GOING UNDERGROUND 25. La boca que rugió.

 
En tierra de los supervivientes Kennedy, una recopilación llamada This Is Boston, Not L.A. había anunciado la llegada del hardcore a Boston en 1982. Bandas como Freeze, SS Decontrol, Jerry’s Kids, F.U.’s, Gang Green y los Proletariat eran los pilares de la primera escena. SSD eran militantes promoviendo el movimiento Straight Edge, aunque resultó que su frontman Springa no siempre fue por ese camino tanto como los chavales de DC. Quizás la banda más salvajemente poderosa en Boston, SSD jugaron un rol central en el desarrollo de la escena para todas edades.
La primera cosa que el guitarrista y fundador de SSD Al Barile tuvo en mente fue tanto construir una escena como una banda. Henry Rollins – todavía Garfield en esa época – le había contado que DC era la gran escena que era a causa del straight Edge. Barile estaba impresionado y quería empezar una escena desde cero en Boston, alejada de los clubs y de la bebida y de los viejos punks que él asociaba con esa escena y basarse en nuevos chavales y en la ética DIY. Una vez que hizo despegar la banda, se puso a trabajar en buscar garitos para shows para todas las edades y dos de los habituales eran los colectivos artísticos llamados Gallery East y Media Workshop. Cada escena tenía competitividad entre bandas, pequeños celos de ver quien llegaría a la cima en cada respectivo montón de chatarra hardcore de cada ciudad. Esto era exacerbado en Boston por el hecho de que Barile y SSD habían adoptado con bastante fuerza cierto enfoque DIY hacía el hardcore, y esperaban que otras bandas siguieran su ejemplo. La controversia rápidamente se desbordó en la escena cuando SSD tomo su primera postura importante al negarse a estar en This Is Boston, Not L.A.
Las primeras razones de Barile fueron presentadas en la segunda copia de Forced Exposure, que se convirtió inmediatamente en la revista musical underground dominante de la Costa Este y sustituyo a MRR y Flipside como uno de los fanzines más influyentes del país.
‘Creo que teníamos que estar ahí porque no tenemos nada en contra de las otras bandas’, decía Barile en 1982, ‘solo queríamos que el mensaje a esas bandas sea: DO IT YOURSELF. Ese era nuestro mensaje, hacemos nuestros propios conciertos, nos gusta hacer las cosas de la forma correcta y desde el principio no vamos a hacerlo. Primero de todo, queremos establecer nuestro propio sello. No es porque pensemos que Modern Methods apeste, sino porque pensamos que sería confuso y creemos que montar un sello para bandas de Boston para trabajar y ser conocidos en otras ciudades y que este es el sello que hay que comprar si quieres escuchar este tipo de música. Creo que le dije esto a Dreese una vez y se puso todo loco. Se molestó porque él trabajó muy duro para establecer Modern Method y no creía que yo tuviese derecho a decirle lo de sacar otro sello. Pero, para mí, esta música se merece otro sello. Hay un montón de mierda de la que no quieres ser parte. Quiero separame de Modern Method y crear un sello aparte. Pensamos que el resto de bandas deberían hacer lo mismo. No pensaba que la escena estuviese preparada para un recopilatorio, Gang Green y Jerry’s Kids acababan de salir. Yo decía, porque no esperáis un par de meses hasta que Negative FX, DYS y compañía estén preparados, de ese modo tendríamos más bandas y menos canciones por banda’
Aunque otras bandas apreciaban que SSD estaban haciendo un esfuerzo para empezar una escena para todas las edades y darles a los grupos más sitios donde tocar, el enfoque ‘mi camino o la autopista’ de Barile rozó con algunas de las otras bandas de forma incorrecta. SSD montaron Xclaim! Records en 1982 y editaron su álbum de debut, The Kids Will Have Their Say. Mientras que la producción fue irregular, el disco tuvo buenas reseñas en fanzines de todo el país. Fue el primer disco de larga duración sacado por una banda abiertamente straight Edge, y ayudo a avanzar al movimiento después de que Minor Threat empezó a restarle importancia. Barile visionaba XClaim! como un sello cooperativo para el hardcore de Boston, el cual otras bandas podían usar si se pagaban su propio disco y una parte de los costes por sacar el disco. Él pensaba que Boston tendría un tipo de hardcore que podría ser identificado en todos los lugares, al igual que la carne de ternera Angus, a la peña de SSD les gustaba comer en el asador Hilltop de Saugus. Mientras que la mayoría de las bandas sentían que This is Boston, Not L.A., con todos sus defectos, al menos ayudó a poner a Boston en el mapa, era un poco temprano en la carrera de la mayoría de las bandas para hacerles justicia, al igual que Flex Your Head de Dischord no era nada sugerente de como las bandas en el madurarían en uno o dos años. Eso era por lo que se editaban recopilatorios de las escenas, para documentar bandas que o no se lo podían permitir o no estaban aun preparadas para sacar sus propias ediciones, y darles algo más de exposición y así podían continuar. Fue bastante raro para la primera recopilación en salir de la escena hardcore mantenerse como buena música con el paso del tiempo. Steve Grimes de los F.U.’s admite que finalmente SSD estaban de acuerdo en su propuesta, y los grabaron su disco, Kill fr Christ, en el sello XClaim! En 1982.

Musicalmente, SSD evolucionaron rápidamente. Fueron una de las primeras bandas en tener un sonido desplomado parecido al grunge en su EP Get it Away, y el bajista de Nirvana Krist Novoselic era un gran fan. Al igual que Nirvana, las influencias de SSD estaban más basadas en el rock de los 70 y el metal. A pesar de toda la charla de limpiar la casa y hacer correcto hardcore, muchos miembros de la crew de SSD siguieron yendo a conciertos de AC/DC, Aerosmith y Motley Crüe todo el tiempo. El latente metal pasó a primer plano en la escena de Boston alrededor de los años 84/85, como en otros lugares, cuando SSD y la primera banda de Dave Smalley, DYS, hicieron un radical giro hacia el sonido metal.
Aunque la tensión en la escena de Boston impedía la cooperación, también se aseguraron de que las bandas siguieran avanzando por caminos separados. Hubo interesante variedad. Proletariat escribieron pequeñas canciones cortas e irregulares con coros a lo Gang of Four y Killing Joke con guitarras motosierra rápidas. Una banda gran promesa y con un sonido fantástico, fueron obstaculizados por la monotonía de las voces entrecortadas con estilo agitprop. Aunque la mayoría de las bandas editaron buenos discos siguiendo los pasos de This is Boston not L.A., el prominente productor indie/punk Lou Giordano se desilusiono con la escena cuando se hizo evidente cuantas bandas tenían inclinaciones reaccionarias. Los F.U.’s eran la más infame de esas bandas, aunque como es habitual había mucha desinformación diseminada por el mundo punk sobre sus creencias. Sin embargo, los F.U.’s se quedaron con la reputación y los Dead Milkmen hicieron una de las más cómicas referencias a ellos en la canción Tiny Town:

Si venís a nuestra pequeña ciudad, sería de sabios que no salgáis por ahí

Porque odiamos a los negros y a los judíos y a los punks, pero amamos a los F.U.’s


El editor de Suburban Al Quint, que empezó su fanzine Suburban punk a primeros de los 80, decía que toda la impresión que la gente tenía de los F.U.’s era resultado de la banda haciendo el tonto en la escena más que por ser reaccionarios de derechas. El guitarrista fundador de los F.U.’s Steve Grimes documentando la historia de la banda en las notas de la reedición de Kill for Christ and My America en Reflex Records (un sello belga sin relación con el viejo sello de Bob Mould) lo confirmaba:
‘Después de Boston not L.A. y Kill for Christ, nos hicimos notar entre el público hardcore, sí, pero en cierto sentido fue demasiado fácil. Nos sentíamos como si estuviésemos en medio de una creciente marea de conformismo hardcore y auto satisfacción. Había demasiado anarquista con consignas instintivas (como oposición al pensamiento y a la acción anarquista); mucho peor, había demasiado sentimiento de superioridad hacía los demás. Pensaba que nos íbamos a convertir en unos hippies presumidos. John había escrito Trendy Nazis Hypocrites, y yo había escrito Peer Police para Kill for Christ, pero todavía había un sentimiento de que nuestra camarilla hardcore necesitaba una buena patada en el culo. Bien, se había dicho que, si ibas a ser anarquista, algunas veces tenías que bombardear a tus propias tropas. Así que a primeros de 1983 arrojamos My America sobre el mundo hardcore’

Quizás no fue conscientemente intencionado ser un asalto total sobre los valores hardcore, pero es como se percibió. Y quizás lo que realmente era es: un mensaje que leer. ‘Quizás el gobierno no es el verdadero enemigo. Quizás somos tú y yo’ Todo era tan desagradable, brutal y bajero como era posible, aunque se trataba de policías brutales (Boston’s Finest), matones locales que se salían con la suya con todo (la historia de la vida real de Choir Boy) o asesinos de celebridades (Rifle) Tampoco éramos amables para el público hardcore al definirlos como tímidos (What You Pay For), llorones (Poor, Poor Pitiful You) y chismosos (This Is Your Life)
‘A causa de esto éramos acusados de forma variada de ser Jóvenes Republicanos, rednecks y – mi favorito – ‘jodidamente Normales’ Todos eran ridículos: éramos punks tocando para otros punks rockers, discutidos en los medios punk e ignorados en cualquier lugar. Sabíamos jodidamente bien que íbamos a ser escuchados casi en exclusiva por personas que ‘pensaban como nosotros’; de hecho, ese era el problema. Es difícil imaginar lo muy homogéneo que era el público hardcore en esos tiempos. Eso fue en parte una fortaleza (nos daba una identidad), pero, sabes, es mejor tratar con otro tipo de gente’
La intención y contenido del álbum de F.U.’s era un poco diferente a la bomba arrojada por Hüsker Dü con Metal Circus ese mismo año, sin embargo, el mensaje en el disco de Hüsker Dü nunca explotó en la comunidad punk, y el disco de F.U.’s lo hizo con una venganza. Mientras que hubo cierta cantidad de sobre reacción en Boston contra fanzines políticamente correctos como Maximum R&R y todos los que llevaban consignas anarquistas sin sentido, en este caso la reacción de ese mundo contra los F.U.’s demostró su posición. El nivel de repugnancia que los F.U.’s tuvo para el conformismo punk fue tan grande que ni siquiera ellos se molestaron en explicarse. Si el mundo punk quería pensar que ellos eran unos imbéciles de derechas, para ellos estaba bien. Había un doble estándar en la comunidad punk, sin duda – si eras una banda extraordinaria, como los Bad Brains o los Hüsker Dü, no importaba lo que decías o escribías en tus letras. Si era algo menor, podías esperar la ira de esos que insistían en la imagen unificada del punk.
En Boston, el conformismo venía de ambos lados. Estaba el estándar punk con símbolos anarquistas y demás, y estaba la visión straight Edge de una comunidad hardcore única. Mientras Al Barile reconocía que demasiadas bandas sonaban igual, él ponía bandas como Proletariat abriendo para Minor Threat para asegurar algo de diversidad, al menos él en 1982 no quería tocar con bandas que no eran hardcore. Según anotó Steve Grimes, esa propuesta fue útil para forjar la identidad que SSD estaba buscando para la escena de Boston, pero al final obstaculizó el flujo libre de ideas diferentes.
Muchas bandas continuaron criticando a los sospechosos habituales. Freeze eran una de las mejores bandas en Beantown, y el título del recopilatorio de Boston venía de una de sus canciones. Ellos nunca quisieron decir que la canción se tomase como un golpe contra la escena de L.A. ya que muchas de sus bandas favoritas eran de allí. La canción era más una sugerencia a las otras bandas de Boston para que desarrollasen su propio sonido, y no solo emular lo que sucedía en California.
Habiendo empezado en 1979 en el asilado Cape Cod, Freeze tenían influencias de los punks más viejos, y al ser una de las primeras bandas en ponerse en funcionamiento fueron más sofisticadas que muchas otras bandas en 1981. Su canción Halloween Night de su 7” Guilty Face es un clásico de los primeros 80. La banda editó 2 buenos discos en Modern Method, Land of the Lost en 1984 y Rabid Reaction en 1986.
Ben Deily de los Lemonheads lo recuerda:
‘Land of the Lost estaba constantemente girando en el plato de Deily/Dando, durante el instituto y después. Los abrasadores gritos de las quintas iniciales, luego tambores a una velocidad que relaja la mandíbula, y después aullidos con acentos melifluos y cínicos:

Puedes elegir tu propia forma de estancarte/ en tu pueblo americano/ si el ejército no te atrapa/ se un payaso fabril…’


Mucha de la fricción de la escena de Boston fue entre la crew de SSD con la de Freeze. El peligro de construir cualquier tipo de crew o pandilla en el punk – incluso si sucedía de forma inadvertida – era que, supuestamente, salían para representar tus gustos. La crew de SSD eran un grupo de al menos 20/30 tipos que viajaban a todos lados con la banda, e incluían a Jonathan Anastas y Dave Smalley de DYS, Negative FX y el futuro cantante de Slapshot Jack ‘Choke’ Kelly entre otros. Barile era casi suave en sus opiniones comparado con Choke, que estableció un nuevo estándar para la controversia y militancia straight Edge cuando encabezaba Slapshot. Un número de personas en la crew de SSD odiaba a Freeze – un desdén al que se hizo eco en Forced Exposure – y Al Barile se quedó solo intentando mantener la paz en esos tiempos.
Freeze fueron otra víctima de mediados de los 80, cayéndose de la faz de la tierra inmediatamente después de Rabid Reaction. Su colapso habría justificado al público straight Edge, pero el hecho era que todos los straight Edge originales de Boston se habían disuelto para entonces, por varias razones. Les ofrecieron un hueco en una gira nacional con Dead Kennedys y preguntado por una gira europea, el cantante Cliff ‘Hanger’ Croce dice que se resistieron:
‘Desaparecimos en el sótano de un apartamento con metanfetamina, paranoia, psicosis y adicciones. Todo fue un insomne tiempo perdido. Entre 1986 y 1990 escribimos y grabamos 4 canciones’
Las bandas que operaban alrededor de los márgenes en Boston produjeron mucha más música excepcional a través de los 80 que bandas hardcore que tenían pocos más problemas que algunas otras en ser visualizadas. A través de la década, Boston es conocida por producir algunas de las bandas indie innovadoras en el país, empezando por los remarcables Mission of Burma, cuya historia se cuenta en Our Band Could Be Your Life de Michael Azerrad.
Un miembro de The Bones recordaba que la pasión Mission of Burma estaba incitando en algunos músicos punk por todo el país en una noche que se encontró con Mike Palm en un club de Boston.
‘Me metí en una conversación con un músico que estaba de visita desde California, y tocaba en la banda Agent Orange. Los detalles son borrosos… recuerdo que estaba bastante cargado, y él estaba tan bebido como puesto. El tipo me preguntó cuáles eran mis bandas favoritas en la ciudad, y yo le mencioné unas pocas, incluyendo a los Real Kids y a los Baby’s Arm, así de memoria. De repente se volvió hacía mí, lívido, y dijo ‘Mission of Burma es la puta mejor banda a día de hoy en todo el país. Lo que están haciendo es el rollo más importante que está pasando en Boston, y cualquiera que no sepa eso no sabe de lo que está hablando’ Me sentí como si hubiera insultado a la religión de alguien, o a su madre’
Cuando se separaron Burma en 1983, en parte como resultado de que Roger Miller supo que él iba a volverse sordo y que si continuaba tocando música ruidosa no ayudaría, solo Peter Prescott llevó el filo punk de la banda a su siguiente proyecto. Los Volcano Suns fueron algo menos experimentales que Mission of Burma, pero eran, sin embargo, únicos. Más que una banda de ritmo acelerado, los Suns se expandían desde el estilo creativo de Prescott a la batería. Mientras que su forma de tocar no era en verdad la parte más experimental del sonido Burma, con Volcano Suns se puso en frente. Prescoot llevaba las voces principales y toda la banda cantaba en casi todas las canciones, y los cantos/gritos/charlas de Prescott continuaron al tipo de caos melódico controlado por la que su previa banda había sido famosa. Aunque la sensibilidad pop de Prescott y su composición eran brillantes, la banda nunca consiguieron el reconocimiento que merecían.
Su primer álbum, The Bridge Orange Years, era un clásico de principio a fin. Sus siguientes 2 discos, All Night Lotus party y Bumper Crop, también eran excelentes. Desafortunadamente, los Volcano Suns nunca vieron sus primeros 2 discos reeditados en CD, y el tercero está descatalogado. La banda solía ser un trio, y los miembros entraban y salían dependiendo de lo que pudieran soportar a Prescott. Gary Waleik de Big Dipper coescribió algunas de las canciones de The Bright Orange Years, pero abandono la banda antes de ser editado, y recuerda a Prescott ser un dictador agradable, aunque algo exasperante. La breve historia que Prescott escribió en las notas de Bumper Crop fueron ilustrativas de su dificultad de mantener una formación estable.

‘De repente, el 11 de marzo de 1987… la implosión’, escribió Prescott, después de detallar los cambios de formación que tuvo lugar durante los 2 primeros discos. ‘Incapaces de tratar con los crueles dardos de la crítica cariñosa, Jeff y Jon dejaron la banda para hacer algo constructivo con sus vidas. Determinado a continuar (ya que los Suns están tan pegados a mi como un miembro), busque arriba y abajo personajes con contundencia, humor retorcido, tono vocal angelical y colección de camisas de Volcano Suns. Dios Todo Poderoso, los encontré en Chuck y Bob. También tenían suficiente ego y valores compositivos incluso para tratar conmigo’
El bajista Bob Wetson, que más tarde tocó en Shellac, estaba así de bien preparado para ir y formar un estudio de grabación y ser compañero de banda de Steve Albini, Uno de los geniales conciertos que vi en el Crypt de West Philadelphia fue Electric Love Muffin abriendo para Volcano Suns con esa formación. Los Love Muffins fueron la mejor vez que nunca los vi, tan buenos que fue como verlos bajo una nueva luz. Para llegar a ver a 2 de los mejores baterías punk del país en una noche, en un pequeño sótano - ¿Quién podía pedir más? Los Suns empezaron su set de una forma que jamás vi antes en una banda. La mayoría de las bandas se ponían a dar vueltas sobre el escenario, afinando y presentándose a sí mismos antes de comenzar.
Sin preámbulos, Chuck Hahn y Bob Wetson se enchufaban, Prescott se sentaba en su batería y decía: ‘supongo que esto se llama empezar en frio’ y empezaban con Descent into Hell. Anonimato total. Sin necesidad de decir quiénes eran ni intentar relacionarse – solo aquí está nuestra música, te gustemos o no. Junto a otros talentos de Prescott, tenía un fantástico sentido lírico del humor captando todo tipo de debilidades y peculiaridades de la vida diaria y de las personas, especialmente sobre temas de ser un paria. En Balancing Act – que versionaron los Lemonheads en 1987 – iba sobre no encajar (Debería actuar en multitud/dejar a un lado los sentimientos por los conocidos/ debería sentirme afortunado de ser parte del manejo y del trato/no importa lo que se diga) y la codicia en Sounds Like Bucks (es posible salir adelante/con un cerebro, espíritu y suerte/ ¿o todos tenemos un salto/cuando suena como el dinero?) En cierto sentido, está última era la secuela de Fame and Fortune de Mission of Burma, de la cual los viejos colegas de Prescott admitían que era muy ambivalente. Podían sacar diversión de la fama y la fortuna, pero también la querían. En la época que Prescott escribió Sounds Like Bucks, tenía una vida bastante más aceptada en el underground. Ben Deily de los Lemonheads recuerda como él y Evan Dando pasaron de ser admiradores a distantes con sus iguales.
‘Mission of Burma tocaban incesantemente en el local de Dando y mío. Hicimos versiones de Mica and Einstein’s Day en ensayos de Lemonheads más veces de las que puedo contar, y quizás incluso en algunos shows, y en cuanto a Volcano Suns, John Strohm– batería emérito de Lemonheads, la mitad de Blake Babies, un genio en solitario – acabó de compañero de piso con Bob Wetson de Volcano Suns, lo que nos llevó a Evan y a mí a nuevas alturas de incrédulo deslumbramiento. Yo estaba presente en la fiesta de edición en video del single White Elephant de los Suns. Tío, todavía adoro esa canción… Soy un coleccionista/ eso la mayoría de la gente lo ignora/ sabes que el techo de un hombre/ es el suelo de otro hombre…’
Otra de las bandas anónimas de Boston fueron Moving Targets, que debutaron en 1986 con un LP estelar llamado Burning in Water. Recuerdo estar en el Bleecker Bob’s de New York dando vueltas entre las cubetas y preguntándome quien demonios eran esa banda rápida y melódica que estaban sonando sobre el estéreo. En ese momento me enorgullecía conocer todas las buenas bandas de la escena nacional. Cuando un empleado me dijo que eran Moving Targets. Me quede en blanco. ¿Cómo es posible no haber escuchado una banda así de buena? Resultaba que mientras vivía en Oz habían tenido buena prensa y estaban en las listas favoritas de todo el mundo después de Burning in Water.
Aunque el compositor Ken Chambers había estado tocando en bandas desde el 79 en Boston, la escena local hardcore nunca había tenido mucho impacto en su sonido. Como muchos músicos punk aspirantes, su modelo eran los Bad Brains. Moving Targets empezaron a tocar alrededor de 1983, y consiguieron su primer concierto con Bad Brains, un golpe similar a Marginal Man abriendo su primer show para The Faith y Minor Threat.
‘Nuestro primer concierto en un club fue abriendo para Bad Brains y Scream’, le contaba Chambers a la revista Thicker en 1994. ‘En esa época, los Bad Brains tocaban alrededor de Massachussets 2 o 3 veces al año, tocando en el Channel y en Rhode Island, y fuimos a verlos. Pat Leonard llevó una cinta de un ensayo y se la dio a su manager y dijo, ‘nos encantaría tocar con Bad Brains’ y él respondió que escucharía la K7. Tuvimos una llamada un mes más tarde, y era de ese tipo, Anthony, su manager. Dijo ‘perdí vuestra cinta, pero me la podéis poner por teléfono’ Así que cogí a Pat y corrimos a por ella, y una hora después nos llamó y le pusimos la cinta a través del teléfono. Así que respondió, ‘OK, los Bad Brains tocaran dentro de un par de semanas en el CBGBs, podéis tocar por unos 200 pavos’ y nos quedamos en plan, ‘Wow’ Molaba porque nunca habíamos escuchado a Scream y eran geniales. Además, el CBGBs era legendario para nosotros’
Los Bad Brains tenían una propuesta algo diferente a la mayoría de las bandas con nombre en el punk, ya que ellos elegían y pagaban a los grupos que abrían para ellos la mayoría de las veces. Aunque 100 dólares por un concierto parecen insignificantes hoy, en esa época para un grupo relativamente desconocido era raro tener ningún dinero garantizado. Moving Targets se disolvieron en un año, y al contrario de esas bandas en la escena que gravitaban hacía el metal, Chambers empezó a escuchar a Mission of Burma. Cuando Moving Targets se volvieron a juntar en 1984 fue con un sonido vastamente expandido.
‘Empezamos a meternos en un sonido texturizado y no solo thrash todo el rato. Cuando nos juntamos de nuevo, empezamos desde cero’
Mientras que el disco de 1986 captó mucha atención, Chambers abandono la banda brevemente para unirse a Bullet LaVolta anulando el futuro de la banda. Los siguientes 2 años, Brave Noise y Fall, eran unas ideas tardías geniales.
‘Todo lo del segundo y tercer disco’ le contaba Chambers a Thicker, era que Curtis y Taang decían ‘están todas esas canciones que nunca habéis tocado, deberíais juntaros y grabar esas canciones, y las juntamos en un disco’ Así es como salió el segundo y tercer disco, probablemente nunca habrían salido si Curtis no nos hubiera pedido hacerlos’

Boston tuvo un serio renacimiento durante la segunda mitad de los 80, con maravillas melódicas como Dinosaur, Lemonheads, Moving Targets, Pixies y Volcano Suns, todos contribuyendo con ediciones volátiles. El productor Lou Giordiano se convirtió en uno de los más buscados productores indie del país. Taang Records, que habían sido conocidos previamente poco más que por editar a Gang Green, de repente florecieron con Lemonheads y Moving Targets a bordo. Esas bandas significaron un cambio mayor, a parte del hecho de que eran derivados del punk profundizando mucho más en la composición, la melodía y musicalidad, eran ese líder que estaba afuera. Los tríos estaban de moda, o cuartetos con 2 guitarras. Los músicos verdaderos podían tocar y cantar al mismo tiempo, en teoría, y pensaba que lo hacían muy bien, pero llegue a echar de menos la animación de un desenfrenado cantante. Ben Deily de los Lemonheads da crédito a la escena para todas las edades por haber inspirado su primer sonido punk. Evan Dando nunca compartió del todo el mismo entusiasmo por el género, como se hizo evidente con la dirección que Dando tomaba cada vez que Deily dejaba la banda.
‘Evan y yo nos unimos una mañana primero cuando yo tenía 14 años más o menos’, decía Deily, ‘cuando uno de nosotros escuchó al otro recitando algo de Firesign Theatre – y pasamos las siguientes horas – vale, años – haciendo riffs y avanzando sobre ese material’
Un compañero de clase llamado George Boulokos le dio a Deily su primera cinta, la cual recuerda como ‘la que nos dieron nuestros respectivos Jesuses punk personales cuando Ese Momento llegó en la primera adolescencia’
‘George explicaba la taxonomía de las bandas y canciones que él me estaba dando’, dice Deily, ‘había punk: Sex Pistols, Buzzcocks, Clash, Wire, Chelsea, Radio Stars, Peter & the Tube Babies. Hardcore: Minor Threat, Black Flag, Circle Jerks, Bad Brains, Meatmen, Angry Samoans, y así sucesivamente. Y así fue.
‘Es un pequeño paso desde allí al aroma del cuero y los cigarrillos de cada concierto para todas las edades en clubs como el Channel, el Rat, TTs, el Paradise, el VFW e incluso en los sótanos de la gente. Los gritos de ‘¡nada de pelos de punta en el pit!’ alzados por los verdaderos creyentes. Curtis pasearía por ahí vendiendo singles de una caja y promocionando la brillantez de Stranglehold o Gang Green a quienquiera que estuviese escuchando’
‘Sabio y ligeramente mayor Evan no pareció nunca compartir mi salvaje entusiasmo por el verdadero hardcore – p.ej, lo horrible y el straight Edge – aunque a él le encantaba lo suficiente, especialmente los esenciales como los Minor Threat. Creo que - ¿Cómo puedo llamarlo? – sus maneras naturales y encantadoras sin esforzarse no encontraron la misma resonancia como yo con los gritos, los puños agitándose y los peinados poco favorecedores. Recuerdo a Evan tocando para mí material de Captain Beffheart, Nico y Velvet Underground, canciones profundas de Elvis Costello, Television, Replacements y todo tipo de música sorprendente que nunca había escuchado’
A pesar de la ambivalencia de Dando hacía el hardcore, Deily recuerda divertido sus esfuerzos por salirse del reservado punk que no fueron bien recibidos por el resto de la banda.
‘Cuando quise meter la acústica Postcard con cuerdas de sintetizadores en el fondo del álbum Creator’, recuerda Deily, ‘estaban esos en la Organización que declaraban indignados: ‘los Lemonheads nunca sacaran algo como esto. Tocamos en conciertos para todas las edades para chavales hardcore, por el amor de dios. Nada acústico, nada tintineante o pop’ ¿ironía, Alanis?’
Deily fue un ejemplo del cambio a la primera generación que había sido ampliamente criada en el hardcore. Mientras que yo era uno de los últimos de la generación criada en la música de los dinosaurios de los 70, para los que el punk fue una maravillosa bocanada de aire fresco, algunos chavales un poco más jóvenes que yo nunca habían pasado por esa particular edad de piedra, para ellos la música de dinosaurios podía ser un pintoresco y liberador descubrimiento.
‘En realidad, todo el rollo Sabbath/Ozzy/Kiss era una apertura de ojos para mí’, dice Deily, ‘que nunca había escuchado – y mucho menos calentarse – ese tipo de material hasta que Evan me inicio. ¡Que divertido estar tan completamente muerto cerebralmente, ser tan insípido y desenfrenado sin una agenda o nada ideológico/estético que demostrar’

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