Fresh Fruit For Rotting Vegetables

Desde el libro de Alex Ogg sobre este incunable del punk, The Early Years, se desgrana el proceso de grabación del mismo sin ocultar las rencillas de las dos facciones de la banda en auto proclamarse como la más importante en la composición de las canciones. Nosotros desde aquí somos partidarios de quien ha seguido haciendo música desde entonces y ha intentado mantener coherencia y honestidad en su carrera musical, no hace falta ser muy inteligente para saber a quien nos referimos.
Aprovechamos para recomendar siempre, siempre, siempre que se adquieran copias originales aunque desde aquí iremos aportando capítulos según los vayamos consiguiendo de debajo de las piedras si hiciera falta.

PRECUELA
Cuando te recluten.
Algunas de las entrevistas recopiladas aquí fueron encargadas originalmente como base para las notas de la cubierta de la reedición, con motivo del 25 aniversario, de Fresh Fruit For Rotting Vegetables. El hecho de que dicho esfuerzo descarrilará por las disputas entre los miembros no será una gran sorpresa para los observadores de largo recorrido de Dead Kennedys. La máxima es que la historia es dictada por los ganadores, si dicha victoria se define por un pleito judicial, presión fiscal, el acceso de los medios de comunicación o las variaciones de esos temas. Los esfuerzos por conservar la independencia sobre el proyecto fueron socavados por las facciones en guerra que competían por el relato y al final las anotaciones de la carpeta fueron retiradas. O simplemente, se dejaron de lado. El impedimento final fue una frase sencilla, la cual se conserva en este libro (te costara reconocerla, es sorprendentemente inocua) Se volvió muy complicado y a veces profundamente desagradable. Pero es un tema al que siempre me comprometí a volver. Y pasará el trigésimo aniversario, y otros más, sin que se resuelva todo.
Fue una saludable lección de lo profundas que son algunas disputas, y aun así, mantengo que fue un trágico desenlace para un trabajo que valía la pena emprender. Los lectores informados, sin duda alguna, serán conscientes de como la reputación de la banda ha sido mancillada en estos años recientes. Tomando prestada la analogía del escritor del San Francisco Chronicle James Sullivan, cualquier estatua metafísica de la ciudad que se hubiese levantado en honor de la banda se habría llenado de mierda de gaviota. Incluso de una banda genial, como ellos realmente eran. No soy el único que pone a Fresh Fruit en lo alto, como uno de los discos más importantes del punk. Único entre un montón que trascendió genuinamente el género, estirando las convenciones líricas y musicales mientras se decía algo importante, o varias docenas de cosas, y dando en el hueso de la risa de todo el mundo. Este es un intento de restaurar su estatus. O de limpiar de un manguerazo algo del guano.
De hecho, la historia de este proyecto se extiende incluso más allá de la debacle de la nota de la carpeta. En 1991 trabajaba en una revista británica musical en la cual alguien presentó un artículo sobre la banda. Yo estaba muy entusiasmado en publicarlo y enviárselo al cantante de Dead Kennedys, Jello Biafra, para su escrutinio y evaluación. Cuando finalmente él respondió, había un centenar de enmiendas – no se dejó seducir por el escritor. Tampoco estaba muy impresionado cuando descubrió que el editor de la revista había pirateado discos de DKs en el pasado – un hecho del que yo era felizmente inconsciente. El caso es que la revista se fue al traste. De hecho, lo que tú estás leyendo ha tenido dos décadas de gestación. Esto suena demasiado grandioso; me he aplicado a trabajos ocasionales entre medias.
Nuestra correspondencia continuó, aunque esporádicamente, durante el curso de dos décadas. A partir de entonces me encargaron que presentara un artículo del grupo en otra revista musical, y un proceso similar de escritura y revisión comenzó. Desafortunadamente, en ese preciso instante, las travesuras legales entre los miembros de la banda entraron en erupción y el artículo se perdió entre el montón.  Unos cuantos años pasaron volando y en 2005 me preguntaron si quería escribir las notas mencionadas anteriormente. Estaba encantado, pensando ingenuamente que podría evitar las posiciones arraigadas, jugando limpio y de forma transparente con todas las partes. Pasé un mes trabajando con los miembros en nuevas entrevistas para conseguir algo de buen material. Entonces llegó el meollo de la cuestión y de repente estaba intentando mediar en varios asuntos, mostrando a cada parte las réplicas de los otros e intentando reconciliar lo que podías en líneas generales, y generosamente, describirla como una rivalidad histórica.
Las partes opuestas en este punto se habían reducido a Biafra contra el guitarrista East Bay Ray, lo cual, una vez más, no será una sorpresa para aquellos que conocen algo de la política interna de la banda. Klaus Flouride (bajista) que sigue muy de cerca el liderazgo de Ray dentro de la banda y Ted, con el típico y encantador gusto por la moda, parecían completamente desconcertados por cómo alguien querría molestarse. Al final estuve muy cerca de su forma de pensar.
La mezquindad no lo justifica. Los diez borradores acabaron en 64000 palabras; teníamos espacio para 5000. En un momento dado, un empleado de Alternative Tentacles (el sello discográfico de Dead Kennedys posteriormente administrado por Biafra) se quejó de que yo solito rompí su impresora. Hubo un largo debate telefónico sobre si permitir a un miembro de la banda el uso del nombre propio más que el colectivo. Como parte de mi desesperado intento cada vez mayor de apaciguar, terminé contando la asignación de citas para probar que todos los pensamientos estaban contabilizados por igual (1). Si unos hombres con bata blanca hubiesen llamado a la puerta en ese momento, habría salido rápidamente. El punto más bajo fue cuando un miembro de la banda – Biafra no – me acusó de ser la causa de su dolor de espalda. Por atender llamadas transatlánticas de forma repetida.
1.Para los aficionados al trivial fueron 956 de Ray, 1227 de Klaus, 1167 para Biafra y 585 para Ted. Ustedes mismos.
Al final fue algo así. Biafra te regañará y te engatusará y hará todo lo posible para persuadirte de la veracidad de su interpretación de los sucesos. Luego te concederá el derecho a que lo veas como un escritor. Ray te regañará y te engatusará y hará todo lo posible para persuadirte de la veracidad de su interpretación de los sucesos. Y después llamara a su abogado. ¿La maldición de los Kennedys? Debo admitir que estoy acabando el manuscrito con más que un vago temor. ¿Qué más podría salir mal?
A pesar de todo, todavía adoro ese disco. Fresh Fruit for Rotting Vegetables no es London Calling, no es Never Mind The Bollocks, ni los Ramones. Para mí, está por encima de ese elogiado trio, principalmente por la inteligencia lírica y musical que lo apuntalan, la cual cautivó y estimulo completa y temerariamente hace tres décadas, en 1980. Sin duda podría apoyar esta histérica afirmación señalando que aparece regularmente en los sondeos de opinión sobre que discos punk son los más grandes (aunque se debería anotar que la gente son una pandilla de estúpidos, en general, ya que Sid Vicious aparece en más que floridos términos) La vida del álbum es un logro extraordinario para una banda que prácticamente no salía en la radio y que solo editó discos en sellos independientes – ni EMI, ni CBS o Warner. No solo existieron al margen del mainstream, sino que eran, como anotó V. Vale del fanzine Search and Destroy, la primera banda de su estatura en revolverse y atacar a la misma industria. Los DKs pusieron muchas cosas en marcha. Fueron parte esencial para la formulación de una red alternativa americana que permitió a los grupos del primer peldaño de la escalera girar más allá de su patio trasero. Fueron parte esencial en el apoyo a los conciertos para todas las edades y rechazaron las insinuaciones de los perritos falderos de los promotores de la industria musical. Legitimaron la idea de que una banda americana punk podía trabajar con éxito en UK y Europa mientras divulgaban el horror de la política exterior de su nación nativa; sirviendo eficazmente como anti embajadores en sus viajes.
El sello discográfico que montaron, el prospero Alternative Tentacles, se jacta de ser un reto con un catálogo de música tan extrema al servicio de los gustos auditivos disfuncionales como posiblemente podrían desear. Y la galería de políticos corruptos, predicadores charlatanes y tiburones corporativos a los que provocaron a lo largo de su carrera es incomparable. ¿Cuánta parte de ellos forma parte del ADN del punk y de la música popular? Aunque no es científico, la pizarra de School of Rock de Jack Black traza una línea que recorre Pistols-Ramones-Clash-Dead Kennedys. A Biafra le daría un pasmo cuando uso esto como justificación; yo también estoy un poco inseguro sobre ello.
El triunvirato nombrado anteriormente – Pistols, Clash, Ramones – han visto publicados más de 100 libros con su nombre. De los DKs no se ha escrito nunca extensamente, o celebrado en consecuencia, a pesar de que Fresh Fruit ha vendido alrededor de un cuarto de millón de discos solo en Europa. Realmente, por su propia culpa. Ellos nunca avanzaron para hacer un disco de R’n’R – la crítica convencional del rock continúa sosteniendo que el género punk es algo intrínsicamente juvenil; en el mejor de los casos un estado de crisálida. También se hundieron estrepitosamente, lo que significa que la gente tiende a caminar con cautela por entre los elementos conflictivos y demoniacos de esta historia. Y, en muchos sentidos, lo que registraron en disco era más intrínsicamente violento que la percepción de la crítica y el público. ‘Claro, yo quería que la banda durase’ dice Biafra, ‘pero algunas de las mejores bandas son las que se salen de su camino para impactar y molestar al público, y no solo escandalizar y complacer’ Aquí está la historia que da credibilidad a esta frase.
Fresh Fruit llegó en una coyuntura en la que los críticos y los lideres de opinión se habían distanciado del punk, reclamando la primicia de su descubrimiento, pero despreciando su trayectoria subsiguiente – la escuela de pensamiento que sugiere que el arte se arruina en el momento en que lo consume más gente que una pequeña elite cultural. El Reino Unido tenía tres periódicos especializados en música demandando un flujo constante de sabores nuevos cada semana. A la vuelta de la década los Nuevos Románticos eran el último saco para los estilosos, el Heavy Metal estaba siendo readmitido en la sociedad educada para aquellos que no tenían esas preocupaciones, y el punk en general se le consideraba víctima de la mortalidad infantil. Pero una evolución estaba en marcha y un cambio pendiente. Para muchos que creían que el movimiento era más que un vistoso brote del continuismo del R&R, Fresh Fruit confirmó el potencial del punk para defender algo más allá de los adornos de la moda y de la falsa rebelión.
El debate sobre la etimología punk, si nació en el CBGB o en la escuela de arte St. Martin, es estúpido, pero es indiscutible que a finales de los 70, el Reino Unido había dado forma al discurso. A principios de los 80, sin embargo, el punk británico corría hacía el vacío. El tema y la forma estilística se estaba contrayendo. Crass habían politizado el punk en una tajante contestación de los Clash, que se habían mudado hacía los estadios y el brillo de las estrellas, y a la implosión de los Pistols. Como el mismo Biafra apunta, ‘Crass estaban tratando de poner a pensar a los punks y a actuar más allá del punk, que se sentían bien por comprar un disco llamado Sandinista y que realmente no hacían nada para ayudar a Nicaragua’ Pero con toda su inteligencia y sinceridad, Crass eran demasiado abrasivos, demasiado austeros para hacer un disco de peso similar. El punk, finalmente en UK, se había convertido en algo carente de dignidad y rostro, demasiado obvios. Como Al Spicer escribiría, cuando su disco debut ‘California Uber Alles’ fue pinchado por John Peel, ‘no sonaba como nada de la escena punk británica que hubiese escuchado antes y era refrescante y fue bienvenido como si fuese el toque de corneta de la caballería llegando al rescate’
Fresh Fruit ofreció un perfecto híbrido de humor y polémica atados a un chasis musical que era tan irritable e ingenioso como los exabruptos devastadores de Biafra. Esas letras, crueles en su precisión, eran reveladoras. Pero no habrían funcionado si el sonido subyacente no hubiera sido como una divertidísima avalancha, la parafina de la llama desnuda de Biafra. Y si podemos dejar de lado la fiesta de las peleas por un fugaz instante, podremos recordar lo fresco, divertido y salvaje que era esa pequeña grabación, Fresh Fruit for Rotting Vegetables. 

Koncierto Anti-Mili Cocheras pacífico Madrid. KKSAK 19

 

Otro de los conciertos que se celebraron en las Cocheras de la EMT madrileña en Pacífico y que más tarde se edito en forma de recopilatorio de las bandas participantes, Hormigón (aúpa el metal), 37 Hostias, Tarzán... y los vascos Radikal H.C.
Mal sonido y mucho que reivindicar.

Para escuchar la cinta en su totalidad se puede acceder desde el siguiente enlace, pero hay que tener paciencia, según avanza la reproducción mejora el sonido... si es que se le puede llamar 'mejora'
En su momento se podía descargar desde la pagina http://hxccrew.zonalibre.org, búscala y después de 'escucharla' igual la destruyes

Pene-Tracción se ciscan en Stiff Little Fingers

 

Con motivo de los conciertos celebrados en el año 82 en la sala siamesa Rock-Ola (aunque según la crónica, seria la sauna siamesa) el fanzine Pene-Tracción (el que no metía política) hizo una crónica de los 2 días en la que dejan ver claramente que ya no comulgaban con la deriva que iba tomando la banda irlandesa, también aportaban crítica al disco que editaban por esas fechas, Go For it!
La portada de ese número dejaba claro el machismo imperante poniendo como las ilustres artistas de la movida Alaska y Rubí se comían el mercado, perfectamente podían haber puesto a Loquillo o Jaime Urrutia, pero...


Desde Rock Espezial los catalogaban como buenos conciertos con gran poder de convocatoria aunque también señalaban su giro en el disco recién editado hacía el Pop.
Volviendo a la crónica de Pene-tracción, destacan el inicio de ambos conciertos con Tin Soldiers (con semejante comienzo todo debería haber marchado como la seda), lo estupendo de su versión de Johnny Was y el apoteósico final en el último día con Gotta Get Away y Alternative Ulster lo que llevaría a pensar al los asistentes del primer día que metieron la gamba en la elección del concierto... y además consiguieron una foto firmada por la banda, ahí es na!!!


Como pensamos que tampoco es tan mal disco el 3º de los de Belfast aprovechamos la ocasión para escuchar Roots, radicals & Reggae