GOING UNDERGROUND 18. Mama lo dirá.

 

Una de las mejores bandas de la escena de Philadelphia fue Electric Love Muffin, valiosos para compartir cartel y aguantando el tipo contra cualquier cabeza de cartel de fuera de la ciudad. Exploraron un terreno poco pisado en los escasos primeros años de su existencia, tocando R&R hiperacelerado con geniales melodías y composiciones. Su primer álbum, Playdoh Meathook, es un trabajo estelar, aunque las canciones Tomorrow’s Regrets y Look for Me no eran tan intensas como en directo o en una de sus primeras demos. Tuvieron una demo de 5 temas genial circulando por la escena de Philly durante un par de años antes de que Buy Our Records editase Playdoh Meathook, aunque yo prefería las más crudas versiones de alguna de sus canciones.
‘Quería montar una banda ya que Jim McMonagle de FOD montó una y parecía fácil’, cuenta el cantante/guitarrista Rich Kaufmann. ‘Lo genial del punk de esa época era el poco énfasis que se ponía sobre la musicalidad al principio. Esperabas hacerlo mejor, pero se te permitía un periodo de aprendizaje donde descubrirías el arte de estar en una banda. Tu primer show era casi siempre recibido con ánimos. Tipos como Chuck Meehan y Lenny Bandoch eran como lideres y te daba verdadera ilusión recibir feedback de ellos. Estar en una banda de daba inmediatamente una identidad en la escena. Yo pase de ser el tipo pelirrojo con gabardina negra a convertirme en Rich Muffin. Era como promocionar en la fila. La realidad fue que no hubo amplia aceptación del punk y el hardcore en la época que permitiese a las bandas sentirse bien por el mero hecho de solo estar en una banda. Tener un buen pit moviéndose era a lo más que uno podía aspirar’
Mientras que los vi tocar alrededor de 1984 por primera vez, la banda empezó a salir de Philly en 1986 y realizó su primera gira ese año. Kaufmann lo recuerda:
‘Compramos una furgoneta Ford box que había transportado lavadoras de Sears en su anterior vida. Le pusimos una plataforma para dormir encima y colocar nuestro equipo debajo. Esa furgo nos valió durante 4 giras. Nuestra primera gira en verano del 86 nos llevo al sur y el medio oeste donde nos quedamos atrapados en Chicago y dormimos en el suelo de Pete Margasak. Creo que podríamos haber acelerado la ruptura de la relación. Habíamos contratado nosotros mismos la gira y por supuesto que se cancelaban shows todo el rato. Esa gira tocamos en Iowa y mis únicos recuerdos son lo amistosos y positivos que eran la gente. Fue como algo sacado de la película Fargo’
‘Las 3 semanas de la gira deberían haber sido un fracaso si no es por Minneapolis. Conocimos a Soul Asylum ese año y les habíamos dado una cinta de nuestro primer disco, el cual no salió hasta el siguiente año o así. Lo pusieron en conocimiento de Maggie McPherson de Uptown y nos consiguió un concierto con 300$ garantizados, algo no visto. Después de tocar por 40 pavos aquí y allá y vivir a costa de Dinty Moore, Minneapolis fue como un sueño. Más allá de eso, el club estaba atestado, y Paul Westerberg y Grant Hart vinieron a saludarnos al backstage. Resulta que, todas las noches se llenaba. Incluso pudimos jugar en el partido semanal de sofball formado por músicos locales. Desde esa gira, Minneapolis siempre fue un punto álgido en cada gira.
The Love Muffin tuvieron a uno de los mejores baterías que he visto en mi vida, Frank Campbell, cuyas manos se movían a una velocidad incomprensible. Como muchas otras bandas, su perdición fue alejarse de lo que mejor sabían hacer. Aunque Playdoh Meathook mostraba que tenían talento pop más allá del hardcore con canciones más lentas como I Should Have y Blackness That Could Be Blue, el álbum tardó tanto en salir que parecieron perder su fuelle e inspiración pronto después de eso. El problema principal, admite Rich Kauffman, fue que su interés musical había cambiado y él estaba intentando a regañadientes arrastrar a la banda hacía un sonido roots/country que el descubrió en su siguiente banda, los Rollings Hayseeds.
Desafortunadamente, lo único que Philadelphia había hecho para ponerse en el mapa punk pre-1984 fue un álbum recopilatorio olvidable de thrash que no hacía justicia a las mejores bandas en vivo como Ruin, MaRad y Y DI. La edición permitió a la mayoría de la gente concluir que no se estaban perdiendo nada si no sabían nada de la escena de Philly. Más talento y variedad se desarrolló posteriormente a 1984, pero la ciudad tenía su reputación maldita. Y mientras una prospera escena existía en términos de montar shows, ninguno consideró establecer un sello viable independiente para grabar bandas de la ciudad. Por alguna razón, fuese por falta de dinero o de conocimiento de como acometerlo, hubo pocos esfuerzos DIY de bandas por sacar sus propios discos. Algunas bandas como Y DI tenían la posibilidad de sacar vinilos, pero la mayoría de las bandas solo podían sacar demos mientras estaban en sus inicios. Aunque Y DI tuvieron gran impacto localmente y su primer 7” A Place In the Sun fue uno de los primeros pedazos de vinilo hardcore de Philly en golpear las calles. Jon Wurster, que tocaba en la banda Psychotic Norman y se marcho a tocar la batería en Superchunk, recuerda a otra de las bandas más excepcionales en vivo de Philly.

‘Creo que, de las bandas de Philadelphia, Ruin estaba en cabeza y resaltaba por encima del resto; dentro de su intensidad también eran grandes intérpretes. En esa época yo estuve un poco alejado de ellos, ya que tenían demasiada mano dura en su propuesta, demasiado hardcore – no musicalmente, ya que eran budistas, vestían de blanco, ponían velas encendidas en escena. Mirando atrás, eran brillantes’
Rich Kaufmann de Electric Love Muffin añade:
‘Ruin eran impresionantes. Nunca entendí como no se hicieron populares. Eran demasiado serios para algunos, pero destrozaban los escenarios cuando tocaban. Recuerdo un cartel en Baltimore con ellos y los Descendents donde tomaron el dinero del almuerzo de todo el mundo. Aunque estábamos acostumbrados ya que los Descendents eran grandes por su propio mérito, pero esa noche les pillaron con los pantalones bajados. Aunque su show podía ser un poco pretenciosos, definitivamente subieron el listón en esa ciudad. Cordy era un buen amigo, al igual que su novia Rita. Incluso practique Nichirin Shoshu Buddishm con ellos durante 6 meses. Me molestaba la organización – típica jerarquía religiosa – aunque retuve algunas lecciones que han sido útiles en mi vida’
Los más habituales de la escena de Philly están de acuerdo en que Ruin destacaban en directo, aunque pocos de nosotros sabíamos que hacer con ellos en ese momento. El budismo intensamente serio era muy desconcertante y muy a la izquierda para empezar, y las velas, los cánticos y los trajes predisponían a uno que quizás era estúpido y sentimental, pero cuando los guitarristas Glenn y Damon Wallis, el bajista Cordy Swope y el frontman Tom Adam se alineaban en frente del escenario y empezaban a dar patadas al estilo rockstar metalero todos vestidos de blanco, mientras un riff machaca huesos sonaba, meneábamos nuestras asombradas cabezas. Era la última propuesta hardcore, echando a un lado todos los estereotipos existentes y dejando a sus audiencias confundidas con lo que estaba sucediendo. Tonnie Joy de la banda de Annapolis Moss Icon fue marcado por un concierto de Ruin en Baltimore en 1986 o 87. Le contó a Eric De Jesus en una entrevista en 1999 en el fanzine Raw Pogo sobre Scaffold:
‘Eran increíbles ya que entonces Baltimore era realmente jodido, alcoholizado y violento. Fue en esa sala y había peleas y gente fuera con pistolas y cuchillos. Locos hardcore raros. Se subieron al escenario vestidos de blanco con esas velas encendidas. Y todo el mundo, ‘oh, no’ y arrojándolos botellas, gritándoles ‘fuck you’ Se supone que iban a tocar Goverment Issue y los cancelaron. Dijeron que uno de ellos se cayó del escenario del CBGBs y se rompió una pierna. Yo creo que aparecieron, vieron lo jodido que estaba el tema y dijeron, que les den y se piraron de vuelta a DC. La otra banda que tocaba eran Serial Killers de Philadelphia, tocaron y el público estaba totalmente en su longitud de onda. Y después Ruin se subieron allí. Y cuando empezaron a tocar noquearon a todo el mundo. Su música era muy poderosa. Fui al show con gente que no les gustaba el hardcore. Tenían una banda tributo a Kraftwerk y les gustaba David Sylvain y cualquier mierda rara que hubiera por esos días y uno que odiaba firmemente el hardcore; y tenía una actitud tal que OK, Ruin es la banda hardcore más grande de todos los tiempos’
Otra buena banda de Philly a la que le fue mal el atraer atención más allá de la ciudad era Scram. Además, su single editado por BYO Records salió demasiado tarde para presentar a la banda en sus inicios, ya que era una de las mejores bandas en fusionar sonidos ska/reggae/rock de américa en esa época. Al igual que Love Muffins, abrieron incontables shows para bandas de fuera de la ciudad, y su encarnación original era un trío que alternaba entre thrashy punk y su sonido fusión más lento. A través de su larga carrera tocaron más conciertos que cualquier banda de Philly. Sin embargo, parece que nunca pudieron hacer un gran avance. Su sonido no encajaba con ningún genero de la poca – demasiado flojo para los punks, no muy puro para los chicos gustosos del ska, demasiado blancos para el reggae – así que, desafortunadamente, se revolcaron en la obscuridad. Desde sus orígenes como trío siguieron creciendo constantemente, y parecía que cada año añadían un miembro en forma de una sección de vientos cada vez mayor. Irónicamente, su tipo de sonido se puso de moda una década más tarde con interpretes inferiores como Sublime.
Una banda de corta vida, pero muy admirada de Philly fue Homo Picnic, la cual daba conciertos teatrales entretenidos. Fueron mejores cuando eran un cuarteto, con el frontman Riich ‘Poor’ Hoak arrojando pollos de juguete en pedazos llenos de sangre mientras vestían trajes, guantes y sombreros finos. Hoak sacó el nombre de la banda al asistir a una fiesta donde todo el mundo estaba borracho. De alguna forma consiguió agarrar un banjo durante el curso de la fiesta y empezó a tocar canciones estúpidas que iba pillando al vuelo. Una fue, ‘¡Estoy bajando al picnic homo!’, lo cual sugirió a un transeúnte a declarar, ‘te reto a que llames a tu banda así’
Y después, por supuesto, al lado de Dead Milkmen.
La primera vez que vi a Dead Milkmen fue en un show en 1984 en el City Gardens de Trenton donde estuvieron abriendo para Hüsker Dü. Frente a un vasto suelo vacío estaba esa pequeña banda desaliñada tocando temas rápidos, sin distorsión y pegadizas con un odioso cantante ladrando cosas como ‘alguien ha pateado a mi perro Mavis, y voy a descubrir quien demonios fue, pero ahora mismo estoy hasta arriba de jarabe para la tos, así que no importa’ Cuando tocaron Dean’s Dream con su guitarrista Jack cantando, me ganaron.

Es un programa de cocina del viernes noche/ con un plato a base de carne de caballo

Tuve que estar en el frigorífico/ toda la víspera del jueves

Hablando a ese caballo.

Mi amigo Tim y yo estuvimos viendo el resto del show como 2 tipos de su club de fans. Pudimos haber sido 3, pero el guitarrista de Gutless Meanies, Matt, estaba calle abajo en un búrguer pasando las siguientes horas deseando haber tenido un falso DNI. Por alguna razón él pensó que, por estar cerca de los 21 años, se metería en el bolsillo al portero, y no lo hizo. City Gardens llevó buenas bandas en su existencia a través de sus puertas, pero por hacerlo fue un club gestionado de forma restrictiva, como el Channel en Boston. No se permitía ningún tipo de contacto bailando, cacheaban a la gente en la puerta, no permitían tachuelas ni pinchos, y periódicamente amenazaban con suspender el concierto si alguien intentaba bailar. Y eran rígidos en el control de DNIs. El nombre completo del lugar era King Tut’s City Gardens, bastante curioso, y era un club del tamaño de un almacén con una barra al final y en el medio. Al otro extremo estaba el escenario, y hasta que la principal atracción aparecía, la mayoría de la gente se acordonaba al fondo, dejando a grupos como Dead Milkmen tocando al vacío hasta donde les alcanzaba la vista.
Al final de su repertorio Tim compro una copia de su cinta, Death Rides a Pale Cow, de la que más tarde en su mayoría se editó en Big Lizard in My Backyard. La K7 tenía su éxito Bitchin’ Camaro en ella, la cual se uniría a mi lista de hits hardcore novedosos que eran muy solicitadas en la emisora de radio. Jon Wurster – que más tarde se convirtió en el batería de Superchunk – era buen amigo de ellos, y se le acreditó como productor de Death Rides a Pale Cow, lo cual ‘significaba que tenía encendido el reproductor de cintas’

‘Hay una foto de ellos tocando’, dijo Wurster, ‘en la hoja con las letras de Big Lizard in My Backyard, que fue tomada de la casa de Rich Kaufmann. La banda en la que estaba, Psychotic Norman, tocó más pronto esa noche en el show. En la esquina de la foto hay un chaval saltando desde una mesa, con los brazos extendidos, y eso soy yo. Es divertido porque llevaba una bandana alrededor de mi cabeza y es la única vez en mi vida que he llevado una. Me la puse durante un par de minutos y quedo inmortalizada’
Wurster consiguió notoriedad por las letras de una de las canciones más populares de Dead Milkmen, Stuart.

Conoces a Jonny Wurster, el chaval que repartía periódicos en el barrio

Es un chaval extranjero. Alguno de los vecinos dice que fuma crack, pero yo no lo creo

De todos modos, para su décimo cumpleaños, todo lo que él quería fue un Burrow Owl

Siguió molestando a su viejo, ‘papa, píllame una lechuza. Nunca te he pedido nada desde

que estoy vivo’ Así que el tipo cedió y le compró la lechuza.

La otra noche, a las 10:30, salí a mi jardín y estaba el chaval Wurster, buscando en un árbol.

Le pregunté, ‘¿Qué estás buscando?’ Él respondió, ‘busco mi lechuza’ Yo le dije, ‘Jesus

saltando sobre un palo Pogo. Todo el mundo sabe que las lechuzas viven. En un hoyo.

En el suelo. ¿Por qué demonios crees que lo llaman búho de madriguera?’ Ahora Stuart

¿crees que un chaval como ese va a saber lo que los maricas le hacen al suelo?’

Su sentido del humor absurdo iba a la par del de los Vandals, con canciones como Right Wing Pigeon from Outer Space, Charles Nelson Reilly (‘en lo alto de la colina donde se posan los buitres/es donde voy a construir mi iglesia/no va a haber cristianos/ no va a haber jefes/ solo Charles Nelson Reilly clavado en una cruz’), Tiny Town, Plum Dumb, Taking Retards to the Zoo y la canción Nutrition – una aparente copia del tema de Zero Boys New Generation.

Ahora mi vida es fácil, no es dura, voy a pasar todo el día en mi puto jardín,

No tengo dinero, demonios, no me importa, mis padres me dejan su tarjeta de crédito

No tengo a donde ir, solo paseo por la calle, mis amigos dicen que no tengo ambición

Al menos me importa lo que como, sí, estoy interesado en la nutrición.



La última estrofa hablada al final de la canción lleva una risa de cada punk de Philly que conocía el ataque thrash de Flag of Democracy – ‘mama y papa dicen que si me como toda la comida de mi plato puedo ir al concierto hardcore a ver a F.O.D’.
Los Milkmen salieron de gira por primera vez por todo el país en 1985, y tuvieron algunas desventuras interesantes por el camino. Miraban en los informes sobre las escenas de MRR, contactaban con todo el que pudieron, y montaron la gira. Después de un decente principio por el medio oeste, solo consiguieron un puñado de conciertos entre Chicago y California. Uno de ellos fue por medio de una promotora de 19 años llamada Michelle Martin en Norman, Oklahoma. El club Jailhouse era una parada habitual para las bandas de gira, y Martin tenía buena reputación como promotora, porque independientemente del éxito del show, ella garantizaba llenar el depósito de gasolina de la banda para que pudieran llegar a su siguiente destino. Los Dead Milkman sacaron 74$ de su show, lo cual era una noche razonablemente exitosa para ellos en esa época, y Martin los alojo en su casa.
‘Nos tuvimos que quedar en casa de Michelle’, rememora el batería Dean Sabatino en los diarios de gira, ‘la cual era un bonito condominio con aire acondicionado en una promoción con piscina. No sé si era de sus padres o que. Su hermano mayor parecía estar por el extrarradio y no se relacionaba con nosotros. Sus padres habían salido de viaje. Su novio, Wayne (Coyne) estaba en una banda llamada Flaming Lips. Estaba enfermizamente celoso de que nosotros estuviésemos allí – preocupado por ‘aprovechar’ la situación con su novia - ¡no estábamos interesados! – y la llamaba constantemente por teléfono. Creo que hasta se pasó por la casa’
Al día siguiente en la salida de la ciudad, pararon en una gasolinera y así Martin pudo llenar el depósito con su tarjeta de crédito.
‘Cuando fuimos a la gasolinera’, decía Sabatino, ‘fue Dave R. quien se dio cuenta que por un depósito lleno obtenías un lavado de coche, ‘Hey, nuestra furgo está asquerosas - ¡lavémosla!’ La conducimos allí hacía el rail y se atascó. Dave la condujo sobre la guía izquierda y el neumático delantero pasó sobre ella. Rodney se asustó - hicimos una abolladura en el lateral de la puerta y el trozo de metal de la maquinaria había conseguido alojarse entre la puerta del lado del conductor y el marco de la puerta. No podíamos ir adelante ni atrás. El manager de la Mobil estaba asustado -decía que tendríamos que esperar hasta el día siguiente cuando el equipo de Amarillo viniese a ver cómo sacar la furgoneta’
La banda sugirió que el manager simplemente quitase 4 tornillos del rail, pero no hizo nada de eso, acusando a Dead Milkmen de arruinar su máquina de 50.000$. El cantante Rodney Linderman recuerda estar sentado en una piedra cercana durante media hora diciendo solo, ‘oh, mierda’, una y otra vez. Había prometido a sus padres que nada le sucedería a la furgoneta, que era una furgo familiar con asientos giratorios. Michelle Martin ya se había marchado, así que tuvieron que llamarla y preguntarla si podían quedarse otra noche hasta que los ‘técnicos’ viniesen y liberasen la furgoneta. Su roadie Dave, después de meditar con el manager que su hermano abogado encontraría el caso interesante, le convenció finalmente de quitar los tornillos del rail. Sacaron la furgoneta, la banda pudo continuar con su gira’
Uno de los infames personajes de Philly a los que Dead Milkmen hacían referencia era Brubaker, que llevaba una tienda llamada Chaos y tocaba en la banda Circle of Shit. Fue a menudo calumniado debido a que su banda era verdaderamente horrible y por su enorme cresta. Una noche, mi amiga Rachel estaba fuera con unas amigas, preguntando por algún sitio para beber cerca de South Street. Llegando cerca de la tienda de Brubaker, se dieron cuenta de que la ventana de encima de la puerta estaba abierta. En un ataque de inspiración, cogieron una caja de donuts de chocolate y empezaron a arrojarlos a través de la ventana mientras cantaban ‘Hoops of Poop’.
Lo que Brubaker pensase al día siguiente cuando abriese la tienda nunca se ha sabido.
Parecía que fui a conciertos en el City Gardens y en partes de New Jersey al menos tanto como fui en Philly, y New Jersey era un lugar curiosamente descentralizado para conciertos punk. Fue un buen ejemplo de gente en lugares completamente extraños montando cualquier tipo de garitos temporales que pudiesen para atraer a bandas de gira a su zona. Paul Richard de Adrenalin OD recuerda su recuerdo favorito del NJ hardcore.
‘Paul Decolator – RIP – músico, miembro de la escena y escoria local estaba haciendo shows en unos locales de ensayo en Rawhay. Una noche hizo una redada la policía local. Yo estaba sentado en un sofá en la entrada y lo vi todo. Unos 15 polis entraron por la puerta y Paul les dijo ‘son 5$ la entrada’

Los inútiles debates sobre que era punk, y la gente que perdía demasiado tiempo tratando desesperadamente de etiquetar, definir, y encasillar el mundo punk en algo con lo que se sintieran seguros, empeoraron más que nunca. Colegas Djs esperando aguarme la fiesta me decían cosas como ‘Ian Mackaye dice que no puedes ser un punk e ir a la universidad’ Fanzines como Forced Exposure y MRR siguieron enfrentándose en costas opuestas. La dinámica cambió. Mientras que las tensiones previas habían sido entre lo joven y lo viejo – hardcore versus el punk de los 70 – ahora las escenas estaban más constituidas por gente como yo, que habían llegado un poco después de los días donde todo era nuevo y todos se conocían entre ellos, así que los bandos se dividieron en base a las mentes abiertas.
Un bando consistía en personas que siempre averiguaron como pensar por si mismos, que se veían atraídos por el pensamiento vibrante e independiente del punk. Otro consistía en gente buscando fáciles soluciones y modelos a seguir, que vivían en un mundo en blanco y negro. Se imaginaban a si mismos como pensadores independientes, pero no eran capaces de vivir con asuntos complejos y dependían de cualquier cosa desde la solidaridad skinhead, el straight Edge o MRR para que guiasen sus creencias. En la mayoría de las escenas había una coexistencia nada fácil entre bandos, y una batalla en curso para sostener los rígidos pensamientos de forzar sus definiciones sobre todos los aspectos del punk hizo que hasta el underground se volviese tan aburrido y controlado como el mainstream. Algunas escenas lograron mantener una idea abierta del punk rock, mientras que otras se pusieron pesadas por la noción de que el ‘hardcore’ era estrictamente una forma de thrash y no una actitud que abrazaba todo tipo de música underground extrema.

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