Eric Davidson mantenía a raya a los acreedores con su ingenio y con pagos mínimos mientras trabajaba como editor asociado en la revista CMJ. Pero en la mayoría de sus años de formación fue el cantante de la banda punk de Ohio New Bomb Turks que han editado muchos discos en Crypt, Gearhead y Epitaph entre otros y realizado giras por todo el mundo.
1. Green Bay. Wisconsin. Algunos tontos gregarios llamados Time Bomb montaron un montón de bolos geniales para todas las edades en una antigua bolera de mala muerte (Concert Café) pegado a un bar llamado Speakeasy (con la mejor jukebox de América) y que de verdad tenía que haber sido clandestino en ese pueblo donde la peña sentía la constante necesidad de privar más que los curas de la era de la Prohibición. El correcto Reverendo North presidia sobre el pit, y el sentido del humor siempre estaba muy por encima de la moda, la política y las típicas humillaciones.
2. Groningen, Netherlands. Cualquier banda que haya tocado en el Vera Club puede atestiguar esta ridícula genialidad. Priva y comida gratis, backstage y flyers también, filmaban todos los conciertos, con 4 apartamentos en la parte trasera para las bandas, serigrafiaban su propio fanzine y los carteles de los shows que el jefe ponía escaleras arriba y los conciertos eran siempre explosivas subidas de tono, con un cavernoso club en el sótano para las travesuras después del espectáculo. Una tienda de discos genial justo al lado. Y montones de turistas ricos alemanes de los que burlarse.
3. Columbus, Ohio. Alquiler barato, cerveza a 25 centavos de noche en el bar del otro lado de la calle del Stache’s (un pequeño garito que programaba cada banda de los 90 que puedas nombrar) otros 2 clubs punk a una distancia prudencial; increíbles tiendas de discos, 3 sellos indies activos; montones de bandas ruidosas locales; y unos 40000 tipos de fraternidades a los que tocar las narices.
4. Austin, Texas. Aunque la ciudad no es exactamente ‘anónima’ por todo el revuelo del festival SXSW, los mejores shows eran normalmente escupidos los miércoles de mediados de octubre por los Sons of Hercules, Motards, los Cryi’n Out Louds, Kack o’Fire y otros más en la especialmente dulce escena garaje punk.
5. Toronto, Canada. Lee’s Palace era quizás el único club grande (y un club grande para el punk es de unas 500 personas de capacidad) que realidad, estaba sucio y lleno de tachuelas, apropiado para un set de rock basura. También había mierda en Montreal, aunque las bandas, fanzines, fans y las peleas parecía que se matriculaban alrededor de esta ciudad. Además, esta cerca de….
6. Detroit, Michigan. Los recién llegados se entusiasmaron con los White Stripes 5 años después de que Detroit había sido quemada de nuevo con los post-Gories patea basuras (Bantam Rooster, Chnese Millonaries, Dirtbombs, Dirtys, Clone Defects) Buenos bares, geniales tiendas de discos, montones de borrachos desempleados, edificios fantasma industriales decrépitos, callejones oscuros increíblemente peligrosos – todo buena mierda.
7. Biomington-Normal, Illinois. Bandas de perdedores geniales que nunca editaron mucho (Gukty Pleasures, Defilers), conciertos relajados desde Chicago y la genial tienda de discos de Mother Murphy.
8. Solingen, Alemania. Aunque solo sea por los hilarantes punks Jet Bumpers, esta ciudad debería estar en el primer puesto por las muchas bandas punk divertidas que son de allí...¿no? OK, El Steve McQueens. Vale, la cosa es que cualquier banda de gira por Europa en los 90 tenía que pasar por Alemania quisiesen o no, ya que los clubs alemanes tenían más pasta y fans dedicados de lo que creías, y esta ciudad era tan activa como cualquiera de ellas en el loco departamento de los shows punk. Subcampeona; Münster, Alemania.
9. Ponferrada, España. Todo el país aloja algunos de los fans musicales más locos. Pero este pequeño puesto de avanzada le suma un pequeño agujero para después de los conciertos (el autor no recuerda el nombre… y se pregunta porque) que tenía – píllalo – ¡¡¡un mural de los Lazy Cowgirls!!! Tan pequeño que no pudiste evitar sentir el hedor a sudor de la bola de grasa que estaba a tu lado mientras gritaba a la barra pidiendo más canciones de Devil Dogs o Misfits. Yo le pedí calmadamente al camarero un destornillador. BAM – botella de Oj – BAM – botella de vodka. Ya está dicho.
10.Regina, Saskatchewan, Canadá. En realidad, no hay una escena. Es simplemente divertido hacer juegos de palabras con la palabra Regina mientras estas atrapado en mitad de Canadá de gira.
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