GOING UNDERGROUND 1. Adolescencia libre de Germenes

Algo está sucediendo aquí hoy,
una muestra de fuerza con la banda de los chicos
y yo soy tan feliz y tú eres muy amable
quieres más dinero, por supuesto no me importa
para comprar libros de texto nucleares para crímenes atómicos
y el público quiere lo que el público tiene
pero no quiero nada de lo que esta sociedad tiene 
me voy al underground… 
(The jam, Going Underground, 1980) 

Como a muchos otros, el punk me llegó por los Sex Pistols. Era 1980, y yo estaba en mi segundo año de instituto. Uno de mis hermanos se había ido ese año a la universidad en Florida y se expuso a músicas que no se veían en mi pueblo. A mí me gustaban las gargantas cuarentonas de los viejos dinosaurios. Escuchando a Black Sabbath, Blue Oyster Cult y los clásicos del rock como Jimi Hendrix, Cream, King Crimson y Jethro Tull. Ese año fui a mi primer concierto a ver a Nazareth y a Ozzy Osbourne. 
Mi hermano mayor llevaba un pequeño y oxidado Datsun 210 llamado HoneyBee con una ruidosa radio en el que sonaba Journey, REO Speedwagon, Molly Hatched, Foghat, Boston, Kiss y Kansas a cualquier lugar al que íbamos. Mientras que mis gustos musicales no eran ni mucho menos ilustrados para esa época, los suyos eran no menos que un espantoso asalto al gusto. A mi otro hermano le convencieron los Sex Pistols desde la primera escucha, y en cuanto lo escuche, a mí también. Encargue Never Mind The Bollocks Here’s The Sex Pistols en una tienda local y pase semanas esperando su llegada. Desesperado, encontré en algún sitio una copia y no pude quitar el disco del reproductor. Cuando llego al fin mi copia a la tienda, resulto ser un error de imprenta con los Sex Pistols en la cara A y una banda de jazz en la B, posiblemente George Benson. Mirando en retrospectiva a los Sex Pistols, es difícil creer que el disco fuese la impactante revelación que fue, una necesaria bofetada en la cara a la indulgencia del rock de los 70. Nunca habíamos escuchado nada como eso y no tuvimos suficiente, mientras, mi hermano mayor lo odiaba con una pasión igual a nuestro amor por él. 

El R&R estaba abominablemente estancado, y los Sex Pistols asustaron mucho al mainstream. Había consciencia de que el emperador no llevaba ropa, y mega estrellas como Mick Jagger, Phil Collins, Eric Burdon y muchos más se quejaban de que los Pistols no tenían talento. Tan legendarios como chapuceros fueron los conciertos de Sex Pistols, principalmente desde que sustituyeron a Glen Matlock por Sid Vicious en abril del 77. Never Mind The Bollocks es un disco firme. Desde el principio, al escuchar el lamento interminable de mi hermano mayor sobre la basura no musical que eran los Sex Pistols, esas críticas fueron un tema recurrente que soporte por mi amor al punk rock. La gente adulaba la batería de Neil Peart, o algún trabajo a la guitarra de un maestro del metal, y para mí nada de eso importaba. Bandas como Rush eran tan aburridas como la mugre, así que ¿a quién le importaba lo genios que eran? Incluso Frank Zappa deshecho el punk rock como una de las peores cosas que habían sucedido en el mundo de la música. Toda esa gente fue absorbida por sus propios ombligos, y habían perdido de vista lo que el rock más necesita. Chris Speeding, un guitarrista de sesión de renombre mundial, llego al corazón de lo que importaba en una entrevista en Sounds en octubre de 1976. 

‘Los Sex Pistols tenían buenas pintas y sonaban bien’ decía, hablando sobre la escena londinense de ese año. ‘La mayoría de los grupos eran aburridos: ellos no lo eran. Lo encontraba raro, todo sobre que ellos no tocaban música. Si eran notables por alguna cosa, era por esa. Siempre afinados y a tiempo. No puedo entender porque la gente había elegido atacarles en algo que era su fuerte. Obviamente tenían oído de plástico’ 

La autobiografía de John Lydon, Rotten, hace un buen trabajo en cuanto a romper todos los mitos y contar la verdadera historia de la banda, que es mucho más interesante que el hecho de que los Pistols eran solo ‘el gran timo del R&R’ llevado por el manager Malcolm Mclaren. Mientras que el desprecio de Lydon por las otras bandas de Londres se ha de tomar con cautela, el escrito sobre su propia banda generalmente tiene el sonido de la verdad que pocas páginas sobre la banda han tenido. 

La gente es afortunada si tienen un grupo, un disco que les haya cambiado lo suficiente su vida. Nunca hubo un disco de ninguna banda que haya pinchado cientos de veces en tan poco tiempo. Garantizado, al final lo he puesto tanto que apenas lo he vuelto a escuchar, pero tenía una gran cantidad de grupos punk para ocupar su lugar. La mayoría de los punks te dirán lo mismo, que hay un disco que les voló la cabeza y les dejó en un bravo mundo musical. Para los primeros punks, a menudo era el disco de Iggy and the Stooges, los New York Dolls o los Ramones o cualquiera de la escena alrededor de 1978 o a menudo un grupo inglés como los Sex Pistols, los Clash o los Damned. 


Los Sex Pistols hicieron una breve gira americana en enero de 1978, acabando en el horroroso concierto de Winterland en SF, obteniendo más atención de la prensa de la que un grupo tocando en esos garitos probablemente hubiera conseguido. El concierto de Winterland, con unas 600 personas, tuvo cuatro veces más público que el resto de los que hicieron en los USA. Bandas locales como los Nuns o los Avengers abrieron el show, y Penelope Houston quedo horrorizada por la conducta de sus héroes. Los Sex Pistols hicieron su concierto de forma profesional – con el ampli de Sid desenchufado – actuando como estrellas del rock, hicieron una versión de Iggy (No Fun) para puntualizar lo aburrido que estaban de todo, y cerraron el concierto con Johnny diciendo, ‘Ha, ha, ha ¿no tenéis la sensación de que os están engañando? A pesar de lo disgustados que estaban los Pistols entre sí en ese momento y con el espectáculo, la mayoría del público que asistió se vio electrificado con una música a la que nunca habían sido expuestos. Después de todo, los Sex Pistols en su peor momento eran mejor que el 99% de las bandas que tocaban en el Winterland. La banda se separó inmediatamente después de ese concierto – debido al último intento desesperado de Malcolm Mclaren por recuperar el control del monstruo que había creado – y Sid Vicious tuvo una sobredosis en el avión en el que regresaba a New York. Aunque consiguió sobrevivir a ese y otros episodios similares en los siguientes 13 meses, Vicious finalmente murió de sobredosis, y la escena punk que los Pistols habían ayudado a conseguir notoriedad internacional se desencadeno sin ellos. 

Los fieles al punk que asistieron al concierto no quedaron impresionados. La verdad es que dos bandas genuinas locales que se podían ver abrir el show decían algo sobre la escena punk de SF. La ciudad estaba superando la era hippie y había desarrollado una de las escenas punk más prosperas del país. Bandas como los Avengers, Crime, The Nuns, The Mutatnts y Negative Trend tocaban todas en el Mabuhay Gardens – conocido localmente como el Mab – a finales de 1977. Un fanzine seminal llamado Search & Destroy había salido ese año, llevado por el carismático V Vale. 

Mucho más inspiradores que la llegada tardía de los Sex Pistols había sido el concierto en el Mab en el 77 de los Damned. Mientras que los Pistols suscitaron polémicas y cosecharon fama, los Damned se habían adelantado en la conquista de las audiencias punk. Los Damned editaron el primer single punk en Inglaterra en octubre de 1976, adelantando en su edición 6 semanas a Anarchy in the UK. Fueron 8 meses antes que los Pistols a América, ayudando a dar el pistoletazo de salida a las incipientes escenas de LA y SF con su intensidad teatral maniaca e intensa. También tocaron 4 noches en el CBGB de New York y 2 noches en Boston. El cantante Dave Vanian le contó lo siguiente al periodista Caroline Coon: 

‘Creo que les sorprendimos. No se habían dado cuenta de que hubiese tanta energía en nuestra música. Ver a sus bandas…bueno, cuando estas en Inglaterra crees que las bandas de New York deben ser realmente fuertes. Pero cuando vas allí, no. Las bandas son mucho más tranquilas de lo que imaginabas. Al principio nuestras audiencias no estaban seguras de lo que estaba sucediendo, pero después era así. Todo el mundo empezó a rodearnos dándonos la enhorabuena’ 

En LA los Damned salieron con los Weirdos y se quedaron en casa de los Screamers, mostrándoles que ellos no se creían mejores al mezclarse con sus hermanos americanos. Mientras que los Pistols fueron la inspiración para muchos punks (incluyendo a los mismos Damned) fue la música de los Damned la que probablemente tuvo mayor influencia en los punks californianos de esa época. Pronto las bandas americanas tocaban a velocidades que las bandas inglesas no podían, y los Damned fueron una de las bandas que abrieron esa puerta. El intenso tren de mercancías que su música era no se encontraba en el aluvión de poderosos acordes de los Pistols o la sofisticación de los Clash. 

Los Avengers eran una de las mejores bandas de la era del 77 en SF, aunque su sonido parecido al de los Pistols y sus letras dolorosamente serias no se ganaron a la escena Avant-garde de SF. Aunque Penélope Houston tenía una gran voz poderosa y de mala chica sarcástica escondida,  más tarde se revelo como una elegante cantante folk. Había una historia contada por Gina Arnold en su libro Route 666 sobre una fan en 1979 que le pregunto a Penélope Houston: 

‘Me encanta tu banda, tú eres genial. ¿Cuándo vais a sacar un disco?’ 

Supuestamente, Houston rompió a llorar con la pregunta, por lo cual el cantante de Dead Kennedys Jello Biafra dijo que ser testigo fue una de las razones de montar su sello Alternative Tentacles. Los Avengers habían conseguido un 7” con Dangerhouse en 1978, pero se frustro la posibilidad de sacar un LP. Solo sacaron un 12” cuando se separaron, y un disco que recogía material antiguo 4 años después. Por su parte, Houston encuentra la historia un poco inverosímil ya que asegura que ella jamás lloro en público. 

‘No, no recuerdo eso’ contó en The Big Takeover en 1997, ‘pero sabes, mucho de lo que sucedió con los Avengers en esos días no lo recuerdo. La gente venía hacía mi todo el rato a contarme cosas que yo decía o pensaba, ‘Oh, eso estuvo bien para mí, te di 100$, ¿me lo puedes devolver?’ 

Los Dils se mudaron a SF en 1977 y fueron una de las primeras bandas que tocaron en el Mab, aunque se acredita a los Nuns y a Crime por ser las primeras bandas en inspirar la escena de SF. Con convicciones comunistas adultas y el compromiso de tocar shows a bajo precio y mantener una firme integridad, los Dils se hicieron honestos en Los Ángeles y en muchos otros lugares a los que iban. Irónicamente, las esvásticas eran un ícono impactante entre los punks de LA, pero Tony Kinman llevaba una camiseta con una hoz y un martillo para crear más controversia. No eran muchas las bandas que se dedicaban a conservar el completo control de todos los aspectos de sus vidas, y los Dils eran una de las más fuertes campeonas del enfoque independiente. En una entrevista con Alejandro Escovedo de 1977 a los Nuns y Jean Caffeine en su fanzine New Deseases, Tony Kinman de los Dils ofrecía sus esperanzas sobre el punk rock: 

‘Si el punk rock se preocupa de las cosas adecuadas se puede convertir en el nuevo movimiento, algo así como los últimos 60, pero más contundente y sincero. Todas las bandas rock se dieron cuenta que podían hacer la transición de ser escandalosos a amenazantes, de ser una broma a ser una alternativa’ 

Mientras que el punk estaba muy regionalizado, sin la mayoría de los punks saber lo que ocurría en otras escenas, los Dils hicieron algunas de las primeras incursiones a la parte alta de la costa oeste en 1978 (Portland, Seattle y Vancouver) un mes después de que Negative Trend fuesen pioneros en esa ruta. Rápidamente fueron seguidos de los Avengers y los Screamers. En 1979, los Dils se convirtieron en una de las primeras bandas en cruzar el país tocando en Vancouver, Montreal, Chicago, Detroit y New York. 

La primera escena de LA era todo lo que uno esperaría del punk rock en la especial expansión de la violencia y el caos que las ciudades encarnan. Los garitos raramente sobrevivían a unos pocos conciertos sin un destrozo total, y pocos lugares volvían a contratar bandas punk. Hollywood fue el foco de la escena en el periodo 77-79, con bandas como los Germs, Fear, X, Weirdos, Plugz, Screamers, The Zeros, Bags, Alleycats, The last y los Dickies tocando en sitios como The Masque, el Whiskey, Madame Wong’s y el Café Hong Kong. La revista Slash era la biblia de los punks de LA con su cofundador y escritor Claude ‘Kickboy Face’ Bassey expresando una pasión enfermiza por estos sujetos. 

Los Dickies, cuya inspiración para convertirse en una banda punk llegó por ver a los Damned, eran los mejores músicos de la escena e hicieron buen uso de su talento. Inspirados por la facilidad en el uso de la ropa del Captain Sensible y su predisposición a las bromas, fueron una revelación en su primer show en el Masque en 1977. 

‘Siendo precedidos por esa banda tan horrorosa llamada Spastics a la que algunos punks les habían echado agua con una manguera, los Dickies parecían empollones suburbanos normales’, según decía Craig Lee en Hardcore California. ‘Pero cuando la banda emergió en su tenso y machacante ataque vertiginoso, tocando punk cómico y bromista con un feroz puñetazo, el Masque exploto en un baile frenético con cuerpos que salían despedidos unos de otros’ 

El ascenso meteórico de los Dickies, llevándolos a fichar por A&M records en 1978, provocó un montón de celos hacía ellos en la escena y quejas de que solo estaban en ella por el dinero. Solo se habían imaginado a ellos como unas estrellas punk underground, con las modestas metas de aparecer en las páginas de Slash y encabezar un cartel en el Whiskey. El contrato con una major les pilló por sorpresa. El manager de otra banda les había proporcionado una prueba y se quedó tan impresionado que les financió una demo. La demo salió tan bien que en lugar de sacarla en un sello local la llevó a las majors sacando una mordida de A&M. Después de editar el EP Paranoid, editaron dos álbumes geniales en el 79 y el 80 girando por Inglaterra con el respaldo de un top ten (su frenética versión de Banana Split) y en general disfrutaron de su éxito instantáneo, eran una imagen punk inofensiva y fácilmente comercializable, pero su sentido del humor era una suma importante en la a menudo demasiado seria comunidad punk. Y su música era de las más maniacas y melódicas en circulación. 

El cantante Leonard Philips explica la filosofía de la banda. 

‘Los Dickies en su mejor momento eran ridículos, yo soy ridículo, el punk rock es ridículo, el público es ridículo. Si todo el mundo está en la onda de que en realidad es ridículo, entonces es un show genial. Nos acercamos a eso algunas veces. Lo que más me gusta de estar en escena es la risa. Una noche les dije algo a una docena de personas entre risas, y cuando los escuche fue un gran impulso. Podemos hacer una canción y todo el mundo puede estar de pie aplaudiendo, pero cuando escuché a esas personas riéndose, Conocí el tipo de emoción que deben sentir los comediantes. No importa lo que estés haciendo, solo que la gente se esté riendo de ti o contigo’ 

A primeros del verano del 78, los Dickies fueron a Inglaterra para una pequeña gira de promoción, donde se encontraron con varios grados de entusiasmo. En Birmingham es donde tuvieron su concierto más memorable. 

‘Teníamos punks y skinheads bailando pogo’, dijo Stan Lee en Flipside. ‘Era una locura, nos han escupido. Desafiaba con mi guitarra a los skinheads, solo me escupían. tres bises con esa puta mierda verde por todas partes… los podías esquivar, iban despacio, esos grandes mocos colgantes. Ese fue nuestro concierto más amenazante, teníamos a skinheads cantando a todo ¡Dickies a la mierda! O ¡echad a esos Yankis hijos de puta de aquí!’ 

Imitando la competitividad humana en otros aspectos de la sociedad, muchos punks han estado siempre fijados en ‘que vino primero’, y la gente que fue parte de las escenas en el 77 en varias partes de los USA se ven a ellos mismos como el verdadero underground del punk. Era todavía absolutamente fresco, todo el mundo de esas pequeñas escenas conocía a las otras, y la moda y cultura punk en esa época eran revolucionarias. Por otro lado, la música punk estaba muy por encima de la tierra en todo momento en esa época. Las bandas neoyorquinas e inglesas estaban todas en sellos grandes (aunque Sire era una indie cuando ficharon a los Ramones en 1975) e incluso bandas de LA y SF que no estaban en un sello grande, siempre tuvieron potencial para hacerlo, como los Dickies. Al igual que una explosión de sellos grandes ocurrió de nuevo en el punk 15 años después, los sellos grandes andaban por su perímetro entre 1977/78 buscando la próxima gran sensación en LA. La emisión en el programa de radio del legendario Dj Rodney Bingenheimer podía desembarcar rápidamente en un contrato. Cuando los Nuns bajaron a LA por primera vez, asumiendo que nadie de fuera de SF los había escuchado, les impacto que Bingenheimer había estado pichando su música de forma regular. Después de su concierto en el Whiskey, había media docena de representantes de sellos intentando ficharles. Había pocas distinciones sociales entre los que lo hicieron y los que no, ya que Iggy Pop se mezclaba con los Screamers y los Nuns, y Joan Jett de las Runaways era un elemento fijo de la escena underground de Hollywood. Ella está acreditada como productora del disco de los Germs GI, aunque muchos han cuestionado si ella era lo suficientemente coherente para dirigir con lucidez el trabajo de la banda. La primera evidencia de la futura escena Hardcore se ve en 1978 en grupos como Germs y Middle Class, que eran más abrasivas e intensas que la mayoría de los grupos que tocaban en Hollywood, tanto como bandas alejadas de la escena como Black Flag. 

 Las Go-Go’s incluso tuvieron sus inicios en la escena punk de Hollywood. Mientras que ellas tenían una inclinación pop, eran una banda más garaje en 1978, y cantaban rabiosas canciones sobre derrocar al gobierno. La fase duró hasta 1980, ya que al tener talento musical fueron replanteadas y se orientaron hacía una dirección decididamente más pop con la que se hicieron famosas. Una entrevista en enero de 1979 en Flipside muestra a una banda bastante distinta a la que se presentó al año siguiente para el consumo de masas. 

Cuando fue preguntada Jane Wiedlin si quería salir de la banda cuando fue fundada, replicó ‘yo quería vomitar en el escenario, destrozar mis ropas y teñir mi pelo’ y Margo añadió, ‘escupir a las chicas del valle’ Belinda Carlisle pronunció, ‘las compañías discográficas son un poco temerosas y no asumen riesgos. Juegan sobre seguro al fichar esas bandas de mierda’ 

En un show en Elks Lodge en marzo del 79 con las Go-Go’s, los Wipers, los Zeros, Plugz, X y los Alley Cats, un gran contingente de policías antidisturbios entro en el edificio. Fue un poco raro, ya que eran el tipo de agrupación ecléctica de bandas que hacían que la escena fuese tan vibrante, pero ni siquiera era un espectáculo tan "punk’. La policía no hizo distinciones, después de entrar y ser abucheada, cargaron de repente y empezaron a golpear a la gente sin ninguna razón. 

Joe Nolte, del primer grupo de LA, The Last, que estuvo involucrado en la escena fechada en 1976, fue al show del Elks Lodge y lo recordó escribiendo en su diario. 

‘En el momento en el que entramos en el aparcamiento del Elks Lodge ya estaba tan mal como lo estaba en el Masque. Nos terminamos unas pocas cervezas y nos dirigimos a la puerta. El espectáculo que nos recibió era la cosa más alentadora que había visto en meses. ¿Qué AÑO es este? ¡Las escaleras estaban llenas! ¡Había tanta gente como la que había asistido a primeros del 78! Si necesitabas pruebas de que la escena estaba todavía viva, aquí la tenías’ 

Después de ver a unas pocas bandas, incluyendo a las Go-Go’s y a los Zeros, Nolte regreso para descubrir que el bar estaba cerrado. Se paseo por el vestíbulo sorprendido de porque estaba el bar cerrado a medianoche y porque estaban los polis afuera. No había visto policía antes en los conciertos del Lodge, y este era el más calmado de todos. Mientras estaban tocando los Plugz, volvió a entrar para buscar a sus amigos, y se volvió atrás cuando no encontró a ninguno. 

‘Mientras salía de la parte alta de las escaleras, todo el mundo empezó a chillar. Busque por todas partes tratando de averiguar de que iba toda esa conmoción. Entonces se abrieron las puertas. 200 policías con material antidisturbios se amontonaron. Mi primer pensamiento fue, ya que empecé a recorrer mi camino de regreso, ‘mierda, ¿esto significa que no tocan ni X ni Alley Cats? Después tuve noticias de Diane y Randy – ambos de los Alley cats. Se estaban riendo de forma inexplicable. Ahora vas a entender que todo esto fue concebido con el único propósito de grabar un disco en directo de los Alley Cats. Tenían todo el equipo de grabación y de video montado. Miles de dólares se invirtieron en el concierto. Y Elk’s Lodge habían llamado a la poli. Y Randy y Diane solo se reían’ 

El multiculturalismo de la escena de LA se vio reflejado en ese show. Diane Chai, bajista y cantante de los Alley Cats era asiático americana. Los punks chicanos The Plugz abrazaban su herencia, rompiendo a través de versiones aceleradas de La Bamba y llevando su cultura al punk. Otra banda enteramente mejicana que venían de cerca de San Diego y Chula Vista, los Zeros, preferían más el tradicional sonido power pop e incluso les llamaban ‘los Ramones mejicanos’ Karen Allman de la banda punk Conflict de Tucson estaba muy influenciada por los punks de color de la escena de LA como ella recuerda: 

‘La bajista con más talento que he visto tocar en una banda punk era Diane Chai. Ella tenía también una forma de cantar distintiva. Leí sobre ella en Slash y compré su primer 45, estaba muy excitada cuando vinieron a mi ciudad un par de veces. Nunca había visto a una asiática americana tocar en una banda de rock antes. Crecí en Phoenix, así que formaba parte de ello. El EP That Yes, L.A. con canciones de X, Alley Cats y The Bags también fue rompedor. Coleccionaba todo tipo de discos de esa época, pero los de Plugz, Brat, Alleycats, los Bags, los Weirdos, los Zeros siempre serán especiales para mí’ 

Joe Nolte resume el concierto del Elk Lodge: 

‘Nos metimos todos en el hall. Los Plugz continuaron tocando. Los polis aparcaron en la puerta. Los Plugz acabaron su canción y dijeron, ‘La policía está aquí, vamos a parar’ ‘Noooo’, grite yo, al igual que la gente de mi alrededor. Los plugz siguieron tocando, busque caras conocidas a mi alrededor. No pude ver a nadie. Observe a los polis aparcados afuera, comparando mentalmente la cantidad que había con la que había visto entrar. Me di cuenta de que podían dar de ostias a la gente escaleras abajo mientras yo permanecía allí viendo a los Plugz. Decidí irme, camine hacia la puerta y me dijeron ‘no te puedes ir’ Bueno, regrese y entre el público encontré a Mike, Cindy y Guy Lopez. Habían encontrado una escalera secreta en la parte trasera. Mike, Guy y yo decidimos salir por ahí. Cindy quería quedarse. Bajamos corriendo las oscuras escaleras, a la puerta que daba al exterior. Estaba cerrada, con la ayuda de otros, tiramos la puerta… estábamos fuera. La calle estaba repleta de gente, algunos obviamente heridos. Encima de nosotros un helicóptero estaba dando vueltas. 

‘Aguantamos allí un minuto, comprobando los coches aparcados con los parabrisas rotos. Llegaron noticias de que venían por ese camino. Nos dividimos en la 6th, dándonos la vuelta y volviendo a encontrarnos en el este de la calle. Mike estaba preocupado por Cindy, así que decidimos regresar. Corrimos por el parking de la escuela de arte, bajo el túnel, y entramos por la entrada sur. Afuera había ruido de sirenas, carreras y gritos que se escuchaban por encima del tráfico del centro. 

‘Nos sentamos sin aliento en la habitación, la misma en la que habíamos tocado con Furys y Zippers en junio. Dentro, todo estaba tranquilo. Nos metimos en el vestíbulo y subimos las escaleras. Arriba fuimos acosados por un par de policías de paisano denegándonos la admisión. Abajo pasamos por entre 60 o 70 policías que estaban en el vestíbulo. Estaban relajados, gastando bromas y riéndose. Evidentemente habían sido entrenados para esa noche. Es extraño, pensaba que había sido espontaneo’. 

‘Afuera en Parkview, vimos que la intersección de la 6th había sido bloqueada. En cada sitio veíamos chavales que estaban siendo acosados, apaleados, expulsados – todo mientras en el hall mucha gente estaba atrapada sin posibilidad de salir. Los chavales gritaban, ‘¡Nazis!’ y la verdad es que sonaba redundante – el inherente fascismo de esos cabrones era dolorosamente obvio’. 

‘Nos dirigimos a Parkview donde nos encontramos con Marz, David (Nolte), Danny (Nolte) y Michelle (Alesi) sentados en un muro. Nadie sabía dónde estaban Ron (Reyes), Janet (Housden) o Dez (Cadena). David se había dejado su chupa dentro, en la habitación donde los Zeros habían escondido su equipo. Le di mis llaves y decidí ir a intentar recuperarla. Guy y Mike vinieron conmigo’. 

‘Corrimos arriba y abajo por Wilshire a un lado de la calle para encontrar la salida de la 6th. Algunos capullos habían bloqueado las puertas. Pasamos unos minutos inútiles intentando abrir la puerta, pero sin éxito. Así que regresamos y dimos la vuelta para entrar de nuevo al edificio por la entrada sur. Algunos policías de paisano vinieron corriendo, les explicamos nuestras intenciones y nos permitieron entrar. Los 60 polis estaban todavía con su pequeña hoguera en el vestíbulo. Subí despacio las escaleras y a medio camino escuché una voz gritando ‘¡Baja!’ Me di la vuelta a la vez que vi algunos cerdos subir, agarrándome y arrojándome escaleras abajo. Cuando estaba volando, percibí una mirada impactante en la cara de Mike. Levantándome yo solo, me encogí de hombros y salí con Mike y Guy. Tuvimos que admitir la derrota’. 

‘Afuera, nuestros amigos de azul estaban calentando la fiesta, ¡Iros a casa!, ¡fuera de aquí! Lo chavales en un parque, intentando escapar, escondiéndose. Polis en motos recorriendo el parque. En medio de todo ese caos nos paramos a hablar con John Jones en su coche. Mientras charlábamos los polis empezaron a moverse en nuestra dirección. John se apartó y Mike y yo nos encaminamos hacía el coche, todavía sin señales de Ron, Janet o Dez, esperamos ansiosos, reflexionando sobre nuestro próximo movimiento. Los policías se estaban acercando, dando de ostias a todo el que se cruzaban. Pensamos en separarnos, escondernos en el parque, tácticas defensivas… más policías en moto pasaron rugiendo por delante de nosotros debajo del parque. Sin salida. De repente nuestros amigos escondidos aparecieron’. 

El grupo se las arregló para salir ileso, pero estábamos completamente perdidos sobre que causó los disturbios. Fue uno de los primeros disturbios sin control de los polis contra los punks, pero la violencia policial se convirtió rápidamente en algo habitual en los conciertos de LA con el paso del tiempo. El acontecimiento causó una gran impresión en Nolte, que escribió una de las más rabiosas canciones punk de Last, Walk Line Me, en respuesta a esto y a un concierto de los Germs en Riverside unos días antes. La pesadilla de Elks Lodge fue también inspiración para un joven Shawn Stern, que no estuvo en el concierto, para montar Better Youth Organization (BYO) y trabajar en el underground donde los punks llevaban sus propias salas y no estar siempre a merced de los paranoicos y asustados propietarios de los garitos. El concierto fue un punto de apoyo en la historia del punk en LA, ya que en 1979 se vería el desarrollo de un underground punk que se dio cuenta de que un acercamiento a la ética DIY les aseguraba una gran libertad. Y todavía lo es, ¿Quién se lo iba a creer después de 20 años de haber sido golpeado por la policía en un concierto de las Go-Go’s? 

Mientras que el periodo entre 1976-79 fue el más grande de las escenas punk de LA, SF y New York, las escenas funcionan en contra de la mayoría de las bandas en cuanto a fomentar un espíritu DIY. Entre la indulgencia nihilista que era la marca comercial del primer punk, y tener alrededor a las compañías que estaban dispuestas a editar sus discos, unas pocas bandas en las grandes ciudades pensaron en hacer lo que fuera necesario para documentar su legado. Si no fuese por el legendario sello independiente Dangerhouse en LA, un montón de grandes bandas de esa época – The Bags, Dils, Weirdos, los Avengers, Alleycats – no hubiesen sacado ningún vinilo. En otros lugares del país era una historia diferente. En multitud de lugares que había incipientes escenas o ninguna, los punks corrían tremendos riesgos para dejar su huella. En Lodi, New Jersey, los Misfits editaron su primer single en 1977 en su propio sello, al que llamaron Plan 9 records al siguiente año. 

Los Misfits nunca encajaron en ningún lugar ya que fueron anteriores a la escena hardcore de NY, pero no fueron parte de la escena punk de Manhattan del 77. Sin poder conseguir clubs donde los contrataran, se rinden a Nueva York hasta cierto punto y nunca se molestaron en formar parte de la escena punk undeground de la ciudad cuando esta se estableció. Para el año 81, ellos estaban tan consolidados que no lo necesitaban, habiendo hecho giras en Inglaterra con los Damned y ser capaces de ser cabezas de cartel en cualquier garito que quisieran en los USA. Walk Among Us se grabó con el sello de Slash Roby Records, y al igual que otros grupos de Slash de esa época, ellos aspiraban al estrellato más allá de la escena underground. Solo alcanzaron esa clase de éxito a título póstumo, así que estaban obligados al modelo DIY y sacar la mayor parte de su material en Plan 9. 

Chicago fue el hogar de uno de los primeros clubs punk por vocación, La Mere Vipere – similar al Mabuhay Gardens y en oposición a clubs como el CBGB que simplemente adoptaron el punk – quel disfrutó de su existencia en 1978 antes de que se quemara hasta sus cimientos. Cuando grupos como Bowie, Iggy o Devo estaban en Chicago, tocaban en grandes recintos, luego se refugiaban en La Mere, lugar frecuentado por un pequeño sector de los punks originales de Chicago, ya que allí no tenían el peligro de ser acosados por los fans. En North Caroline estaban los H-Bombs de Peter Holsapple antes de que formase los dBs y otras bandas entre Raleigh/Durham en 1979 incluyendo Th’ Cigarezt, Butchwax y los nueva oleros X-Teens. 

Seattle dio lugar a los Fastbacks en 1979, formados por Kurt Bloch después de disolver su primera banda, los Cheaters. Bloch montó el sello No Three’s en 1979 para editar el single de los Cheaters, y otra banda local, los Accidents, fueron su primera edición. 

‘Pensamos, vale, montemos un sello’, le contaba Bloch al fanzine Noise For Heroes en 1991, ‘ya que en 1979 nadie iba a sacar un disco nuestro. El emblema de los Cheaters era el signo de No Three; Teníamos una señal de tráfico que en vez de decir no girar a la izquierda decía No Three’s; la llevábamos a nuestros conciertos y la poníamos detrás de nosotros cuando tocábamos. Así que dijimos, vale, porque no hacemos No Three’s Records, y los chicos de Accident dijeron, hey, eso suena bien; queremos ser parte de ello. Así que su single había salido un par de meses antes de que lo hiciera el de Cheaters. Prácticamente lo pagaron todo; nosotros solo pusimos nuestro sello y lo enviamos. Ellos tenían todos los discos, creamos la ilusión de un sello discográfico’. 

A la estela de los Cheaters, los compañeros de clase del instituto Kim Warnick y Lulu Gairgulo se unieron al grupo y los Fastbacks habían nacido. Junto a Kyle Nixon de Solger, que estaba forjando vínculos con el mundo exterior del punk llevando bandas hardcore a la ciudad, No Three’s inició la marcha de la escena en Seattle sacando a los primeros singles de los Vains, Silly Killers y los Fastbacks en los siguientes 2 años. 

Los Wipers se establecieron como la vanguardia de la escena punk de Portland en 1978 con bandas como Neo Boys y King bee, y a pesar de su brillantez salvaje e incursiones a California para tocar en shows como el del disturbio de Elks Lodge, pasaron años revolcándose en la oscuridad. Según dice el frontman Greg Sage: 

‘Fui muy afortunado por tener mi propia máquina de prensar discos profesional cuando estaba en 7º curso debido a que mi padre trabajaba en la industria de la radiodifusión, prensaba discos a mis amigos de canciones sacadas de la radio y aprendí el arte de hacer discos antes que aprender a tocar música’. 

La experiencia hizo que Sage se enamorara del arte de grabar, y se comprometió con la idea de la independencia total al hacer discos. Rechazo la noción de hacer cualquier tipo de promoción o las cosas tradicionales que se hacían para vender discos, y creía firmemente que la calidad de la música y el boca a boca es todo lo que se requería. 

En Miami, The Eat firmaron por Giggling Hitler Records para editar su 7” Communist Radio en 1979. The Suicide Commandos, que se juntaron en Minneapolis en 1974, fueron la primera banda que el nuevo sello Twin/Tone Records sacó en 1979. Más allá de los famosos Dead Boys, Cleveland fue uno de los epicentros del primer punk con bandas como Pagans, Rocket From the Tombs – con David Thomas de Pere Ubu a las voces y Cheetah Chrome de los Dead Boys a la guitarra – AK 47, Wild Giraffes y muchos más. 

Innumerables pueblos y ciudades a lo largo de todo el país contribuyeron a la diversidad de la nación punk, y pusieron los cimientos con sus iniciativas DIY para las generaciones venideras. Aunque el centro de atención permaneció en LA y New York a finales de los 70, el punk fue siempre un fenómeno nacional. 

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