4 canciones ya se las sabe todo el mundo de memoria. Sin embargo, no son de ninguna manera las más destacadas del LP, las otras quizás son las mejores en cierto sentido. ‘Seventeen’, ‘Bodies’, ‘New York’, ‘EMI’, ‘Liar’, ‘No Feelings’ y ‘Problems’ Cada uno de esos temas no escuchados antes son tan guays, tan llenas de energía obsesiva, tan increíblemente crudas y esenciales en su sonido que o bien te harán revisar tus gustos musicales más rápido que lo que hayas escuchado en los pasados 10 años o te enviarán temblando a un rincón con repentino temor al mañana. Cualquier otra reacción solo será un simple y patético mecanismo de defensa ideada por tu propia idiotez para protegerte de la verdad. Porque este es el sonido punk rock que nos ha sido prometido, esto es lo que nos habían insinuado, coqueteado y finalmente esquivado por los últimos meses de experimentación musical. Desde la justa indignación de ‘Liar’ al pavoneo sarcástico y egocéntrico de ‘No Feelings’, desde la cruel guerra psicológica de ‘Seventeen’ al manifestó anti-hermandad de ‘Problems’, Rotten tiene a su pandilla atacando en cada uno de nuestros puntos débiles, cada pequeño rincón o grieta donde en algún lugar hemos mantenido guardados unas pocas confortables nociones e ilusiones de buena vida y cosas sencillas. Nada se salva, ni una novia ni una gran corporación. Ni siquiera uno mismo en especial. Esta es la más lucida visión que la música rock nos ha dado desde hace tiempo, y generara un montón de odio y resentimiento a causa de ello.
La música es aterradora en su precisión y su potencia, con la batería y la guitarra quemando su camino hacía tu cerebro como el napalm a través de la jungla, pero es la voz de Rotten y su pose lo que hace cualquier comparación inútil. El pequeño y sombrío personaje tiene que ser el visionario más fascinante jamás producido por el inframundo del R&R, un profeta impío de nihilismo instantáneo e inevitable, la voz común del lado más oscuro de todo el mundo. No es frecuente que uno pueda saborear la honestidad filtrándose a través de su último álbum, y no es frecuente que uno pueda sentirse agradecido por tal carga de emociones desagradables, inmaduras y autodestructivas.
Incluso si los Pistols fuesen a desaparecer mañana, el mundo musical nunca sería igual. Las cicatrices tardaran poco en asomar, pero son permanentes. El primer álbum de un pequeño grupo divertido y de repente debe haber 10 o 20 grupos reconocidos marcados para el olvido. La relevancia es algo difícil de alcanzar, como están apunto de aprender los que ocupan puestos importantes. Todos son mentirosos, mentirosos, mentirosos.
Kickboy
Little Dickey Jewel es un creador de tendencias. Lleva ropas de autentico jefe y toma fotos urbanas con un toque punk sofisticado. Es una de esas personas de vanguardia que está seguro de saber que no sabe y que si lo supiera, no cambiaría nada. Me gustan un montón de canciones pero no necesito otro poeta de «te diré como es» de Nueva York donde con creciente obviedad no saben como es en absoluto. Mi canción favorita es una versión de John Fogerty. Este Dick tiene una buena pose pero yo no puedo olvidar, cada vez que lo escucho, que él sabe que es un esfuerzo inútil. Nada vale nada a menos que valga dinero. Ojalá se hubiera pegado con los Heartbreakers, Johnny Thunders tal vez podría hacer algo con él.
B. Macko
YOUNG, LOUD AND SNOTTY Dead Boys.
Realmente allí no hay muchas cosas que hacer. Suena como si los Dead Boys escucharon un montón de discos y vieron muy de cerca conciertos, cosas como Iggy y Alice cuando tenían la cruda energía para ser llamados enfermos. No me malinterpreten, estos reversos de Cleveland estudiaron sus movimientos como un proxeneta, pero su interpretación es todo menos académica. En el peor de los casos, borran a los Dictators como si no estuvieran contentos. En el mejor de los casos, reviven una tradición a la que se le ha hecho justicia. Esa tradición de alta intensidad, ese es-todo-lo-que-podemos-hacer. El tema: múltiple desesperación. El método: golpearlo sobre la tierra con guitarras chirriantes, hay sirenas, ¿Dónde están las luces? Está bien, es R&R y me gusta. Puedes decir que esto demuestra que no soy un punk, new wave ni purista y si quieres hablar sobre ellos solo ‘no me toques, soy una alambrada de alta tensión’ Está en la sangre, está en su sangre, no lo llamaría nostalgia, ¿lo llamé lo que un chico blanco puede hacer? Claro, ellos quieren ser estrellas pero no lo pretenden, quizás no pueden hacer nada para esconder el deseo. De todos modos ahí están las probabilidades y las oportunidades no. Los Dead Boys siguen pujando como si jugaran a ganar. Repito: no me importa si se hacen ricos y esa mierda. ¡Cuidado, nena, ahí vienen!
MARQUE MOON Television
Esperado disco de los lideres de la escena neoyorquina. Desde las primeras notas de See No Evil, uno sabe que este grupo no tiene mucho en común con Ramones y con otros exaltados de la generación ruidosa. Es un trabajo bien pensado, más cercano a la poesía que a la música metálica. Tom Verlaine es un romántico, aunque muy morboso. En ciertas canciones funciona bien, y la combinación de imaginería surrealista y licks pegajosos te hará tararear algunos versos mientras miras fijamente la pared de tu cocina. En otras visiones de Verlaine, perderse en la niebla y las largas pausas sin instrumentos solo te molestarán. No es fácil escribir sobre un álbum tan ambicioso, porque uno no puede evitar admirar lo que este artista intenta hacer, incluso cuando no te convence. En cada lado, está la primera canción que me atrapó (sin duda me enamoré del verso "Derriba el futuro con la persona que amas" en"See no evil”) mientras me volvía más y más impaciente a medida que el álbum avanzaba. Quizás tenga que ver con la inevitable monotonía generada por los oscuros y melancólicos pensamientos de Verlaine (‘Cariño, cariño ¿nos separamos como los mares?/La concha rugiente/ La deriva de las hojas/ Toda intención/ Permanece desconocida’ de ‘Guiding Light’) Quizás a la música le falta el aire inquietante que uno esperaría de esas letras. Es demasiado presente, demasiado cercana, demasiado predecible. No puedo evitar pensar en lo que Nico y Cale han hecho con estados de ánimo similares. Una alternativa extraña, pero no lo suficientemente extraña. La próxima vez.
Jet Lag
LEAVE HOME Ramones
Los reyes del blitzkrieg bop lo han vuelto a hacer. No se equivoquen, esto no es punk en el sentido inglés. No hay furia nihilista en esta colección; incluso se puede bailar. Es principalmente música de chicos y chicas (aunque algunas veces de una manera bastante peculiar: (‘... me encanta observarla/observar su cabeza golpeando con solo indicios aquí y allá de sentimientos antisociales’ o en ‘Glad To see you go’ con ‘voy a arriesgarme con ella/una bala en el cilindro/y en un instante de pasión/alcanzar la gloria como Charles Manson’) Pero en lo que los Ramones son excelentes es en extraer la esencia misma del rock 'n' roll con el que crecimos. Al cantar en una mezcla de estilos que van desde Buddy Holly hasta los Beach Boys y el sonido de Liverpool, al llevar sus letras a alturas absurdas y concentrarse en el contratiempo de sus melodías, logran crear cápsulas de música adolescente de gran alcance. Pequeñas joyas reales que no tienen otro propósito que hacerte sentir bien y divertido. Escucha su versión de California Sun y redescubre cómo de excitante es correr salvajemente con el ritmo, y si los Ramones hacen todo esto en broma no es la cuestión. Han comprendido lo que está mal con el rock actual y han procedido a volver a lo que nos gustaba antes de que nos distorsionaran los setenta. Porque, de hecho, su principal inspiración parece provenir de la música de principios de los sesenta (chequea el sonido en ‘I Remember You’ de Dave Clark y Beatles) y Joey, su cantante, admite su admiración por Herman’s Hermits. La única diferencia está en la forma en que estiran este antiguo sonido hasta sus límites más absurdos, dándole así el toque actual. Y ahí es donde los Ramones se unen a las tropas de choque de la escena punk, aunque a veces parecen (solo parecen) estar mirando más al pasado que al futuro. Como los aventureros británicos mantienen sus temas rápidos y cortos (¿cuando fue la última vez que compraste un disco con 14 canciones?) Y todo esto totalmente desprovisto de trucos aburridos como solos y más solos. Lo único que nos ofrecen es la maravillosa conducción mecánica. El ritmo: un montón de acordes rítmicos potentes y voces muy fuertes y absurdas. ¿Quién necesita algo más? No me importa si son minimalistas, seguro que suenan genial, con una cerveza por la mañana.
Jet lag
RAW POWER Iggy & The Stooges.
Finalmente podemos conseguirlo de nuevo. Al completo y sin adulterar, excepto por el diseño interior que algún capullo ha decidió no incluirlo en esta edición inglesa. Pero todavía, están esas 4 fotos de la contra portada y la de la portada. Raw Power, dentro tienes el disco que es tan bueno como cualquier cosa que se haya dicho de él. Mi disco favorito, más que cualquier otro que haya escuchado. Y no es genial solo porque cada tema suena igual, es porque cada canción no suena igual. Las canciones solo suenan similares porque todas son muy buenas. Las bandas ponen a veces uno o dos temas ruidosos en un disco y así puedes escuchar lo bueno que es el resto, al menos comparándolo. Pero no hay comparación cuando llega Raw Power porque no hay una canción o parte de ella que decepcione. Tiene la fuerza de un sencillo durante ocho canciones seguidas, de doble filo.
Si, está claro. Si no fuese una re-edición, si simplemente lo hubiera sacado del estante de nuevos lanzamientos, bueno, me lo llevaría a casa y una hora después estaría al teléfono despotricando con todos mis conocidos sobre cómo acababa de escuchar el futuro, el pasado y el presente. Pero mis amigos al otro lado del teléfono, no podrían escucharme en absoluto.
‘¿Que es ese ruido? ¿Quien está gritando? Iré en seguida con la policía’
Pero cuando alcanzasen la escena de mi crimen, mis amigos también lo sabrían. Se unirían a mi trepando por las paredes. La policía probablemente nos golpearía solamente por pinchar Raw Power cerca de los humanos.
Pero agente, por favor, cualquier tipo de ser humano necesita al menos 3 copias de esto. Ese poli, me golpearía de todos modos, así es como funciona el mundo. Pero quizás conseguí algo de esa paliza, algún tipo de venganza en mi cabeza porque se que estoy mejor. Recuerda, he estado pinchando Raw Power a todo volumen. Ni siquiera llenaría ningún club. Solo Raw Power en mi cabeza.
Raw Power no solo es genial cuando te están dando una paliza. Es fantástico solo por golpear a cualquiera. Bueno para follar, ver la TV, discutir o reconciliarse. Lo puedes usar para la resaca, después limpiara esa resaca de tu cabeza. Maravilloso para ser o el final de una seducción o una repulsa. Cuando tus amigos deciden odiarte por meses, Raw Power los llevara de vuelta o en tu cabeza, los asesinaras. En resumen, lo tiene todo. También tiene solos de guitarra, pero algunos saben cómo hacerlo y otros no. Alguien lo sabía.
Basho Macko.
LONDON CALLING. The Clash.
Alimento para el pensamiento: cuando los Clash estaban furiosos muy, muy al principio (la verdad en los días canallas) algún oficinista del New Musical Express sugirió que volverían al garaje, y se encerrarían allí con el motor encendido. El mismo oficinista (ahora retirado con reloj de oro por sus fieles servicios) se puso histérico y se orinó en la prensa por el paquete de "London Calling" Una emocionante obra maestra de madurez musical, con todas esas tonterías. Una de dos, o ese viejo pedo se ha convertido de repente muy exitoso (algo muy raro que ocurra entre profesionales) o, en efecto, los Clash se han convertido en una taza de té muy diferente. Supongo que tendremos que hacer alguna observación científica, poner la intuición lejos un instante. Haremos esto todos juntos ya que ahora todos tienen el álbum, ¿vale? Baja el lápiz (con cuidado) y ahí va….
‘London Calling’, sip, son los Clash, está bien. Muy bueno, buenas letras con suficiente misterio sobre ellas (¿Cual es la zona de la imitación?), gritos geniales a mitad de camino. Un verdadero espectáculo para el público, y esta vez no tienes que repetir en voz alta todas las frases de las que no estás seguro, todo está escrito a mano. El single obvio, ‘Brand New Cadillac’ es superfluo pero agradablemente corto. Un viejo clásico de culto del loco rocker europeo Vince Taylor, una buena forma de mostrar raíces sin ser demasiado obvio, Me aburre mucho. Más cuesta abajo Jimmy jazz, una relajada pieza de rock americano sin asalvajarla en exceso por sus alusiones artificiales al reggae. Hasta ahora, lo más cerca que The Clash ha estado de la odiosa irrelevancia. Nada gracioso. ‘Hateful’ es su preocupada mirada al problema de las drogas. Las drogas joden tu vida social, revuelve tu cerebro y te cuestan montones de pasta. También hacen que escribas estúpidas canciones y creas que son grandes sentencias. Creo que en el primer LP de los Clash había algo sobre el abuso de drogas que sonaba muy real. Ahora es un cliché. Sin embargo, la entrega vocal es excelente. "Rudie can’t fail" es más bien un destello de raíces. Un tren Bo Didley a traves del mundo del revival ska de moda. Caí en la trampa de ‘beber birra para desayunar’ Una melodía buena, animada y sin pretensiones. No hay nada de malo con la diversión cuando suena así. Fin de la primera cara del primer disco. Hasta ahora, dos canciones con algo de sustancia. No muy buenas. Antes era ¡CADA PUTO SEGUNDO, CADA ACORDE SANGRANTE Y CADA GRITO! Deja de gritar, lo siento.
De regreso a… ‘Spanish Bomb’. Definitivamente, te va gustando. Temática de la guerra civil, muy contemporáneo, músicas que se arrastran, agujeros en el muro de sonido, debe haber sido causado por pedazos de metralla, la canción se va quedando sin aliento, se tumba y muere silenciosamente. ‘The right profile’ tiene unos coros geniales gritados por Strummer. Es un auténtico caos descuidado y desenfrenado de Clash, salvo por el tema, que es tan poco Clash como parece. ¿Monty Cliff? Quien sera la siguiente, ¿Marilyn? Una verdadera rareza. ‘Lost in the Supermarket’ está cantada por Mick Jones. No me preocupa Jones (imagen sabia) pero es una jodida buena canción y su voz es un bonito cambio de las ordenes ladradas de Strummer encima de las barricadas. Letras excelentes, no dice mucho o muy poco. 100% creíble. El clima continua con ‘Working for the Clapdown’ Música de marcha de verdad, música para hermanos y hermanas del underground. Todavía hay rebeldía en ellos. Un canto real. La cara 2 acaba con ‘Guns of Brixton’ La primera aventura de Simonon cantando. Hasta ahora, la primera canción que me llega al alma. La música es lo más física posible, y Simonon lo hace muy bien. Cuando se meten de verdad en el mundo del reggae, los Clash son los únicos chicos blancos que salen impunes, sino que de verdad la hacen especial. Bravo. Una obra de arte.
Segundo disco. ‘Wrong’em Broyo’ Una versión, de Stagger Lee o de John Wesley Harding, los únicos westerns que me gustan son los hechos en Italia, así que dejo el material americano para otros. Cuando cantan sobre Londres ardiendo, probablemente pondrían en ridículo a cualquiera hablando sobre cowboys. El segundo disco tuvo una de la portada. Supongo que somos progresivamente avisados. ‘Death or Glory’ La canción mensaje, donde los Clash están tratando de contarnos su posición en el mundo del R&R, su filosofía de vida, su negativa a disculparse por sus supuestos pecados. Venderse o no venderse . La respuesta es turbia. «Quien se acuesta con monjas luego se unirá a la Iglesia» Supongo que eso significa que siempre son los justos los que finalmente se venden. Excepto ¿Qué es lo que hacían en los viejos tiempos si no era follar con monjas? ¿Solo acariciarlas? Yo digo que quien hace un show de escupir en las cruces está combatiendo una profunda creencia religiosa. Y el que ha escrito incontables canciones sobre venderse, está tratando de convencerse a si mismo. No era yo el que decía ‘No Elvis… bla, bla, bla y luego utilizar al cabrón fallecido para la campaña publicitaria del último álbum (páginas completas de Elvis sosteniendo la funda del álbum) ¿ahora sí? Solo hay algo peor que tener esqueletos en el armario y es sacar las cosas horribles, colgarlas y hacerlas bailar en un escenario para confundir irrevocablemente las cosas. Eso es una basura perversa y calculada. Adelante.
‘Koka Kola’ Igual que arriba. La culpa puede ser la fuente de grandes obras de arte, de acuerdo. ¿Quién dice que los héroes de la clase trabajadora deberían mantenerse alejados de la cocaína? Solo hay algo desagradable sobre ese material, su precio por el amor de dios. DE ACUERDO. Alusión tras alusión a la maternidad, C.B.S., los Clash muerden las manos que los alimentan. No es necesario. La siguiente canción es ambiciosa. ‘Card Cheat’ es un romántico muro de sonido, una orgía de crescendos a los Bruce Sprinsteen. Toques de trompeta sobre la odisea de El Topo. Bastante movida, pero musicalmente un poco formal. No es punk rock. La última cara es un sencillo deslizamiento hasta el final, con ‘Lovers Rock’ y su formato vago y sin forma, sin comentarios sobre las letras insulsas (los Clash nunca han sido demasiado buenos escribiendo sobre chicas y esas cosas) ‘Four Horsemen’ es un estándar de los Clash, un asunto oscuro. ‘I’m not down’ es la segunda contribución vocal de Jones y tan buena como la primera. Todos tocan bien y con ritmo, la melodía avanza a buen ritmo y con nerviosa energía. La última, al fin, es una versión rocksteady tipo reggae de ‘revolution Rock’ con agudas letras. Está bien, pero los Specials lo hacen mejor. Sera divertida en vivo. Hemos llegado al final de este voluminoso paquete de regalo navideño. En algún momento hemos perdido la cuenta, pero a estas alturas es evidente que no todo es color de rosa, perfección, verdad y belleza, ¿no? Ooops, nos olvidamos de la canción ‘desconocida’ que viene tras ‘Revolution Rock’ y que no esta en la lista. Un tema muy poco original soul, estrictamente para fans. Yo tampoco la habría incluido. Cosas buenas, raíces, R&R, ¡baile! ¿Y qué tenemos? Bueno, montones de música, suficiente para un libro de luxe con acordes, letras, listas de piano y arreglos de cuerda (estoy exagerando) Muchas palabras también, palabras pesadas, palabras ligeras, palabras contradictorias. Las contradicciones están bien (solo Kraftwerk no se contradicen a ellos mismos), después de todo, todos somos humanos. Los Clash lo quieren todo, quieren ser la mejor banda de R&R para la gente y quieren ser mejores que el resto de nosotros, lo quieren todo, amor, respeto, fama, diversión. También ciertamente, lo conseguirán todo. En unos pocos días, regresare a esos dos discos, pinchare London Calling, Guns of Brixton, Lost in the Supermarket, y probablemente me sentiré mejor por corto tiempo. Pero ahora, solo quiero acurrucarme, encender un cigarrillo tras otro y escuchar ‘Albatros’ o ‘Bad Baby’, sin nadie gritándome dilemas pseudo morales o rebeliones fallidas. Ahora no. Londres está llamando, pero yo no descuelgo.
Kick Face
Pd: En Afganistán hay hombres con velo en su cara preguntándose como coño reventar un tanque. Piensa en ello un instante y déjame en paz.
ANOTHER KIND OF BLUES. UK Subs.
Chris D.
UNDERTONES. Undertones
Los Undertones lo toman donde los Pistoleros se quedaron en el departamento de himnos adolescentes. Otras bandas hacen crónicas competentes de los dilemas de la vida en el zoo urbano con demasiada e incluso más veneno, pero estos chicos pueden tocar sus banyos de verdad. Aunque John O’Neil debe ser el Brian Wilson de la New Wave, habiendo anotado algunas de las melodías más duras y sencillas que he escuchado en este lado de Radar Records. Este disco está lleno de ellas escupiendolas una tras otra como bolas de bingo; ‘Jump Boys’, ‘Jimmy, Jimmy’, ‘Here Comes the Summer’ (nada que ver con Jerry Keller) y ‘Girls Don’t Like It’ son todas suyas y todas geniales para aliviar la tensión de la gasolinera o para golpear al gato de tu novia con un bate de béisbol después de ese enfrentamiento final... riffs buenos, polivalentes e inolvidables.
Mi único gran problema con los Undertones es racionalizar el gran contra alto de la voz de Feargal – hasta que la seminal ‘Teenage Kicks’ se abrió paso con fuerza en las listas de sencillos británicas y la prensa pop comenzó rápidamente a compensar la pérdida de espacio en sus columnas, yo pensaba que su cantante era un chica. Claro que no, y muy probablemente golpearía a cualquiera que se le enfrentase con tal opinión, pero creo que algunas canciones tendrían poca influencia dramática si se cantaran con un tono más duro o una energía más ronca. La música new wave cadenciosa, de alguna manera, ofende un poco la zona de placer. Pero el álbum, incluyendo su característica portada tacaña de Sire, es un clásico absoluto de encanto, estilo y economía, con un fuerte potencial crossover para los suscriptores de Billboard.
MORK WILLIAMS
I’M STRANDED Saints.
Es un verdadero fastidio, ¿no?, hablar maravillas de todas estas importaciones. Eso demuestra que las discográficas no están muy al día, ¿no? ¿Una aldea global? ¡una mierda! ¡Todos en su pequeño viaje, eso es lo que es!
Este LP no es ninguna sorpresa. Una larga extensión de su súper single. Sin salida, sin exploraciones. Si te gustó el single, estarás a gusto, si no, no importa, solo es más ruido para ti.
A mi me gustó mucho, así que 40 minutos de lo mismo me satisface un montón. ¡Hablan de minimalismo! ¡Hacen el ruido de los Ramones como una pandilla de intelectuales! Cada cara empieza con un corte del single, y desde entonces solo es más de lo mismo (con una sola excepción, lee sobre ello más adelante), igual de implacable con el bajo y la batería, es posible que toda la banda esté en automático por lo que sabemos. Es difícil cualquier separación de los instrumentos, el triunfo de los zumbidos. ‘Story of Loves’ se ralentiza un poco pero dentro de las mismas claves, tiene un buen solo sin sentido, la voz punk de Chris Bailey llegó ahí, casi tarareable, pero entonces empieza "Demolition girl", es un asalto, devolviéndote a la pasividad. Es decir, a menos que realmente domines el pogo. Canciones que te golpean. Canciones que lo destrozan todo. Música moderna, colegas. Mi favorita es la extensa (al menos 6 minutos) ‘Nights in Venice’, un demente viaje babeante que definitivamente le da la espalda a tus concepciones de lo que es la música. Te deja sonrojado y jadeando si todavía no te has enganchado.
L excepción antes señalada es la extraña ‘Messin’ with the kids’, un tema lento lleno de soul que te tendrá jurando que es un remake de ‘Knocking on heaven doors’ cuando comienza. Cambia un poco pero sigue siendo un interrogante en el resto de la frenética colección. ¡Mierda, sin ella podría haber hecho creer a todos que estos tipos no eran humanos!