GOING UNDERGROUND 28. Nadie quiere un Alíen.

 
En los primeros días, todo tipo de bandas eran juntadas en los mismos carteles. El disturbio policial de Elk Lodge en Los Ángeles en 1979 fue uno de los clásicos ejemplos, con los Wipers y las Go-Go’s en el mismo cartel. Mientras las Go-Go’s alcanzaron el contagioso estrellato del pop, los implacablemente pesimistas Wipers atravesaron los 80 como una de las bandas más originales y menos apreciadas de la escena indie americana. Al final me quedé atrapado de ellos en su gira de despedida en 1989, aunque habían sido una de las primeras bandas indie cuyos discos había buscado en el instituto.
El frontman de Wipers, Greg Sage, clama que la distribución era extremadamente difícil debido a que eran una banda de Portland y a no ser ‘guay’, pero el hecho de que yo pude encontrarlos en una tienda de discos - por otro lado, bastante buena – situada en el culo del mundo en una ciudad de Florida, sugiere que sus discos estaban disponibles. Por extraño que parezca, Sage tenía sus raíces en Florida, justo al otro lado del estado, en la Costa del Golfo. En Let’s Go Let’s Go Away del primer disco de Wipers, Sage cantaba:

Atrapado en los agujeros de Cape Coral

Me dio el blues de verdad…
No importa donde quiera que vaya
Siempre parece lo mismo
Tengo que encontrar un nuevo mundo
Antes de empezar a volverme loco

Sage vivió sus inquietudes, mudándose de Portland a New York temporalmente para distribuir su segundo disco, Youth of America, porque decía que los prejuicios en el negocio de la música indie eran tal que ‘si no hacíamos esto, las opciones eran que muchos de vosotros nunca habríais oído hablar de nosotros’
Los pasos de 2 de las más grandes bandas a las que el punk dio vida eran de una divergencia interesante; según crecían en popularidad los Minutemen en el paso del punk de los 70 al hardcore de los 80, los Wipers no lo hacían. Ninguna banda era más probable que fuese apreciada que otra para un público que buscaba música ruidosa y rápida. Por lo que puedo decir, simplemente es porque Sage se desanimó fácilmente, siendo antisocial y retraído para empezar. La personalidad gregaria de los Minutemen fue suficiente – a pesar de que ellos odiaban toda la escena punk rock en ese momento – para llevarlos más allá del abuso de los mortales hardcore. Tomabas lo que te gustaba del punk rock e ignorabas el resto. A día de hoy, Mike Watt se denomina a si mismo como bajista punk.
‘Soy libre de definirme’, decía en Bass Player en 1995. ‘La gente se pregunta porque me llamo a mí mismo punk - ¡un punk es alguien al que se follan en la cárcel a cambio de tabaco! Pero si eres punk, puedes tocar lo que tú quieras…’
‘Echo de menos el caos de los viejos tiempos. Entonces, nunca sabías como iba a sonar la siguiente banda. Casi todo pasó, y no iba de cortes de pelo ni de estilos a la guitarra’
Al contrario de cómo se sentía Mike Watt, Sage sentía que todo iba sobre cortes de pelo y moda desde el principio, y que los punks les odiaban por no lucir bien.
La música de los Wipers era simple, pero el estilo único a la guitarra y el sonido de Greg Sage, junto a sus voces dolorosamente serias y entrecortadas los hicieron destacar. Virtualmente, cada canción parecía ser un pedazo de introspectiva sobre estar deprimido, ser un marginado o algún otro tipo de agitación emocional. La lluvia terminal del noroeste no ayudaba. Sage está en desacuerdo con lo que considera una estrecha interpretación de sus letras diciendo esto sobre su primer álbum:
‘1980 era interesante en el sentido de que muchos chavales parecían poder salir de sus caparazones. Quizás fue producto de la nada de los 70 que explotó en un nuevo horizonte o tal vez fue algo más. Pero mucha gente parecía interesarse en ellos mismos de repente y esto hizo que los tiempos fuesen interesantes. Muchas de las canciones que escribí en Is This Real? reflejaban el conocimiento que se expresaba sobre mí a través de otros en esa época. Algunos han dicho que van sobre la alienación y esas cosas, pero la verdad es que va más sobre la rebelión contra la consciencia de ello – que otros me expresaban a mí – que inspiraron lo que yo escribí’
Youth of América es reconocido por la mayoría de sus fans como su álbum más épico, y toda la gama del trabajo guitarrístico de Sage se muestra en él.
‘La canción Youth of América fue sacada de un sueño que tuve sobre el futuro’ dice Sage. ‘Un tiempo donde la gente se ‘sobre cría’ hasta el punto de que incluso la cosa más simple se ha convertido en algo al más alto nivel de competitividad. El sueño tenía tal sentido de realismo e intensidad que me excedí con la grabación para simbolizarlo. También, en la época de la grabación, la tendencia en las bandas era que las canciones eran muy rápidas y cortas, hasta el punto de que algunas canciones eran tan cortas que solo duraban unos 13 segundos. Bueno, ya me conoces, tenía que hacer lo opuesto y hacer canciones que eran muuuyyy largas’.
Sage era un gran fan de los viejos amplis a válvulas, y su sonido tenía una cruda distorsión a válvulas sin usar pedales convencionales. Las líneas de bajo y batería eran bastante sencillas mientras que la mayoría de la potencia e improvisación de la banda era la furia de Sage de una u otra forma. Algunos han llamado a Sage el equivalente americano indie a Jimi Hendrix, lo cual, de alguna forma, no parece tan lejos de la realidad. Es cierto que ellos compartían una intensidad única de sonido con la guitarra tocando que sus compañeros no la pudieron pillar.
En una entrevista de Big Takeover, Sage iba tan lejos como para hacer una analogía en mantener unos márgenes como persona en los 90 y mantener una línea en su sonido.
‘Tienes una elección en cualquier cosa de tu vida. Tomas un camino menos difícil o ¿escalas una colina hasta la meta? Mi visión de a donde la sociedad se dirige es a tomar la vía más fácil. Por ejemplo, para crear cualquier cosa que funcione en circuitos electrónicos, usas caminos diferentes de resistencias ya que los electrones fluyen por el camino corto. Pero eso no significa que vayas a crear un amplificador o algo musical. Para hacer que un circuito funcione, tienes que forzar a los electrones a hacer cosas que necesitas que hagan. Y miro a la vida de la misma forma, porque puedes tomar el camino de menor resistencia y así tener menos fricción, pero entonces, ¿crea una función? ¿Tu camino da, logra o mueve algo? ¿Emite algún sonido o simplemente se apaga?
Los Wipers tenían algunos fans devotos. En el show de Philly conocí a un cartero de Boston que estaba pasando sus vacaciones que había acumulado para seguir a los Wipers en cada show en su gira final (mejor que coleccionar armas automáticas, la verdad)Sage mantenía un gran disgusto porque América ignoró a los Wipers, un disgusto exacerbado por su éxito en Europa. Mientras que llenaban con facilidad teatros grandes y salas, para su mente, la escena punk e indie de América nunca abrazó a la banda. Aunque él tenía razón de algún modo, había muchos fans de Wipers, y en 1992 salió a la luz un álbum tributo con 14 bandas haciendo versiones de canciones de los Wipers. Incluso Kurt Cobain mencionaba a la banda, y fue un gran fan. En lugar de apaciguar esto a Sage, lo despreció como un caso de poco y demasiado tarde. La gira de despedida fue un adiós a las audiencias americanas, y los Wipers solo actuarían exclusivamente en Europa desde 1989.
Las formas corporativas tradicionales del R&R raramente se habían cuestionado durante los años por la hinchada autocomplacencia del rock. Los músicos estaban tan perdidos que no se daban cuenta de que les estaban robando. La clave de tener a los americanos complacientes en general ha sido siempre fomentar su autocomplacencia. Somos la gente más gravemente autoindulgente del mundo. El aspecto revolucionario del punk rock trataba de quitar eso, y convertir la música en una fuerza más pura. El éxito de las empresas del R&R en adoptar la cultura era ampliamente dependiente de devolver la música a la autoindulgencia. Según John Kezdy de Effigies decía en una entrevista a Big Takeover en 1993:
‘Los 70 fueron tan malos que el punk rock llegó y lo cambio todo. Lo que esta nueva forma de los 70 está haciendo es adoptar todo y, por lo tanto, en cierto modo, desactivar cualquier cosa peligrosa. Lo que quiero decir es que no puedes impactar. No digo que impactar sea necesariamente algo bueno, pero hay un punto en esto, aparte de solo impactar. Si quieres impactar a la gente está bien, siempre y cuando tengas algo para sorprenderlos. Pero si los estás sorprendiendo por tu propio bien, lo que estás haciendo es inútil. Aunque, ahora, allí no puede haber mucha revelación ya que hay mucha diversidad. En otras palabras, no es como si nos estuviesen alejando del punk o del heavy porque los Fleetwood Mac acaparan las ondas de radio en la forma en que lo hacían en los 70. En cierto modo, miras a ello y dices, ‘bueno, esto es realmente bueno porque mira a toda la diversidad’ Pero el problema es, un montón de ello… no significa nada. Es música completamente auto indulgente de nuevo’
Con el tiempo conseguí ver a los viejos amigos de Kezdy Naked Raygun en 1989, todavía seguían siendo tan irónicos y poderosos como siempre. Recientemente habían editado su cuarto álbum, Understand?, el cual estaba a la altura de su estándar habitualmente de calidad compositiva. En la época que habían editado su anterior disco, Jettison, las canciones empezaron a perder la salvaje imprevisibilidad de los primeros años, aunque el álbum era una gran explosión poderosa de punk.

‘Pienso que Jettison era un disco fuerte’, decía Pezzati. ‘Los primeros 2 discos fueron fáciles, tenían demasiado material. Después de eso yo no tenía apego a nada. Alguna gente, incluso me decía que nuestro último disco era el mejor, y yo no lo veía. En ese momento, más tarde, era como sentarse y escribir a propósito para ese disco y quedarse corto de material cogiendo canciones más flojas que no tendríamos que haber sacado’
Sus conciertos en Chicago seguían siendo festivos. Devon Brock de Out of Order dice que su banda y Naked Raygun disfrutaban tocando shows especiales en festivos en el Exit o en el Cabaret Metro. Un show en día de acción de gracias en el Metro destacó en la tradición de Chicago. Brock habla de Naked Raygun:
‘Habían decidido, por adelantado, que, manteniendo la tradición, siendo acción de gracias, sería totalmente apropiado servir a su audiencia esa noche rebanadas de pavo recién cortado. El público era totalmente inconsciente, en particular los que estaban frente al escenario, de lo que les iban a dar. Sobre la mitad del set, un pavo desnudo clavado en un trozo de madera se llevó hacía el escenario, y según Pezzati empezó a preparar la motosierra que mágicamente había aparecido, la mitad del público estalló con un ruido de aprobación, la otra mitad esperaba expectante. Cuando la hoja atacó al ave, no estábamos seguros si el ave se mantendría ya que apenas estaba asegurado. El pavo se resistió unas pocas veces, pero después de unos intentos, la motosierra lo cortó en profundidad y la audiencia fue bañada de trozos de carne, hueso y sangre – las vísceras se habían quitado. Y Pezzati siguió cortando y cortando, hasta que chocó con el tablero. Yo estaba en frente del escenario incluso sabiendo todo lo que iba a suceder. Había varios cientos de chupas de cuero con pavo que parecía permanecer incrustado entre las costuras. Nunca conseguí sacarlo del todo’.
‘Después, cuando estábamos cargando nuestro equipo, estaba trabajando con la motosierra cuando salimos del Metro y nos encontramos con que todos nuestros coches habían sido remolcados por Lincoln Towing. Tuvimos que ir a pie un par de millas, con la motosierra ensangrentada para recoger los coches. Cuando íbamos por Lincoln Towing, fui al mostrador para preguntar por mi coche, cuando un tipo gordo engreído detrás del mostrador preguntó, ‘Hey, ¿no eres el cantante de Out of Order?’Yo pensé, ‘si un fan, un regalo de promoción’, así que respondí, ‘Si, lo soy’ A lo que él respondió, ‘La licencia de conducir y 45 pavos’ Un hombre irritado con una pistola irrumpió y empezó a gritar, ‘¡Dame mi puto coche! ¡Dame el puto coche de mi madre!’ Estaba meneando la pistola al tipo gordo y engreído a dos centímetros del cristal antibalas que simplemente dijo 911 y se rio. El tipo loco nos miró y dijo, ‘También conseguiremos vuestro puto coche’ Luego, en un movimiento desconcertante, el tipo de la pistola salió corriendo del edificio, arrojó la pistola en un vehículo que esperaba, el cual aceleró, y regreso a esperar a los polis. Debido al alboroto, mis llaves no llegaron y los polis se presentaron con sus armas, viéndose cara a cara con un puñado de punks cubiertos de sangre y vísceras y llevando una motosierra sangrienta, y un hombrecito manso esperando en las sombras. Ellos entonces agarraron a Andy Oblander (el road manager de Naked Raygun y Out of Order) y lo llevaron a un lado, mirándole de arriba abajo y dijeron, ‘Mira tío, no sé qué estos freaks han estado haciendo, pero podemos transportaros a todos a la comisaria y registraros a menos que me digas quien tenía el arma’ No es necesario decir que Andy señaló al tipo y continuamos nuestro camino’
Brock sentía que la vida de Out of Order se había acabado a finales de los 80 según la banda perdía la dirección y su, una vez gran audiencia, disminuía. La mayoría de las primeras bandas se habían separado excepto Naked Raygun y era la hora de que una nueva generación tomase el control.
‘Es mi creencia personal que las bandas punk’, observaba Brock, ‘por su propia naturaleza, implosionarían después de unos pocos años y unos pocos discos. El punk rock, en un mundo perfecto, en teoría debe darse la vuelta de vez en cuando, como Venus’
Jeff Pezzati no esperaba triunfar en realidad, y era realista sobre la relación entre el underground y el mainstream; este último lugar era un mal lugar al que ir a menos que tuvieras mucho impulso. Bill Stevens entró para reemplazar a John Haggertry a la guitarra, y esta formación llegó a grabar un último disco de Naked Raygun en 1991.
‘Mi estilo era no parar’, dice Pezzati. ‘Los chicos abandonaban la banda – fue un fastidio perder a Santiago, pero después tuvimos a Haggerty y teníamos ese sonido genial así que seguimos. El rollo de estar en una banda es muy parecido a tener tu propia compañía. No sabes donde parar, no sabes cómo empezaba. Adquiría una extraña vida propia. No se porque continuamos. Todavía pensaba que teníamos más canciones que escribir’
‘Fue una época extraña porque no molaba estar en una major, pero era el siguiente paso lógico. Lo habríamos tomado si hubiésemos tenido una buena oferta. Nos cortejaron 2 majors, pero eran gente pésima y ni siquiera estuvo cerca de la etapa de acuerdo. Nos estábamos haciendo mayores, y en ese punto yo me percate – esto no va a suceder en una major, y eso está bien. Era bueno, nunca apestamos, salimos bien. Terminamos en la cima de nuestro juego, pero salimos fuertes’
‘La gente dice que tendríamos que haber sido los siguientes Green Day, pero la cosa es, que tener ese tipo de posición en una major es como ganar la lotería. No tengo el proceso de pensar como Albini que las majors son el diablo. Son lo que son. Quieren ganar toneladas de dinero, porque todos allí quieren ganar un montón de pasta. Totalmente incomprensible para mí. Así que, sabes que, al entrar, ese será tu trabajo, vender producto, sentarte y escribir 20 canciones al día… hasta que no estés preparado para hacer eso, no pertenecerás a eso’
Con Goverment Issue habiendo editado uno de sus grandes logros, el disco You de 1987, parecían estar al borde cosas más grandes, pero como es habitual, no sucedió nada. Su sello los animó a aguantar, pero al final llegó a ser demasiado.
‘Tocamos en un show en ese embalse dentro del desierto cerca de Vegas’, recuerda John Stabb de su última gira, ‘donde ponían generadores. Luego llegamos, hay un montón de pintadas racistas en las paredes del embalse e inmediatamente nos preguntan por Memphis, ya que los nazis que habían sido expulsados del concierto estaban esperando con tablas y palos en la calle. Ese gran portero llamado Rebel, que los había echado, decía, ‘eh, no van a ser un problema’, pero tuvimos que llamar a la policía para salir de allí seguros. En Vegas, el promotor nos dijo, si, tenemos algunos nazis que vienen a los conciertos, pero no os preocupéis, no van a montar bronca. Nos sentíamos como prostitutas, porque teníamos que hacer el concierto, por la pasta. A mitad del show, ese tipo grande vestido completamente de militar se pone a hacer sig-heil y a andar como un ganso entre el público. En ese momento se van las luces y nuestro técnico de sonido dice, vamos a morir todos aquí. Van a robar todo nuestro equipo y a asesinarnos’
‘Un skinhead se nos acercó después del show y dijo, ‘hey tios, gran concierto’ estábamos recogiendo y yo estaba pensando que no quería hacer eso, pero necesitábamos el dinero para gasolina y llegar a la siguiente ciudad, y me sentía como una prostituta. Se lo dije, ‘mira, si eres parte de este rollo nazi, ¿formas parte de eso?’
Él respondió, ‘si, lo soy’
Y yo le dije, ‘Márchate, ni siquiera quiero conocerte’
Él regresó, ‘Tú no sabes nada de toda nuestra organización’
Perdí el control. Le dije, ‘mira, no quiero agradarte. No me gustas. Ve a casa. Quema tus discos de GI. No quiero que te gustemos ¡veté de aquí!’
‘Mi novia, que iba de gira con nosotros, dijo ‘Mala jugada. Métete en la furgo ahora’ ya que esos tipos estaban realmente enojados, un pequeño grupo de ellos. Empacamos y uno de los miembros de la banda dice, ‘¿De dónde han sacado esos tipos esos palos?’ Y allí estaban esos nazis tambaleándose borrachos hacía nosotros con palos de 2x4. La furgo no arrancaba. Y nosotros en plan, mierda, arranca la furgoneta, vayámonos de aquí o vamos a morir. Salimos de allí, pero le dije al promotor del show que era basura’
Mientras eran los años de decadencia para algunas de las bandas originales hardcore, eran los años de gloria para algunas de las bandas más jóvenes. Si salias por los alrededores del CBGBs, no sabías que te ibas a encontrar. En una matiné todo hardcore a la que fuimos un amigo y yo para ver a unos viejos conocidos de St. Louis llamados Ultraman, vimos a Shades Apart. En esa época, antes de que ellos tuvieran éxito comercial, eran un trio de hardcore melódico e intenso. Me recordaban a algo parecido a los primeros Lemonheads y a Dag Nasty, y eran la banda nueva más impresionante que había visto desde hacía tiempo. Quizás fue la acústica del CBGBs que hacía que la guitarra reverberaba con esa complejidad, pero su LP debut con Wishing Well en 1988 no le hacía justicia a su sonido en directo.Otra cosa genial del CBGBs – más allá de toda la historia sepultada en el lugar que mantuvo matinales hardcore para la nueva generación de chavales – era que fue como un lugar de encuentro intergeneracional. Mientras estábamos en la furgoneta de Ultraman, el cantante Tim Jamison reconoció a Nikki Sikki, y los 2 se enzarzaron en una discusión entusiasta, Jameson también pasó tiempo hablando con el promotor de New York Johnny Stiff, que había contratado shows para Ultraman ese año. En una entrevista con el fanzine All Ages en 1995, el guitarrista de Youth of Today John Porcell recordaba el despido de Stiff de su banda cuando tocaron su primer concierto en el CBGBs.
‘Dios, la escena se ponía mucho de drogas en esa época, los chavales esnifaban cola y fumaban polvo por todos lados. Después de tocar, Johnny Stiff vino hacía nosotros y dijo ‘Oh, ¿sois una banda Straight Edge? ¡Nunca triunfareis en New York! Y yo casi le creo. Cuando llegamos a New York, yo odiaba la escena. ¿Dónde estaba el punk y la alternativa? Lo que quiero decir es, la ropa era más sucia y la gente llevaba peinados extraños, pero básicamente estaban haciendo lo mismo que cualquier persona quemada estaba haciendo en mi instituto – escuchar música, emborracharse y meterse en peleas. Me recordaban a mi hermano mayor, solo se emborrachaba e iba a conciertos de Ozzy, y los punks esnifaban pegamento e iban al CBs. ¿Cuál es la diferencia? Me metí en el punk para alejarme de los yonkis en primer lugar. Creo que es por lo que el rollo Straight Edge conectó en la ciudad. La gente estaba preparada para una alternativa real. Querían algo con sustancia, con mensaje, algo que les ayudase a levantarse sobre su entorno miserable, no meterle más dentro de ello. Y tío, el Straight Edge se encendió como un reguero de pólvora. Fue una época excitante en New York’
Había disgusto y frustración en New York y Boston con la desintegración de su una vez prosperas escenas en 1986, y las bandas Straight Edge se propusieron recapturar la noción simple PMA y el hardcore incondicional. Aunque la gente que primero lo abrazaron lo hicieron como una rebelión individual contra el despilfarro de sus iguales, y también apelaron a los chavales que querían algo a lo que pertenecer y convertirse en otro de los florecientes subsectores del conformismo disconforme del punk. El momento ‘straight edge’ adquirió nombre y se convirtió en un concepto, más que en una decisión personal, y estaba condenado a ser torcido en una perversión de su intento original. En realidad, eso fue cierto para todas las etiquetas, empezando por el ‘hardcore’, que empezó como una actitud y llegó a ser un conjunto de reglas que podían seguirse. Mientras que Youth of Today, Sick ofi t All y Gorilla Biscuits se hicieron más populares en la escena Straight Edge, y los Cro-Mags y Agnostic Front en la escena Metalcore, la diversidad del NY hardcore se hundió a mínimos. Las líneas de batalla se trazaron entre 2 campos, y la violencia y la testosterona regulaban el día a día.
John Porcell se dio cuenta a primeros de los 90, justo igual que Ian MacKaye había visto años atrás, que él había ayudado a lanzar un monstruo incontrolable del que ya no quería formar parte.
’En la época en que hicimos la última gira de Judge’, le contaba a All Ages, ‘toda la imagen de ‘tipo duro’ se estaba descontrolando. En cada concierto que hacía Judge, había un montón de violencia. Lo peor de esto es que los chavales que empezaban las peleas estaban directamente influenciados por nuestra banda. Ni siquiera podía contar cuantas veces esos idiotas venían a nosotros y alardeaban de como acababan de patear los dientes de algún tipo y a la espera de una señal de aprobación mía o de Mike – como si nos gustara eso. Parecía que todos tenían su noción preconcebida de que Mike era una especie de tipo duro, una roca real. Incluso pensar que tenía ese lado, Mike es en realidad muy sensible, una persona bondadosa. No le gustaban todas esas estupideces. Aunque Judge tenían esa imagen de violencia real. Era raro. No era una buena sensación saber que de forma indirecta éramos responsables. Así que todo este rollo con Judge nos tenía a Mike y a mí muy desanimados. Después de tratar de transmitir algo honesto, después de intentar ser una inspiración, todo nos estaba estallando en nuestras caras. Y si ese era el resultado, ni siquiera valía la pena estar en una banda. Así que Judge se separó. Me hizo darme cuenta de que cuando estas en una banda y te subes al escenario, te guste o no, te conviertes en un modelo. Puede ser algo peligroso’
‘Nuestros discos se vendían, unas 30 o 40000 copias cada uno’, decía Porcell, ‘así que muchos chicos se los tomaban en serio. Es una gran responsabilidad porque tienes influencia sobre sus vidas. Como con el disco Project X. Lo escribimos, lo grabamos y lo mezclamos en 3 días. No teníamos ni idea de que iba a ser tan popular. Y más de una vez, he renegado de él por toda esa violencia e intolerancia causada por ese disco. Eso no es en absoluto lo que yo hacía, así que fue una lección bien aprendida. Después de eso, yo estuve con Gorilla Biscuit un breve tiempo. Esa era una situación rara para mí porque el resto de la banda en su mayoría no eran Straight Edge en esa época. Y bien, hay estábamos, cantando todas esas canciones Straight Edge y yo veía como todos esos chicos hacían coros con toda sinceridad. No sé, me sentía un poco comprometido. Creo que hay es cuando mi desilusión con el hardcore alcanzó su límite’
Mientras muchos se preguntaban como el Straight Edge había tomado este violento giro, esto había estado ahí desde el principio. Originalmente Boston había tomado la marca Straight Edge de DC después de hablar Al Brile con Henry Rollins, y Barile dejó de beber en 1981. La gran audiencia Straight Edge que viajaba con las bandas de Boston SSD y DYS estaban incluso más orientadas a las pandillas que sus primeros homólogos de DC. Cuando venían a New York a tocar, montones de chavales con la X pintada en sus frentes salían de la furgo de SSD negra y sin ventanas. La X era una identificación habitual en el pit, así que ellos lanzaban golpes a las calvas cabezas que no las tenían. Esto no funcionaba particularmente bien con la igualmente amplia crew que apoyaban a Agnostic Front o a bandas ‘al borde del desperdicio’ como Murphy’s Law, y la rivalidad se intensificó en los siguientes años. Aunque había un segmento de la escena neoyorquina liderada por Harley Flanagan que tenía una vida punk callejera alimentada por las drogas, la beligerancia inicial de DC y Boston hacía la ciudad se basaba en las viejas nociones estereotípicas de los punks yonquis de NYC. Nunca habían tenido tiempo de conocer más de los punks de la era Thrash de NYC, pocos de ellos eran así. Cuando la segunda ola de Straight Edge apareció, la escena punk de NYC realmente se había disuelto en la cultura del alcohol y las drogas, y el disgusto de la nueva multitud por ello inició todo el ciclo violento.
Aunque no es sorprendente que el Straight Edge se hiciera tan popular como lo hizo. Las adicciones y las sobredosis fueron plaga en la generación de bandas que habían sido parte de las primeras escenas de los 80 por todo el país, y desde 1989 siempre parecía haber otra historia deprimente. Dave Rubenstein de Reagan Youth era adicto a la heroína, y se suicidó después de que su novia yonqui y prostituta fue asesinada por el notorio asesino en serie de Long Island Joel Rifkin. Sammy Town de Fang se hizo yonqui y asesino a su novia Dixie Lee, huyó a Alaska durante 6 meses y regreso en 1990 para pasar 6 años en prisión por homicidio involuntario. John Macias de Circle One se hizo predicador cristiano callejero hardcore, y durante un periodo que no tomó sus medicinas, se quebró del todo. Durante un psicótico alboroto en Santa Mónica en el que arrojó a un guardia de seguridad un muelle, fue disparado y asesinado por la policía. Con el revival de la heroína como droga elegida, numerosas vidas de punks se fueron a la deriva y acabaron en sobredosis. Mike Ness fue uno de los pocos rayos de luz entre la peña inicial. Ya que él había sido yonqui mientras su banda todavía estaba en sus inicios, él consiguió suficiente ayuda para que fuese posible hacer un regreso en 1987 con el disco Prison Bond de Social Distortion, y ha continuado con más y más éxito desde entonces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario