fuera de esa zona en lugares como Cambridge. Todos vivíamos justo aquí, queríamos estar cerca de la acción. No era muy blanco, ya que los vecindarios estaban mezclados – puertorriqueños, negros. Viejos judíos’.
‘Tocamos un concierto en el 83 con la banda de Mike Board, Artless, y Minor Threat en Gildersleeves. Un cartel interesante ya que los fans del hardcore odiaban a Artless y a nosotros. Eso fue en la época de Thurston Moore en Even Worse, cuando solo existíamos para cabrear a los chicos hardcore. Tengo algunas cintas de extraños acoples y chillidos durante 2 o 3 minutos, y la gente gritando ‘apestas’. Lyle Presslar y Jeff Nelson dijeron, ‘nos gusta tu banda, eres un batería genial’ de lo cual me enorgullecí. No creo que lo entendiesen, pero creo que en privado les gustaba más que otras bandas mierdosas thrash. Tocábamos canciones punk rock, pero entre medias regañábamos al público. Kenny estaba allí arriba diciendo, ‘bueno, es la hora del porque odio a Even Worse en 20 palabras o menos. Gritemoslo todos a la vez’
Los recuerdos de Thurston Moore de su estancia no son especialmente benévolos, ya que él no tenía idea de que Rabid estaba tan harto del hardcore como lo estaba en esa época.
‘Empecé a ir a esos conciertos hardcore y allí conocí a Rabid’, decía Moore en una entrevista en Force Exposure de 1985. ‘Empezamos a hablar y él me dijo que Even Worse necesitaban un guitarrista. No tenía ni idea de que eran una banda de broma. Jack tenía canciones como last Night’s Blimpie y Tim Sommer era el bajista. Tim era el Mr. Hardcore y yo era más experimental- como querer tocar feedbacks y tocar las narices. Aunque hicimos grandes conciertos. Hicimos uno con Channel 3 y me olvidé mi amplificador en el local de ensayo, así que pedí prestado el suyo. Y lo subí al máximo y se rompió. Se reventó y el tipo quería que se lo pagase. Le dije, ‘hey tío, lo siento’ Más tarde cuando los vi tocar en el CBGB, se desvivían por chocar conmigo cada vez que pasaban’
Cuando se cerraron el A7 y el Gildersleeves, el CBGB era el único sitio para que pudieran tocar los grupos locales. Los ‘dance party’ los sábados por la tarde en el CBGB eran un punto de encuentro semanal para la escena punk, presentando 3 bandas locales, y se cambió a los domingos añadiendo grupos al cartel. Las bandas sobrevivieron a esta reestructuración de la escena, pero New York nunca fue tan diverso pero cohesionado como había sido entre 1981-1982.
‘Lo que teníamos de bueno en Nueva York’, recuerda Jack Rabid, ‘lo cual Tim Sommer puntualizo en un artículo de Sounds, era un contenido de fondo. No nos importaba de qué color eras, cual era tu sexo, nadie pensaba sobre ello. Nadie estaba pensando, ‘hey, eres asiática, ¿Qué haces en un grupo? Era tan natural como si hubiese habido millones de mujeres asiáticas en grupos musicales durante los últimos 5000 años. A nadie le importaba una mierda si eras gay, heterosexual, viejo o joven, eso no importaba. Era como una escena pequeña en la que estabas porque te gustaba la música, eso era lo que importaba. Podíamos tener a un tipo bizarro como Stephan charlando a 5000 millas por hora y eso estaba bien’
Cuando bandas como Murphy’s Law y Agnostic Front empezaron a atraer a muchos skinheads, la violencia en la escena, sin embargo, se volvió más habitual. Enfrentados a la hostilidad del público de DC y Bostón, New York se defendió para intentar mantener su reputación como la ciudad más dura del país. Toda una mitología y movimiento se construyó alrededor de ‘las calles de mala muerte’ del hardcore. Más que abrazar el individualismo, muchos chavales se vieron atraídos a estar en una pandilla. Según el nuevo estilo conducía al público artístico fuera del punk, los Swans, Love Skull y Sonic Youth pasaron a ser los favoritos de los medios underground de la ciudad con su sonido ‘art noise’ La escena hardcore se volvió más grande y joven, continuando la tendencia cada pocos años por toda la nación de los jóvenes derrocando a los más viejos. Al principio estaban las bandas New York Tharsh tomando la escena punk de los 70, y ahora eran cada vez más jóvenes y duros empujándoles a la salida. Heart Attack y Kraut se mantuvieron sacando buenos discos durante 1985 y disfrutando de éxito local al igual que los Nihilistics.
Mi primer viaje a New York fue en una semana sin clases en otoño del 83. Subí a visitar a mi tío, compré un ejemplar del Village Voice para ver quien iba a tocar y descubrí una manera de vagar por la ciudad más allá de la medianoche casi todos los días de la semana. Fui a ver a Borscht y Kraut en el CBGB, pillé un pase de medianoche para ver la Naranja Mecánica y para mi asombroso descubrimiento, los Dickies estaban tocando en el Peppermint Loungue. En esa época todavía no estaba muy expuesto al hardcore, mientras que había estado escuchando a los Dickies desde hacía años y no podía creer mi buena suerte. El show fue de lo más destacado de mi joven vida y todavía es uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida.
Toda la sala estaba llena de gente y me las ingenie para luchar por mi sitio delante entre ambos sets. Leonard nos golpeó por toda la cabeza con su Curb Job, presentando su marioneta pene durante If Stuart Could Talk, y mantuvo a todo el mundo riéndose con las interminables payasadas en el escenario. (Cuando le mencione el concierto a Stan Lee 16 años después, un entusiasta resplandor de reconocimiento apareció en sus ojos y dijo, ‘si, ese fue uno de nuestros mejores conciertos de siempre’) El concierto del Peppermint fue en los últimos días de sus años de gloria, de donde vienen The Incredible Shrinking Dickies, Dawn of the Dickies y Stukas over Disneyland. Había habido un lapsus de 3 años entre el segundo y el tercer disco debido a que Chuck Wagon, su teclista, se suicidó. Su muerte hizo que la banda se separara un tiempo, pero para el verano del 82 volvieron rugiendo. El parón hizo que la banda perdiese su contrato discográfico, y se instalaron de nuevo como banda underground.
Mientras que los Dickies descendieron al nivel indie, el flirteo de Bad Brains con el gran público se fue retrasando. Tenían talento y audiencia, pero se vieron obstaculizados por el comportamiento errático de HR y su rechazo a cada oferta recibida por un sello mayor. La mayoría de sus fans asumían que eran demasiado intensos para un sello grande.
‘Las bandas originales de New York entre los años 73-77 consiguieron contratos, editaron discos’, se lamentaba Jack Rabid, ‘Tuvieron poco tiempo para perfeccionar su trabajo, competir con otros grupos y ser realmente buenos y luego cada uno de ellos empezaron a hacer álbumes a mansalva. Nosotros no tenemos esa oportunidad. Incluso el primer disco de los Bad Brains era solo en cassette, por el jodido amor de Dios. ¿Qué te dice esto? Llevaban grandes audiencias, lo vendían todo en el Peppermint Loungue, 800 personas, y no podían conseguir un contrato’
La suerte les pareció cambiar a los Bad brains cuando Ric Ocasek de los Cars se les acercó para producirlos un disco. El resultado fue el fluido y de alta calidad trabajo de estudio Rock For Light, casi universalmente despreciado por sus fans como una castración de su sonido. La mayoría de las canciones eran las mismas de la cassette ROIR, pero carecía de la misma ruda intensidad. Como era el único vinilo disponible de esa época yo pensaba que era bueno, especialmente cuando lo ponía tan alto que hacía daño a mis oídos. Su asalto sónico empequeñecía a cualquier banda, así que sólo se puede bajar el listón hasta cierto punto.
La banda continúo siendo un imán para la controversia, atrayendo las críticas de los punks de DC que odiaban su giro rasta y solo querían recordar a ‘sus’ Bad Brains, así como de sus compañeros de los grupos de New York que encontraban su mensaje de unidad como hipócrita. La banda estaba más cómoda en la diversidad de New York y Darryl Jenifer explicaba su mudanza en una entrevista con Damaged Gods como producto de la insipidez de DC.
‘Si vivo en DC y trabajo en DC, se convertirá en una escena aburrida’
A pesar de su desacuerdo con la intolerancia Rasta, Ian Mckaye todavía respetaba a los Bad Brains lo suficiente como visionarios y que cuando HR le contó durante la separación de Minor Threat entre los años 1981-82 que él no había terminado lo que había comenzado y que los chavales le necesitaban, Mckaye fue empujado a moverse en la dirección de reformar a Minor Threat. Dave Parsons de Ratcage rápidamente se movió para defender a Bad Brains de los ataques contra ellos, incluso estando muy decepcionado cuando HR le dijo un día que él necesitaba leer la biblia. Dave Dictor de MDC, su peor crítico en esos tiempos reconocía las razones que habían llevado a Bad Brains a la dirección que habían tomado, pero señaló que, en lugar de seguir la táctica revolucionaria original, querían ser ahora los israelitas del mundo moderno, y erróneamente pensaban que regresando a la religión y a las viejas formas iban a solventar sus problemas.
‘Somos un grupo gospel’, le contaba Darryl Jenifer a Damaged Goods. ‘Queremos unir a tanta gente como pueda venir a los clubs a ver grupos y divertirse. No venir bebido y puesto de Qualludes. Toda la escena es negativa. Lo que principalmente queremos ver que suceda es una actitud positiva. Si todo el mundo está bien, todo estará bien. Desafortunadamente, todo el mundo está metido en un viaje negativo. No es difícil – la gente pensara que suena un poco hippie - pero no es difícil de hacer. Es como si la gente sale a intentar hacer daño a alguien. Pero si todo el mundo se mantiene en su propio camino de una forma positiva, todo estará bien’.
Unos cuantos críticos rock de New York estaban entusiasmados con el hardcore – Tim Sommer escribía para Sounds, e Ira Kaplan escribía para varias publicaciones – pero el Village Voice y su guru musical, Robert Christgau, no estaba particularmente interesado. Incluso cuando el sonido post-hardcore de Sonic Youth se desarrolló, Christgau torcía su nariz. Thurston Moore se lo contaba a Forced Exposure:
‘El hecho de que era el único de los que decía quienes podían tener visibilidad en NYC nos estaba poniendo de los nervios. Christgau empezó a ser puesto en duda por gente como Tim Sommer, que realmente quería escribir de nosotros. Y Christgau decía, ‘Si, yo no lo veo’ Así que finalmente decidió hacer un articulo sobre nosotros y consiguió a ese tipo llamado Picarella... y fue realmente un rollo desagradable lo que escribieron de nosotros. Le escribí una carta que era una diatriba y el me respondió que no importaba. Después de eso quise escribir una canción sobre el tema y resultó ser un consejo para enamorados – Kill Yr Idols. Así que la sacamos y la gente empezó a investigar sobre ello. Y estaba recibiendo llamadas de gente como Giorgo Gomelski, que quería montar un festival anti Christgau. Mi sensación era que habíamos dicho lo que teníamos que decir. No tengo la necesidad de seguir atacando a ese tipo. Una noche él fue a ver a los Replacements y un chaval intentó quemarlo. Él nos culpaba. ‘Grupos como Sonic Youth están diciendo a los chavales que me asesinen’. Y se estaba volviendo paranoico. Me escribió una carta diciendo, ‘No esperes nunca ver vuestros discos en la guía del consumidor de Christgau’ Le respondí irónicamente, ‘¡Que putada!’
Mi hermano hizo su primer peregrinaje a New York un año antes que yo, y pudo ver un montón de bandas de la escena de NYC. Vio un concierto matutino con los Beastie Boys y Reagan Youth, otro con Bad Brains, Scream y Double O esa misma noche y a los Meat Puppets a la tarde siguiente, todo en el CBGB. ¡Hablamos de 24 horas de punk! También vio a Public Image en el Brooklyn Zoo, False Prophets y Kraut en el A7 (lo cual lamentó profundamente ya que más tarde descubrió que Mission of Burma tocaban esa noche) y una buena cantidad de conciertos en los alrededores del Lower East Side.

Uno de los recuerdos más divertidos viene de un show en el CBGB, como resultado de algo que sucedió durante el repertorio de Scream. Skeeter Thompson salió disparado hacía el público llevando puesto un casco de motorista. Eso fue un rollo un poco antideportivo para hacerlo en un concierto punk – no por hacer de bala de cañón ya que llevaba protección al hacerlo. Algún tipo flaco al que golpeo vino por detrás mientras Skeeter estaba viendo alguna de las otras bandas y le pateo en el culo golpeándole. Skeeter se levanto enfurecido y mientras la gente los separaba, echaba humo enfurecido, ‘¡No vuelvas a patearme el culo nunca más!’ Su agresor ha crecido y probablemente tenga hijos ahora, y les puede contar de verdad – ‘Hey, ¿conocéis esa canción de Foo Fighters? ¿Just Another Story About Skeeter Thompson? Yo también tengo una historia sobre eso, yo le patee el culo en el CBGB’
Mirando a la juventud en el nuevo milenio, Jack Rabid tiene recuerdos agridulces. Él no habría cambiado esas experiencias por nada, y son en gran medida lo que influyo a la música underground. Por otro lado, él mira a las escenas de DC, Boston, Chicago y de otras ciudades y se pregunta un poco sobre lo que podría haber sido.
‘Para una ciudad castigada y poco amigable, éramos los menos sospechosos. La gente pensaba que teníamos esas ventajas naturales, y las teníamos, pero también teníamos a toda una escena musical arraigada que no nos respetaba, que no se creía que existíamos. Recuerdo hacer un par de intentos con Ed Ballman que llevaba 99 Records, que le gustaba otro tipo de música y nos respetaba, y monto un cartel con Treacherous Three y Heart Attack en el Hotel Diplomat.  Fue muy divertido. Fue nuestro último intento de recordar a la gente que el hardcore era parte de la música underground, que no era un rollo aparte. Pero no nos respaldaban. Le di la espalda del todo a la escena en 1983, pero me mantuve dentro haciendo de Dj en los shows del Rock Hotel, y todavía vi a todas las bandas que aparecieron en los siguientes 8 años. Eso estuvo bien ya que no tenía problemas con las bandas, era la escena lo que no me gustaba’. 

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