Lo bueno de tocar en eventos solidarios, o sea gratix, es que no te has de preocupar ni de tener manager, ni oficina de contratación ni molestarte en tener que ir a mendigar unas monedas al dueño de la sala una vez recogido al material después de una noche de R'n'R.
Lo bueno de tocar en una sala es que, se supone, habrá equipo, escenario y técnico o técnica de sonido decentes y solo tendrás que llegar con tus cachivaches y enchufarlos siendo la banda la única responsable de que el concierto sea sublime o un desastre total.
Lo malo de tocar en una sala es que si eres un grupo del montón para abajo o un autentico desconocido, lo más probable es que al personal técnico o propietario de la sala se la sudes y encima hagan negocio contigo y tú no, recuerda no tienes manager y tocas por la filosa.
Lo bueno de tocar en un CSO (Centro Social Okupado) es que casi siempre será por una buena causa y nadie hará negocio contigo, tú tampoco (y con mucho gusto)
Lo malo de tocar en un CSO es que no tendrás ni equipo ni escenario ni nadie que te suba por monitores cuando no escuches una mierda. Como mucho alguien te abrirá la puerta y te señalara el rincón donde puedes montar tus cacharros (y lo harás con gusto).
En esta ocasión Supermirafiori tocan en la sala Caracol con Núcleo Terco y Non Servium, causa solidaria, buen catering y público accediendo poco a poco a la sala después de calentar motores fuera.
En el 90% de los conciertos que hicieron en su carrera Supermirafiori no cobraron, y lo hicieron con gusto.
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