SONIC'S RENDEZVOUS BAND. Siempre nos quedará Detroit

Gracias a la labor pedagógica de Hellacopters y su revisión de City Slang pudimos comprobar que Fred 'Sonic' Smith no se había retirado del todo después de incendiar las boleras de Detroit junto al 'Brother' Wayne (Kramer) y aunque la revisión de los Suecos casi superaba el original en las sucesiva ediciones de los conciertos registrados de la banda se veía que había mucho más de lo que podía haber sido y no fue.
Con una banda formada con un Stooge y un Five en sus filas se podría esperar de todo pero una vez que escuchabas su repertorio podríamos asegurar sin miedo a equivocarnos que un hecho diferencial era la presencia de Scott Morgan y su registro versátil a las voces, algo que pasados 30 años se pudo ver en la recuperación que hicieron Hydromatics del cancionero Sonic's también con una formación cuasi All  Stars Band con Tony Slug que no nos iba a patear las gónadas como con sus BGK pero que sabía a la perfección que hacer defender con soltura el R&R al estilo de Detroit.
Año 1991, número 1 del fanzine Superdope, Steve Watson da la bienvenida a la primavera recordando a SRB:


MARZO DE 1977: Los Ramones hacen su primera aparición en la zona de Detroit, en el nightclub más grande de Ann Arbor, el Second Chance. Con una capacidad de más de 1000 personas, compuesta principalmente de curiosos y espectadores escépticos, hacen acto de presencia para ver autentico punk al estilo de NYC. Para cuando los Ramones finalizan su segundo set, el 90% de los clientes han huido del club, disgustados consigo mismos por haber ‘malgastado’ 5 pavos. Yo me quedé, y estaba tan abrumado que casi había olvidado lo horrible que había sido la banda que abrió el concierto. Recordaba que eran sucios, desaliñados y desafinados. El guitarrista rompia una cuerda tras otra, fundió un fusible de su ampli y se marchó del escenario malhumorado al final. Fueron patéticos: eran los Sonic’s Rendezvous Band. Abandone el club prometiendo evitarlos en el futuro.

Si, bueno… hasta aquí las primeras impresiones. En los siguientes 4 años, asistí a cada concierto de SRB en la zona metropolitana de Detroit. Les vi amasar un considerable y leal núcleo de fans quienes, como yo mismo, aparecían en cualquier lugar que la banda tocase. En un corto espacio de tiempo, se convirtieron en una fuerza mayor en la escena local. Pero cuando finalmente se disolvieron, la única evidencia de su trabajo fue un single extremadamente difícil de encontrar con la misma canción en ambos lados. En lo que concernía al resto del mundo, Sonic’s Rendezvous Band nunca habían existido. Incluso sus fans más acérrimos estaban desconcertados, preguntándose que demonios había sucedido.

La banda se junto en 1976, y de inmediato tuvieron algo que les distinguía del resto: pedigrí. Fred ‘Sonic’ Smith siempre fue una celebridad debido a su titularidad en los MC5. Scott ‘Rock Action’ Asheton era igualmente bien conocido por su temporada con los Stooges. Los otros participantes solo eran apenas menos familiares: Scott Morgan (guitarra rítmica) había sido un consumado cantante y compositor en los Rationals, una banda que alcanzó un gran éxito regional antes de la edición de su único LP. Por último, Gary Rasmussen manejaba el bajo, algo que ya había hecho con los UP, una banda de garaje bastante bien conocida que también había golpeado en las listas locales. Esta formidable mezcla de talento y experiencia aseguraba que nadie descartase a la ligera al grupo.

El modelo estilístico del repertorio de la banda estaba firmemente establecido antes de construirse un grupo de seguidores solido. Las canciones de Fred picaban en la misma beta que su anterior banda, y sus solos de guitarra seguían su modelo: estacatos explosivos con 2 o 3 notas con dosis de feedback. Las canciones de Morgan tenían una fundación tradicional R&B, y eran más dependientes de acordes con cambios melódicos y voces soul. La sección rítmica era fuerte pero no pretenciosa; Asheton y Rasmussen tocaban con sencillez, pero nunca sacrificaron la potencia para economizar. Morgan manejaba la mayoría de las tareas vocales, con Fred ocasionalmente dando un paso adelante para murmurar a su manera en alguna canción. Como cosa buena, la mezcla resultante tendía a aporrear al oyente desprevenido hasta la sumisión; claro, ellos siempre fueron RUIDOSOS, aunque nunca se detuvieron ante el sensacionalismo. Según el punk empezaba a ganar terreno por los USA, la confianza de Sonic en el rock directo los diferenció inmediatamente. A excepción de Morgan (que parecía preferir la imagen de un pistolero del oeste en el escenario), el resto de la banda difícilmente se molestaban en meterse dentro de una camisa limpia para un concierto.

1977 fue un año de transición para el R&R (independientemente de como se defina), pero los propietarios de clubs de Detroit eran notoriamente conservadores. Siempre era difícil asegurar un show si tu grupo tocaba material original, e incluso cualquier cosa relacionado remotamente con la ‘new wave’ era visto con sospecha. SRB podían contratar bolos debido al reconocimiento de su nombre, y ellos parecían ver bien la oportunidad de compartir escenario con grupos más jóvenes en dificultades. Unas pocas bandas (como los Romantics) seguirían con mayor infamia en otros lugares, mientras que muchas más (Cult Heroes, Reruns, etc.) nunca irían más allá del bar local. Los Ramones regresaron a Ann Arbor en junio del 77, y de nuevo los Sonic estaban en el cartel. Sin embargo, esta vez, pasaron por su set en tiempo record sin un solo fallo. Desde esa noche, yo me enganche.

Durante el siguiente año y medio, SRB parecían estar en todas partes a la vez; tocaban por toda la zona de Detroit, desde los antros más sórdidos hasta el cavernoso Masonic Auditorium (de donde fueron sacados del escenario después de 15 minutos y 3 canciones; asegurandose de que el público dispondrá de una hora para apreciar los talentos de las Runaways) La banda rápidamente obtuvo una reputación por la consistencia y la alta energía de los shows. Mientras que algunos de la escena rápidamente se burlaban de ellos debido a su edad, era evidente que los grupos más jóvenes no podían igualar el empuje y la intensidad de Sonic. Sorprendentemente, la banda nunca intentó sacar provecho de su ilustre linaje; nunca escuchabas versiones de MC5 o Stooges en sus repertorios. En realidad, raramente escuchabas versiones, con la notable excepción de ‘Like a Rolling Stone’ y su versión del anciano Claudine Clark y su éxito de los 40 ‘Party Lights’. Si el grupo tenía alguna brillante debilidad, probablemente era en la parte literaria; Smith y Morgan podían crear riffs viscerales y pegadizos regularmente, pero alguna de sus composiciones más fuertes estaban socabadas de fraseología inane. Incluso así, el ataque machacon de guitarra compensaba bastante bien para cualquier insuficiencia en la entrega vocal.

A mediados de 1978, la canción ‘City Slang’ se estableció como una de las favoritas del grupo, y era una apuesta segura para cerrar sus shows con ella. Los devotos fans estaban impacientes por una grabación, y pronto se corrió la voz; ‘pronto’ se editaría un single independiente, con ‘City Slang en la cara A, pero eso no sucedió en absoluto… en ese momento, podías esperar que los Sonic’s eran una banda enormemente popular que podían salirse con la suya en casi todo. Pero algo les retuvo; ¿que fue? Desafortunadamente, el grupo mostraba una reticencia casi obsesiva a hacer cualquier afirmación respecto a ellos mismos. A pesar de la frecuencia de conciertos (incluso como cabezas de cartel de alto perfil), era difícil encontrar alguna evidencia de su existencia. Incluso hoy las pasas canutas para encontrar artículos, fotos o siquiera una entrevista con alguno de sus miembros. Bueno si, fue hace unos pocos años antes de que The Great Fanzine Glut se extendió por América, aunque había outlets disponibles, incluso en Detroit. ¿Por qué nada de promoción o publicidad? Si querían concentrarse en la música, ¿Por qué no tenían a alguna persona para llevar la promoción? La reticencia de la banda empezó a tomar proporciones legendarias, especialmente cuando el single ‘que llegaba’ se retrasaba después de un tiempo. Desde que los miembros de la banda rechazaron hacer ninguna declaración pública, los rumores siguieron. Rumores sobre abuso de drogas y mala gestión de la pasta. Pero era imposible determinar la validez de estas acusaciones, ya que nadie las haría frente. Mientras tanto, la grabación se iba retrasando; iba a llegar ‘la siguiente semana’, luego ‘el siguiente mes’ El grupo no se ponía de acuerdo en la cara B, luego se anunció que ‘Gone With the Dogs’ había sido la elegida (se imprimieron flyers declarando la inminente edición) Para cuando el single alcanzó las tiendas a finales de 1978, todo el mundo estaba cansado de esas excusas y el impacto del single disminuyo. Pero nada de esto preparo al comprador para el shock más grande; ‘la edición previa especial’ de ‘City Slang’ finalmente apareció con una impresión de 1000 copias numeradas, con la canción en estéreo a un lado, ¡y en mono al otro! En una época en que los fans estaban acostumbrados a conseguir más por su dinero, esto fue recibido como una sustancial estafa. Una vez más, no hubo explicación oficial de la banda (el rumor más persistente fue que un ingeniero había dañado el master de la grabación) Esta edición, la primera (y única) grabación legítima del grupo, debería haber empujado a los SRB al primer plano; en vez de eso, empezó la retirada.

El 78 fue también un año intenso de giras para el Patti Smith Group, y eran extremadamente populares en Detroit/Ann Arbor. SRB compartían habitualmente el cartel, y pronto fue habitual ver a Fred Sonic Smith en escena con los PSG al final de la noche (para la inevitable ‘My Generation’) Pero para cuando el resto del Patti Smith Group regresó a la Costa Oeste, ella se quedó detrás. A pesar del bajo perfil de Fred, tener una relación con Patti Smith no fue la clase de historia que podía ser mantenido en secreto. Y hay quienes aseguran que este emparejamiento tuvo consecuencias serias en los que concierne al futuro de los SRB. Personalmente, no estoy seguro de si fue así o no; sin embargo, no se puede negar que los Sonic’s se sometieron a unos pocos cambios fundamentales durante ese tiempo. Fred empezó a asumir un rol más dominante en el grupo; sus solos de guitarra se hicieron más duraderos, y cantaba incluso más. Este último punto fue verdaderamente enigmático; Fred apenas podía cantar sus canciones, mientras que era bastante sabido que Morgan poseía un control, rango y claridad más allá de un vocalista de rock. Al relegar a Scott Morgan a un segundo plano, Fred despojaba a la banda de uno de sus principales puntos fuertes. ¿Estaba el ego de Patti pegandosele a Fred? Es conveniente decirlo, pero ¿que más da? Los otros miembros de la banda permanecieron tan herméticos como siempre.

Según se metió 1979 en los 80, las apariciones en vivo se volvieron menos y menos frecuentes. El single ‘City Slang’, más tarde un coleccionable de precios elevados, se movió despacio. Pocos artículos se editaron (uno de los más memorables fue la poco entusiasta evaluación de Barry Henssler en Smegma Journal, donde concluye: ‘creedme chavales, Fred Sonic parece más guay de lo que toca’)Patty y Fred se casaron, y Sonic’s Rendezvous Band dejaron pronto de existir. Al final, sus fans estaba probablemente tan frustrados como lo estaba la banda. Mucha gente tenía sus propias teorías de porque el grupo nunca ‘lo hizo’ Pero las razones eran superfluas ; la tragedia fue que esta banda, con montones de material destacado, nunca dejó documentada su existencia.

Aunque es triste ver que deja caer que la subida de ego de Fred 'Sonic' Smith se debe a su emparejamiento con Patti Smith o que les echasen del escenario porque había que dejar a Runaways mostrar sus 'atributos' (como si lo necesitasen ninguna de ellas) en su época fue bueno que alguien se acordase de esta banda antes de que las hordas suecas animasen los garitos con su versión de City Slang. Recordad, siempre nos quedará Detroit... o lo que queda de ella.

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