En
los primeros días, todo tipo de bandas eran juntadas en los mismos
carteles. El disturbio policial de Elk Lodge en Los Ángeles en 1979
fue uno de los clásicos ejemplos, con los Wipers y las Go-Go’s en
el mismo cartel. Mientras las Go-Go’s alcanzaron el contagioso
estrellato del pop, los implacablemente pesimistas Wipers atravesaron
los 80 como una de las bandas más originales y menos apreciadas de
la escena indie americana. Al final me quedé atrapado de ellos en su
gira de despedida en 1989, aunque habían sido una de las primeras
bandas indie cuyos discos había buscado en el instituto.
El
frontman de Wipers, Greg Sage, clama que la distribución era
extremadamente difícil debido a que eran una banda de Portland y a
no ser ‘guay’, pero el hecho de que yo pude encontrarlos en una
tienda de discos - por otro lado, bastante buena – situada en el
culo del mundo en una ciudad de Florida, sugiere que sus discos
estaban disponibles. Por extraño que parezca, Sage tenía sus raíces
en Florida, justo al otro lado del estado, en la Costa del Golfo. En
Let’s Go Let’s Go Away del primer disco de Wipers, Sage cantaba:
Atrapado en los agujeros de Cape Coral
Me
dio el blues de verdad…
No
importa donde quiera que vaya
Siempre
parece lo mismo
Tengo
que encontrar un nuevo mundo
Antes
de empezar a volverme loco
Sage vivió sus inquietudes, mudándose de Portland a New York
temporalmente para distribuir su segundo disco, Youth of America,
porque decía que los prejuicios en el negocio de la música indie
eran tal que ‘si no hacíamos esto, las opciones eran que muchos de
vosotros nunca habríais oído hablar de nosotros’
Los
pasos de 2 de las más grandes bandas a las que el punk dio vida eran
de una divergencia interesante; según crecían en popularidad los
Minutemen en el paso del punk de los 70 al hardcore de los 80, los
Wipers no lo hacían. Ninguna banda era más probable que fuese
apreciada que otra para un público que buscaba música ruidosa y
rápida. Por lo que puedo decir, simplemente es porque Sage se
desanimó fácilmente, siendo antisocial y retraído para empezar. La
personalidad gregaria de los Minutemen fue suficiente – a pesar de
que ellos odiaban toda la escena punk rock en ese momento – para
llevarlos más allá del abuso de los mortales hardcore. Tomabas lo
que te gustaba del punk rock e ignorabas el resto. A día de hoy,
Mike Watt se denomina a si mismo como bajista punk.
‘Soy
libre de definirme’, decía en Bass Player en 1995. ‘La gente se
pregunta porque me llamo a mí mismo punk - ¡un punk es alguien al
que se follan en la cárcel a cambio de tabaco! Pero si eres punk,
puedes tocar lo que tú quieras…’
‘Echo
de menos el caos de los viejos tiempos. Entonces, nunca sabías como
iba a sonar la siguiente banda. Casi todo pasó, y no iba de cortes
de pelo ni de estilos a la guitarra’
Al
contrario de cómo se sentía Mike Watt, Sage sentía que todo iba
sobre cortes de pelo y moda desde el principio, y que los punks les
odiaban por no lucir bien.
La
música de los Wipers era simple, pero el estilo único a la guitarra
y el sonido de Greg Sage, junto a sus voces dolorosamente serias y
entrecortadas los hicieron destacar. Virtualmente, cada canción
parecía ser un pedazo de introspectiva sobre estar deprimido, ser un
marginado o algún otro tipo de agitación emocional. La lluvia
terminal del noroeste no ayudaba. Sage está en desacuerdo con lo que
considera una estrecha interpretación de sus letras diciendo esto
sobre su primer álbum:
‘1980
era interesante en el sentido de que muchos chavales parecían poder
salir de sus caparazones. Quizás fue producto de la nada de los 70
que explotó en un nuevo horizonte o tal vez fue algo más. Pero
mucha gente parecía interesarse en ellos mismos de repente y esto
hizo que los tiempos fuesen interesantes. Muchas de las canciones que
escribí en Is This Real?
reflejaban el conocimiento que se expresaba sobre mí a través de
otros en esa época. Algunos han dicho que van sobre la alienación y
esas cosas, pero la verdad es que va más sobre la rebelión contra
la consciencia de ello – que otros me expresaban a mí – que
inspiraron lo que yo escribí’
Youth
of América es reconocido por la mayoría de sus fans como su álbum
más épico, y toda la gama del trabajo guitarrístico de Sage se
muestra en él.
‘La
canción Youth of América fue sacada de un sueño que tuve sobre el
futuro’ dice Sage. ‘Un tiempo donde la gente se ‘sobre cría’
hasta el punto de que incluso la cosa más simple se ha convertido en
algo al más alto nivel de competitividad. El sueño tenía tal
sentido de realismo e intensidad que me excedí con la grabación
para simbolizarlo. También, en la época de la grabación, la
tendencia en las bandas era que las canciones eran muy rápidas y
cortas, hasta el punto de que algunas canciones eran tan cortas que
solo duraban unos 13 segundos. Bueno, ya me conoces, tenía que hacer
lo opuesto y hacer canciones que eran muuuyyy largas’.
Sage
era un gran fan de los viejos amplis a válvulas, y su sonido tenía
una cruda distorsión a válvulas sin usar pedales convencionales.
Las líneas de bajo y batería eran bastante sencillas mientras que
la mayoría de la potencia e improvisación de la banda era la furia
de Sage de una u otra forma. Algunos han llamado a Sage el
equivalente americano indie a Jimi Hendrix, lo cual, de alguna forma,
no parece tan lejos de la realidad. Es cierto que ellos compartían
una intensidad única de sonido con la guitarra tocando que sus
compañeros no la pudieron pillar.
En
una entrevista de Big Takeover, Sage iba tan lejos como para hacer
una analogía en mantener unos márgenes como persona en los 90 y
mantener una línea en su sonido.
‘Tienes
una elección en cualquier cosa de tu vida. Tomas un camino menos
difícil o ¿escalas una colina hasta la meta? Mi visión de a donde
la sociedad se dirige es a tomar la vía más fácil. Por ejemplo,
para crear cualquier cosa que funcione en circuitos electrónicos,
usas caminos diferentes de resistencias ya que los electrones fluyen
por el camino corto. Pero eso no significa que vayas a crear un
amplificador o algo musical. Para hacer que un circuito funcione,
tienes que forzar a los electrones a hacer cosas que necesitas que
hagan. Y miro a la vida de la misma forma, porque puedes tomar el
camino de menor resistencia y así tener menos fricción, pero
entonces, ¿crea una función? ¿Tu camino da, logra o mueve algo?
¿Emite algún sonido o simplemente se apaga?
Los Wipers tenían algunos fans devotos. En el show de Philly conocí
a un cartero de Boston que estaba pasando sus vacaciones que había
acumulado para seguir a los Wipers en cada show en su gira final
(mejor que coleccionar armas automáticas, la verdad)Sage mantenía
un gran disgusto porque América ignoró a los Wipers, un disgusto
exacerbado por su éxito en Europa. Mientras que llenaban con
facilidad teatros grandes y salas, para su mente, la escena punk e
indie de América nunca abrazó a la banda. Aunque él tenía razón
de algún modo, había muchos fans de Wipers, y en 1992 salió a la
luz un álbum tributo con 14 bandas haciendo versiones de canciones
de los Wipers. Incluso Kurt Cobain mencionaba a la banda, y fue un
gran fan. En lugar de apaciguar esto a Sage, lo despreció como un
caso de poco y demasiado tarde. La gira de despedida fue un adiós a
las audiencias americanas, y los Wipers solo actuarían
exclusivamente en Europa desde 1989.
Las
formas corporativas tradicionales del R&R raramente se habían
cuestionado durante los años por la hinchada autocomplacencia del
rock. Los músicos estaban tan perdidos que no se daban cuenta de que
les estaban robando. La clave de tener a los americanos complacientes
en general ha sido siempre fomentar su autocomplacencia. Somos la
gente más gravemente autoindulgente del mundo. El aspecto
revolucionario del punk rock trataba de quitar eso, y convertir la
música en una fuerza más pura. El éxito de las empresas del R&R
en adoptar la cultura era ampliamente dependiente de devolver la
música a la autoindulgencia. Según John Kezdy de Effigies decía en
una entrevista a Big Takeover en 1993:
‘Los
70 fueron tan malos que el punk rock llegó y lo cambio todo. Lo que
esta nueva forma de los 70 está haciendo es adoptar todo y, por lo
tanto, en cierto modo, desactivar cualquier cosa peligrosa. Lo que
quiero decir es que no puedes impactar. No digo que impactar sea
necesariamente algo bueno, pero hay un punto en esto, aparte de solo
impactar. Si quieres impactar a la gente está bien, siempre y cuando
tengas algo para sorprenderlos. Pero si los estás sorprendiendo por
tu propio bien, lo que estás haciendo es inútil. Aunque, ahora,
allí no puede haber mucha revelación ya que hay mucha diversidad.
En otras palabras, no es como si nos estuviesen alejando del punk o
del heavy porque los Fleetwood Mac acaparan las ondas de radio en la
forma en que lo hacían en los 70. En cierto modo, miras a ello y
dices, ‘bueno, esto es realmente bueno porque mira a toda la
diversidad’ Pero el problema es, un montón de ello… no significa
nada. Es música completamente auto indulgente de nuevo’
Con el tiempo conseguí ver a los viejos amigos
de Kezdy Naked Raygun en 1989, todavía seguían siendo tan irónicos
y poderosos como siempre. Recientemente habían editado su cuarto
álbum, Understand?, el cual estaba a la altura de su estándar
habitualmente de calidad compositiva. En la época que habían
editado su anterior disco, Jettison, las canciones empezaron a perder
la salvaje imprevisibilidad de los primeros años, aunque el álbum
era una gran explosión poderosa de punk.
‘Pienso
que Jettison era un disco fuerte’, decía Pezzati. ‘Los primeros
2 discos fueron fáciles, tenían demasiado material. Después de eso
yo no tenía apego a nada. Alguna gente, incluso me decía que
nuestro último disco era el mejor, y yo no lo veía. En ese momento,
más tarde, era como sentarse y escribir a propósito para ese disco
y quedarse corto de material cogiendo canciones más flojas que no
tendríamos que haber sacado’
Sus
conciertos en Chicago seguían siendo festivos. Devon Brock de Out of
Order dice que su banda y Naked Raygun disfrutaban tocando shows
especiales en festivos en el Exit o en el Cabaret Metro. Un show en
día de acción de gracias en el Metro destacó en la tradición de
Chicago. Brock habla de Naked Raygun:
‘Habían decidido, por adelantado, que, manteniendo la tradición,
siendo acción de gracias, sería totalmente apropiado servir a su
audiencia esa noche rebanadas de pavo recién cortado. El público
era totalmente inconsciente, en particular los que estaban frente al
escenario, de lo que les iban a dar. Sobre la mitad del set, un pavo
desnudo clavado en un trozo de madera se llevó hacía el escenario,
y según Pezzati empezó a preparar la motosierra que mágicamente
había aparecido, la mitad del público estalló con un ruido de
aprobación, la otra mitad esperaba expectante. Cuando la hoja atacó
al ave, no estábamos seguros si el ave se mantendría ya que apenas
estaba asegurado. El pavo se resistió unas pocas veces, pero después
de unos intentos, la motosierra lo cortó en profundidad y la
audiencia fue bañada de trozos de carne, hueso y sangre – las
vísceras se habían quitado. Y Pezzati siguió cortando y cortando,
hasta que chocó con el tablero. Yo estaba en frente del escenario
incluso sabiendo todo lo que iba a suceder. Había varios cientos de
chupas de cuero con pavo que parecía permanecer incrustado entre las
costuras. Nunca conseguí sacarlo del todo’.
‘Después, cuando estábamos cargando nuestro equipo, estaba
trabajando con la motosierra cuando salimos del Metro y nos
encontramos con que todos nuestros coches habían sido remolcados por
Lincoln Towing. Tuvimos que ir a pie un par de millas, con la
motosierra ensangrentada para recoger los coches. Cuando íbamos por
Lincoln Towing, fui al mostrador para preguntar por mi coche, cuando
un tipo gordo engreído detrás del mostrador preguntó, ‘Hey, ¿no
eres el cantante de Out of Order?’Yo pensé, ‘si un fan, un
regalo de promoción’, así que respondí, ‘Si, lo soy’ A lo
que él respondió, ‘La licencia de conducir y 45 pavos’ Un
hombre irritado con una pistola irrumpió y empezó a gritar, ‘¡Dame
mi puto coche! ¡Dame el puto coche de mi madre!’ Estaba meneando
la pistola al tipo gordo y engreído a dos centímetros del cristal
antibalas que simplemente dijo 911 y se rio. El tipo loco nos miró y
dijo, ‘También conseguiremos vuestro puto coche’ Luego, en un
movimiento desconcertante, el tipo de la pistola salió corriendo del
edificio, arrojó la pistola en un vehículo que esperaba, el cual
aceleró, y regreso a esperar a los polis. Debido al alboroto, mis
llaves no llegaron y los polis se presentaron con sus armas, viéndose
cara a cara con un puñado de punks cubiertos de sangre y vísceras y
llevando una motosierra sangrienta, y un hombrecito manso esperando
en las sombras. Ellos entonces agarraron a Andy Oblander (el road
manager de Naked Raygun y Out of Order) y lo llevaron a un lado,
mirándole de arriba abajo y dijeron, ‘Mira tío, no sé qué estos
freaks han estado haciendo, pero podemos transportaros a todos a la
comisaria y registraros a menos que me digas quien tenía el arma’
No es necesario decir que Andy señaló al tipo y continuamos nuestro
camino’
Brock
sentía que la vida de Out of Order se había acabado a finales de
los 80 según la banda perdía la dirección y su, una vez gran
audiencia, disminuía. La mayoría de las primeras bandas se habían
separado excepto Naked Raygun y era la hora de que una nueva
generación tomase el control.
‘Es
mi creencia personal que las bandas punk’, observaba Brock, ‘por
su propia naturaleza, implosionarían después de unos pocos años y
unos pocos discos. El punk rock, en un mundo perfecto, en teoría
debe darse la vuelta de vez en cuando, como Venus’
Jeff
Pezzati no esperaba triunfar en realidad, y era realista sobre la
relación entre el underground y el mainstream; este último lugar
era un mal lugar al que ir a menos que tuvieras mucho impulso. Bill
Stevens entró para reemplazar a John Haggertry a la guitarra, y esta
formación llegó a grabar un último disco de Naked Raygun en 1991.
‘Mi
estilo era no parar’, dice Pezzati. ‘Los chicos abandonaban la
banda – fue un fastidio perder a Santiago, pero después tuvimos a
Haggerty y teníamos ese sonido genial así que seguimos. El rollo de
estar en una banda es muy parecido a tener tu propia compañía. No
sabes donde parar, no sabes cómo empezaba. Adquiría una extraña
vida propia. No se porque continuamos. Todavía pensaba que teníamos
más canciones que escribir’
‘Fue
una época extraña porque no molaba estar en una major, pero era el
siguiente paso lógico. Lo habríamos tomado si hubiésemos tenido
una buena oferta. Nos cortejaron 2 majors, pero eran gente pésima y
ni siquiera estuvo cerca de la etapa de acuerdo. Nos estábamos
haciendo mayores, y en ese punto yo me percate – esto no va a
suceder en una major, y eso está bien. Era bueno, nunca apestamos,
salimos bien. Terminamos en la cima de nuestro juego, pero salimos
fuertes’
‘La
gente dice que tendríamos que haber sido los siguientes Green Day,
pero la cosa es, que tener ese tipo de posición en una major es como
ganar la lotería.
No tengo el proceso de pensar como Albini que las majors son el
diablo. Son lo que son. Quieren ganar toneladas de dinero, porque
todos allí quieren ganar un montón de pasta. Totalmente
incomprensible para mí. Así que, sabes que, al entrar, ese será tu
trabajo, vender producto, sentarte y escribir 20 canciones al día…
hasta que no estés
preparado para hacer eso, no pertenecerás a eso’
Con
Goverment Issue habiendo editado uno de sus grandes logros, el disco
You de 1987, parecían estar al borde cosas más grandes, pero como
es habitual, no sucedió nada. Su sello los animó a aguantar, pero
al final llegó a ser demasiado.
‘Tocamos
en un show en ese embalse dentro del desierto cerca de Vegas’,
recuerda John Stabb de su última gira, ‘donde ponían generadores.
Luego llegamos, hay un montón de pintadas racistas en las paredes
del embalse e inmediatamente nos preguntan por Memphis, ya que los
nazis que habían sido expulsados del concierto estaban esperando con
tablas y palos en la calle. Ese gran portero llamado Rebel, que los
había echado, decía, ‘eh, no van a ser un problema’, pero
tuvimos que llamar a la policía para salir de allí seguros. En
Vegas, el promotor nos dijo, si, tenemos algunos nazis que vienen a
los conciertos, pero no os preocupéis, no van a montar bronca. Nos
sentíamos como prostitutas, porque teníamos que hacer el concierto,
por la pasta. A mitad del show, ese tipo grande vestido completamente
de militar se pone a hacer sig-heil y a andar como un ganso entre el
público. En ese momento se van las luces y nuestro técnico de
sonido dice, vamos a morir todos aquí. Van a robar todo nuestro
equipo y a asesinarnos’
‘Un
skinhead se nos acercó después del show y dijo, ‘hey tios, gran
concierto’ estábamos recogiendo y yo estaba pensando que no quería
hacer eso, pero necesitábamos el dinero para gasolina y llegar a la
siguiente ciudad, y me sentía como una prostituta. Se lo dije,
‘mira, si eres parte de este rollo nazi, ¿formas parte de eso?’
Él
respondió, ‘si, lo soy’
Y
yo le dije, ‘Márchate, ni siquiera quiero conocerte’
Él
regresó, ‘Tú no sabes nada de toda nuestra organización’
Perdí
el control. Le dije, ‘mira, no quiero agradarte. No me gustas. Ve a
casa. Quema tus discos de GI. No quiero que te gustemos ¡veté de
aquí!’
‘Mi
novia, que iba de gira con nosotros, dijo ‘Mala jugada. Métete
en la furgo ahora’ ya que esos tipos estaban realmente enojados, un
pequeño grupo de ellos. Empacamos y uno de los miembros de la banda
dice, ‘¿De dónde han sacado esos tipos esos palos?’ Y allí
estaban esos nazis tambaleándose borrachos hacía nosotros con palos
de 2x4. La furgo no arrancaba. Y nosotros en plan, mierda, arranca la
furgoneta, vayámonos
de aquí o vamos a morir. Salimos de allí, pero le dije al promotor
del show que era basura’
Mientras
eran los años de decadencia para algunas de las bandas originales
hardcore, eran los años de gloria para algunas de las bandas más
jóvenes. Si salias por los alrededores del CBGBs, no sabías que te
ibas a encontrar. En una matiné todo hardcore a la que fuimos un
amigo y yo para ver a unos viejos conocidos de St. Louis llamados
Ultraman, vimos a Shades Apart. En esa época, antes de que ellos
tuvieran éxito comercial, eran un trio de hardcore melódico e
intenso. Me recordaban a algo parecido a los primeros Lemonheads y a
Dag Nasty, y eran la banda nueva más impresionante que había visto
desde hacía tiempo. Quizás fue la acústica del CBGBs que hacía
que la guitarra reverberaba con esa complejidad, pero su LP debut con
Wishing Well en 1988 no le hacía justicia a su sonido en directo.Otra
cosa genial del CBGBs – más allá de toda la historia sepultada en
el lugar que mantuvo matinales hardcore para la nueva generación de
chavales – era que fue como un lugar de encuentro
intergeneracional. Mientras estábamos en la furgoneta de Ultraman,
el cantante Tim Jamison reconoció a Nikki Sikki, y los 2 se
enzarzaron en una discusión entusiasta, Jameson también pasó
tiempo hablando con el promotor de New York Johnny Stiff, que había
contratado shows para Ultraman ese año. En una entrevista con el
fanzine All Ages en 1995, el guitarrista de Youth of Today John
Porcell recordaba el despido de Stiff de su banda cuando tocaron su
primer concierto en el CBGBs.
‘Dios,
la escena se ponía mucho de drogas en esa época, los chavales
esnifaban cola y fumaban polvo por todos lados. Después de tocar,
Johnny Stiff vino hacía nosotros y dijo ‘Oh, ¿sois una banda
Straight Edge? ¡Nunca triunfareis en New York! Y yo casi le creo.
Cuando llegamos a New York, yo odiaba la escena. ¿Dónde estaba el
punk y la alternativa? Lo que quiero decir es, la ropa era más sucia
y la gente llevaba peinados extraños, pero básicamente estaban
haciendo lo mismo que cualquier persona quemada estaba haciendo en mi
instituto – escuchar música, emborracharse y meterse en peleas. Me
recordaban a mi hermano mayor, solo se emborrachaba e iba a
conciertos de Ozzy, y los punks esnifaban pegamento e iban al CBs.
¿Cuál es la diferencia? Me metí en el punk para alejarme de los
yonkis en primer lugar. Creo que es por lo que el rollo Straight Edge
conectó en la ciudad. La gente estaba preparada para una alternativa
real. Querían algo con sustancia, con mensaje, algo que les ayudase
a levantarse sobre su entorno miserable, no meterle más dentro de
ello. Y tío, el Straight Edge se encendió como un reguero de
pólvora. Fue una época excitante en New York’
Había
disgusto y frustración en New York y Boston con la desintegración
de su una vez prosperas escenas en 1986, y las bandas Straight Edge
se propusieron recapturar la noción simple PMA y el hardcore
incondicional. Aunque la gente que primero lo abrazaron lo hicieron
como una rebelión individual contra el despilfarro de sus iguales, y
también apelaron a los chavales que querían algo a lo que
pertenecer y convertirse en otro de los florecientes subsectores del
conformismo disconforme del punk. El momento ‘straight edge’
adquirió nombre y se convirtió en un concepto, más que en una
decisión personal, y estaba condenado a ser torcido en una
perversión de su intento original. En realidad, eso fue cierto para
todas las etiquetas, empezando por el ‘hardcore’, que empezó
como una actitud y llegó a ser un conjunto de reglas que podían
seguirse. Mientras que Youth of Today, Sick ofi t All y Gorilla
Biscuits se hicieron más populares en la escena Straight Edge, y los
Cro-Mags y Agnostic Front en la escena Metalcore, la diversidad del
NY hardcore se hundió a mínimos. Las líneas de batalla se trazaron
entre 2 campos, y la violencia y la testosterona regulaban el día a
día.
John
Porcell se dio cuenta a primeros de los 90, justo igual que Ian
MacKaye había visto años atrás, que él había ayudado a lanzar un
monstruo incontrolable del que ya no quería formar parte.
’En
la época en que hicimos la última gira de Judge’, le contaba a
All Ages, ‘toda la imagen de ‘tipo duro’ se estaba
descontrolando. En cada concierto que hacía Judge, había un montón
de violencia. Lo peor de esto es que los chavales que empezaban las
peleas estaban directamente influenciados por nuestra banda. Ni
siquiera podía contar cuantas veces esos idiotas venían a nosotros
y alardeaban de como acababan de patear los dientes de algún tipo y
a la espera de una señal de aprobación mía o de Mike – como si
nos gustara eso. Parecía que todos tenían su noción preconcebida
de que Mike era una especie de tipo duro, una roca real. Incluso
pensar que tenía ese lado, Mike es en realidad muy sensible, una
persona bondadosa. No le gustaban todas esas estupideces. Aunque
Judge tenían esa imagen de violencia real. Era raro. No era una
buena sensación saber que de forma indirecta éramos responsables.
Así que todo este rollo con Judge nos tenía a Mike y a mí muy
desanimados. Después de tratar de transmitir algo honesto, después
de intentar ser una inspiración, todo nos estaba estallando en
nuestras caras. Y si ese era el resultado, ni siquiera valía la pena
estar en una banda. Así que Judge se separó. Me hizo darme cuenta
de que cuando estas en una banda y te subes al escenario, te guste o
no, te conviertes en un modelo. Puede ser algo peligroso’
‘Nuestros
discos se vendían, unas 30 o 40000 copias cada uno’, decía
Porcell, ‘así que muchos chicos se los tomaban en serio. Es una
gran responsabilidad porque tienes influencia sobre sus vidas. Como
con el disco Project X. Lo escribimos, lo grabamos y lo mezclamos en
3 días. No teníamos ni idea de que iba a ser tan popular. Y más de
una vez, he renegado de él por toda esa violencia e intolerancia
causada por ese disco. Eso no es en absoluto lo que yo hacía, así
que fue una lección bien aprendida. Después de eso, yo estuve con
Gorilla Biscuit un breve tiempo. Esa era una situación rara para mí
porque el resto de la banda en su mayoría no eran Straight Edge en
esa época. Y bien, hay estábamos, cantando todas esas canciones
Straight Edge y yo veía como todos esos chicos hacían coros con
toda sinceridad. No sé, me sentía un poco comprometido. Creo que
hay es cuando mi desilusión con el hardcore alcanzó su límite’
Mientras
muchos se preguntaban como el Straight Edge había tomado este
violento giro, esto había estado ahí desde el principio.
Originalmente Boston había tomado la marca Straight Edge de DC
después de hablar Al Brile con Henry Rollins, y Barile dejó de
beber en 1981. La gran audiencia Straight Edge que viajaba con las
bandas de Boston SSD y DYS estaban incluso más orientadas a las
pandillas que sus primeros homólogos de DC. Cuando venían a New
York a tocar, montones de chavales con la X pintada en sus frentes
salían de la furgo de SSD negra y sin ventanas. La X era una
identificación habitual en el pit, así que ellos lanzaban golpes a
las calvas cabezas que no las tenían. Esto no funcionaba
particularmente bien con la igualmente amplia crew que apoyaban a
Agnostic Front o a bandas ‘al borde del desperdicio’ como
Murphy’s Law, y la rivalidad se intensificó en los siguientes
años. Aunque había un segmento de la escena neoyorquina liderada
por Harley Flanagan que tenía una vida punk callejera alimentada por
las drogas, la beligerancia inicial de DC y Boston hacía la ciudad
se basaba en las viejas nociones estereotípicas de los punks yonquis
de NYC. Nunca habían tenido tiempo de conocer más de los punks de
la era Thrash de NYC, pocos de ellos eran así. Cuando la segunda ola
de Straight Edge apareció, la escena punk de NYC realmente se había
disuelto en la cultura del alcohol y las drogas, y el disgusto de la
nueva multitud por ello inició todo el ciclo violento.
Aunque
no es sorprendente que el Straight Edge se hiciera tan popular como
lo hizo. Las adicciones y las sobredosis fueron plaga en la
generación de bandas que habían sido parte de las primeras escenas
de los 80 por todo el país, y desde 1989 siempre parecía haber otra
historia deprimente. Dave Rubenstein de Reagan Youth era adicto a la
heroína, y se suicidó después de que su novia yonqui y prostituta
fue asesinada por el notorio asesino en serie de Long Island Joel
Rifkin. Sammy Town de Fang se hizo yonqui y asesino a su novia Dixie
Lee, huyó a Alaska durante 6 meses y regreso en 1990 para pasar 6
años en prisión por homicidio involuntario. John Macias de Circle
One se hizo predicador cristiano callejero hardcore, y durante un
periodo que no tomó sus medicinas, se quebró del todo. Durante un
psicótico alboroto en Santa Mónica en el que arrojó a un guardia
de seguridad un muelle, fue disparado y asesinado por la policía.
Con el revival de la heroína como droga elegida, numerosas vidas de
punks se fueron a la deriva y acabaron en sobredosis. Mike Ness fue
uno de los pocos rayos de luz entre la peña inicial. Ya que él
había sido yonqui mientras su banda todavía estaba en sus inicios,
él consiguió suficiente ayuda para que fuese posible hacer un
regreso en 1987 con el disco Prison Bond de Social Distortion, y ha
continuado con más y más éxito desde entonces.



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