GOING UNDERGROUND 21. Fuera de la foto.

 

De regreso a la escuela a primeros de 1985, finalmente empecé a parecer un punk un poco más. Me corté el pelo mucho, y unas pocas semanas después de eso, decidí afeitármelo del todo. Aunque esto tenía algo que ver con emular a mi hermano Bob, fue un gran paso para mí en ese momento. El pelo era algo grande en los 80 – mucho en Pennsylvania y New Jersey – y afeitarse la cabeza estaba primeramente asociado con los skinheads, los nadadores y los pacientes mentales. La madre de mi guitarrista había trabajado en un hospital mental, y estaba profundamente perturbada la primera vez que vio mi nuevo look. Incluso llevaba sandalias en esa época, lo cual yo pensaba que dejaba bastante claro que no me volvía un skinhead, pero no siempre era obvio para todo el mundo. Una vez en las calles de New York, una chica en coche se paro en una intersección para preguntarme:

‘¿Eres un skinhead?’

‘¿Qué quieres decir?’, repliqué. ‘Tengo la cabeza afeitada, si’

‘No, ¿odias a los negros y esas cosas?’

‘No’, conteste con una mirada de extrañeza.

Lástima. Podríamos haber hecho buenas migas’. 

Y se alejó. El punk me había robado mi virginidad, pero nunca imaginé que ser un perro racista también podría haberme dado la oportunidad de ligar.

Después de haber errado algún tiempo en intentar conseguir un batería fiable para mi banda, los Gutless Meanies, finalmente decidí que iba a tener que seguir en el liderazgo de baterías cantantes como Grant Hart. Compré una batería barata y empecé a atacarla alocadamente con un ritmo folk-thrash que era el único que podía manejar. Un R&R típico 4x4 estaba más alejado de mí. 2 brazos y una pierna no eran capaces de mantener 3 velocidades distintas. Era una de las grandes libertades del punk, que la gente sin la más mínima idea de música intentara crearla con entusiasmo, incluso con resultados más interesantes que los que pudiesen haber aportado los músicos tradicionales.
Mike Watt de Minutemen comenzó con una guitarra de 3 cuerdas, pensando que era un bajo con una cuerda perdida. Había tenido la idea de ir a algún show donde ni siquiera podía ver los instrumentos con claridad. Cuando estaba en una tienda musical apuntó a una extraña guitarra con 4 cuerdas gruesas y preguntó:

‘¿Qué es eso?’

‘Es un bajo’, respondió el vendedor mirándole con extrañeza. ‘Pensaba que es lo que tú tocabas’


Watt lo manejó como si lo hubiese sabido de siempre, avergonzado por su ignorancia. Minutemen estaban barajando ser ‘unos jodidos gangsters’ por entonces. Y Mike Watt se iba a convertir en uno de los mejores bajistas del rock americano.
Y Levy, de la banda punk de finales de los 80 Sham Rock Shakes, capturó la esencia de la creatividad punk en una entrevista para Iowa Underground en 2004.
‘Recuerdo cuando todo el rollo ‘speedcore’ pego fuerte en 1986 que yo le daría una oportunidad. Me llevó solo unas pocas escuchas a unos cuantos discos speed metal para darme cuenta de que no era para mí. Encontré eso, en la mayoría de los casos, cuando 2 géneros dispares de música se fusionan – en este caso el punk y el metal – terminan creando un híbrido que combina lo peor de ambos géneros. Por supuesto que hay excepciones, pero sirven para confirmar la regla. Alguien preguntó una vez a Beth Thyken de Pent-Up Aggression sobre sus influencias musicales. Ella respondió con una de mis citas favoritas de todos los tiempos. Dijo algo como ‘mis únicas influencias son mi falta de habilidad como música’ Eso se resumía para mí en Sham Rock Shakes, y hasta cierto punto, todavía esa es mi mayor influencia a día de hoy.
Conmigo a la batería, los Gutless Meanies finalmente obtuvieron el punto en donde estábamos preparados para un concierto en otoño del 85, y fuimos afortunados por abrir para los Dead Milkmen cuando tocaron en el Club del campus de Swarthmore. El Club era un pequeño edificio de piedra con suficiente espacio para estrujar dentro a un centenar de personas, y a las bandas de Philly les encantaba tocar allí ya que eran pagadas razonablemente. Mi batería tenía roto un plato colgado de un clavo que sobresalía de la parte superior de un trozo de madera. Dean Sabatino, batería de los Milkmen, lo miró con asombro y dijo que era el soporte para platos más interesante que había visto jamás. Pusimos el set de batería en el frente del escenario ya que yo era el vocalista principal y el espectáculo visual también, y terminamos nuestro repertorio rápido y destartalado antes de disfrutar de los Dead Milkmen. Aprendí la lección vergonzosa de no cantar en las canciones que no conoces de corazón, cuando Rodney Linderman me vio articulando en Right Wing Pigeon y empujó el micro a mi cara para unirme a él en los coros. Me olvidé de la mayor parte, salí con ‘he’s just a right wing pigeon from outer space’ – y no dije nada en ‘sent here to destroy the human race, he don’t give a damn about you or me, he just buys guns’ – y me volví a unir a Rodney – ‘and watches TV’
Jack Rabid me habló de un tipo que él conocía, básicamente un yuppie sin idea, que fue a su primer concierto punk para ver a Black Flag. Aunque se metió en el espíritu de la historia y cantaba con lo que él pensaba que eran las letras según la banda cantaba los coros de Rise Above. Henry Rollins vio al tipo cantar y le puso el micrófono en su cara. El tipo gritó con toda su alma:

‘Rock the boat! We’re gonna rock the boat!’

Rollins le fulminó con la mirada como si quisiese asesinarlo. Rodney no fue capaz de ser tan intimidante como Rollins – o para el caso, ser intimidante a secas – pero me lanzó una mirada. Entre canción y canción, Rodney seguía mirando la lampara de araña que colgaba a 5 pies del suelo, y finalmente dio un salto corriendo y empezó a balancearse hacía adelante y atrás. El público animaba salvajemente mientras que las chicas que había en el local se asustaron. Si Rodney no hubiese sido un tipo tan pequeño, la lampara de araña probablemente se hubiese derrumbado, pero no hubo ningún daño.
Cuando mi banda tocó con Dead Milkmen, habían regresado recientemente de una desastrosa gira veraniega por el país, la misma en la que su furgoneta se quedó atascada en el túnel de lavado en Oklahoma. Incluso aunque el punk underground había abierto una gran red por donde girar comparada con la escasez de garitos 5 años antes, todavía era una lucha desesperada para la mayoría de las bandas. Las promesas de shows y de cobrar eran abundantes, pero no era inusual ver el 50% de las ofertas caerse cuando la banda alcanzaba la ciudad. La gira empezó en realidad con nuestra promesa de un show en Atlantic City el 28 de junio donde abrieron para los Dicks y DOA. Estaban poderosamente impresionados con los Dicks, y sorprendidos por el poderío del batería de DOA de esa época, Dimwit. Dean Sabatino recuerda que Joey Shithead les deseo que les fuera bien en la gira ‘como los veteranos que despiden a los jóvenes que van a la guerra’
Roney tiene recuerdos cómicos del show de Atlantic City en lo concierne al alimento básico en la carretera, frijoles al microondas y burritos de queso.
‘Doug Bennet (guitarra de Homo Picnic) y yo entramos en el antro de la esquina a un 7-11 donde compramos nuestra ‘bolsa de basura congelada’. Tiré el mío al microondas y lo calenté.
Ahí es cuando el manager se apresuró y empezó a gritarme. Mira, en Philly pillas el burrito y luego lo pagas, pero en Jersey es de otra forma. El manager decidió dejar clara su postura metiendo la mano en el microondas y sacando mi burrito y así poder sacudirlo delante de mi cara. Mal movimiento. Me gusta cocinar mis burritos hasta que el queso burbujea, así que, a los pocos segundos de agarrar la golosina mexicana al rojo vivo, el gerente agonizaba. Nos seguía sermoneando sobre las virtudes del procedimiento correcto para comprar un burrito mientras apretaba los dientes y buscaba un lugar donde dejar el burrito. Doug y yo nos bloqueamos con cada movimiento suyo. Seguimos cortándole el paso a la encimera, todo mientras hacíamos apología de nuestra ignorancia cultural. Una vez que vimos lagrimas brotar de los ojos del tipo, nos sentimos mal por él y nos apartamos de su camino. Pobre tío. Su única oportunidad de ser una autoridad se vio frustrada’
Tuvieron algo de suerte con shows por todo el medio oeste, en Pittsburgh, Chicago, Madison, Minneapolis, Kentucky, Iowa y Oklahoma, donde las audiencias eran más receptivas a nuevas bandas, pero luego nada hasta California donde las cosas rápidamente no iban a ningún lado. Big Lizard in my Backyard estaba haciendo las cosas razonablemente bien, editando con Fever Records y distribuyendo con Enigma. Al llegar a L.A. y conducir por autopista hasta las oficinas de Enigma, se quedaron poco impresionados por la compañía y su personal – ‘tonto’, ‘torpes’ y ‘aburridos de verdad’ fueron algunos de los adjetivos que Sabatino utilizó en su diario de gira.
El único logro en asegurar 2 shows pagados durante sus 12 días en California trajo la principesca suma de 100$. Uno de ellos fue abriendo para Goverment Issue en el Oscar’s Cornhusker en Azusa, que habitualmente era un bar Heavy Metal. La popular banda local straight Edge Uniform Choice también estaban en el cartel, y los malcriados Milkmen tuvieron una gran oportunidad de enojarse con los fans de la banda. El tema straight Edge era un objetivo popular para burlarse y ese humor y cosa absurda estaban muy en el centro del punk y la seriedad, sinceridad y falta de humor entre muchos de los devotos straight Edge lo hacía difícil de aceptar.
‘Uno de los momentos más divertidos de esa tarde’, recuerda Sabatino, ‘fue después de que Rod descubrió que UC eran straight Edge. Justo antes de que saliésemos a escena él nos había puesto círculos a rotulador en nuestras manos. En un momento del show, él anuncio que habíamos estado jugando a las 3 en raya con UC y nos hizo mostrar nuestras manos. A alguna gente no le gustó la broma’
Mientras los Dead Milkmen estaban peleando en la búsqueda de cualquier concierto, para Goverment Issue el show era uno de la minigira que Mystic Records les había fletado fuera de DC, un sello al que John Stabb se refería amorosamente como ‘el Ktel del hardcore’. Mientras que el bajista John Leonard había vivido bajo la reputación gay que las payasadas de Purple Rain que John Stabb había engendrado.
‘John siempre estaba llegando al punto en el que ya estaba agotado incluso de tocar el bajo’, explica Stabb. ‘Sabíamos que las cosas se ponían mal cuando nos decía que no quería usar una púa. Nosotros le decíamos, ‘oh no, no vas a ser el Jaco Pastorius del punk rock’ Y descubrimos un poco después en la gira que estaba empezando a tomar ácido, y eso no era bueno. Llego el momento en que él parecía poco menos que un paciente mental en escena. En la mitad de los shows probablemente él iba de ácido. No le importaba como se vestía, se ponía pijamas en escena y era cómo, ‘hey, somos Goverment Issue, ¡hacer algo con vuestra forma de vestir!’
Tocamos ese gran concierto extraño en el Olympic Auditorium’, recuerda Stabb, ‘abriendo para DOA, Conflict UK y los Asexuals. Para cuando estaban tocando DOA era una pesadilla. Los gorilas estaban golpeando a los chavales, la banda estaba increpando a los gorilas, había sangre por todas partes. Fui al backstage, John había invitado a sus familiares al show. Nunca habían estado en un concierto punk, y por supuesto que no en un concierto punk grande, sangriento y violento. Le preguntaban ‘¿Por qué estáis tocando para esa gente? Son unos dementes, se matan entre ellos’ y todo lo que pudo decir es, ‘no lo sé’.
‘El resultado final fue cuando llegamos a casa que él se metió en un hospital psiquiátrico en Shady Grove, Maryland. Yo fui a visitarle allí, y él estaba allí con gente sacada de ‘alguien voló sobre el nido del cuco’. Le dije, mira, estás fatigado, necesitas descanso, necesitas algún tiempo alejado de la banda, pero aquí no es donde tú quieres estar. Probablemente no ayudó que Tom pensase que él necesitaba un mote punk y le acuño como John ‘Lenny’ Leonard. John odiaba cuando la gente le llamaba Lenny’
A mediados de la década, algunas de las audiencias originales de diferentes escenas estaban intentando reclamar el punk rock desde las estrechas definiciones del hardcore y las actitudes cada vez más machistas que iban con ello. En la mayoría de los sitios, la crew más vieja quedó fuera y lo dejaron a la siguiente generación para que continuaran como mejor les pareciera. Sin embargo, en DC los seguidores más antiguos decidieron redefinir su escena. Llamaron a la reclamación del movimiento Verano de la Reclamación, para designar la oleada de bandas como Soulside, Kingface y otras más que llegaron a la existencia en el verano de 1985. Nuevas bandas compuestas de viejos miembros de la escena, como Embrace y Rites of Spring, animaron y tocaron con jóvenes bandas y el movimiento conocido como ‘emo’ había nacido. El stage diving y Thrashing estaba fuera y en su lugar el público arrojaba flores al escenario en los conciertos, lloraban y las bandas desnudaban tortuosamente sus almas en las letras para alentarlo todo. No todos de la vieja escuela estaban de acuerdo con el programa, y Marginal Man descubrieron que su nombre era apropiado en lo que respecta a su posición.
‘Cuando Revolution Summer sucedió aquí’, recuerda Kenny Inouye, ‘eso era el deseo de ese grupo de gente de alejarse del viejo rollo de DC que eran esos shows salvajes, locos y bandas gritando ‘yaaahhhh’. No teníamos ninguna objeción a ser cualquier clase de banda que quisiésemos ser y no teníamos objeción al alejamiento de la multitud. Eso perpetuo la distinción, y cuando hicimos el segundo disco con Enigma, se perpetuo la distinción entre nosotros y ellos también. En ese caso, solo queríamos sacar un disco y queríamos un disco para hacer giras, y Dischord no expreso ningún interés en editar ese disco’
Entonces, de repente, como resultado de que intentásemos sacar un disco, la gente estaba diciendo ‘ohhh, no son parte de este rollo’ y nosotros pensamos: ¿No lo somos? Maldita sea. OK. Era raro, porque de repente nos vimos en esa extraña situación que no habíamos calculado. ‘Espera, espera, ¿Cómo ha sucedido esto? Era divertido, porque cada vez que estaba con Ian y Jeff todo iba bien, pero siempre fue la gente que andaba por su periferia las que estaban tan indignadas. Una cosa que aprendí del punk rock, y el punk rock me enseñó muchas, que por todos los esfuerzos de parte de los punk rockers de alejarse de la sociedad, el hombre es un animal social con sus propias estructuras sociales. Está demostrado, la anarquía permanece anárquica hasta que el polvo se asienta y todo el mundo dice, ‘OK, ¿Qué vamos a hacer ahora?’ Así que he aprendido que es la gente que son mandamases, normalmente estas bien con ellos, es la gente tratando de impresionar a los mandamases los que terminan siendo un dolor. Nunca me sentí particularmente excluido o alienado de la escena, pero de repente me vi en esa extraña posición que no tenía sentido para mí’.
John Stabb se vio a si mismo en una situación similar. Era un viejo amigo de Ian McKaye y Jeff Nelson y también había grabado con Dischord al principio. Años de giras y popularidad a escala nacional para grandes audiencias y ahora Goverment Issue eran denunciados como estrellas del rock por otros miembros del circulo Dischord. El ingenio y sarcasmo de Stabb hacía el nuevo movimiento no le ayudo, haciendo bromas en shows sobre ‘Degradation Winter’. Por todos los intentos de redefinir la sociedad, según apuntaba Kenny Imouye, el punk había creado su propio microcosmos de estructuras sociales que no eran tan diferentes del mainstream.
‘La cosa Revolution Summer, en cierto modo, nos definió como que ya no seriamos parte de su pandilla’, decía Stabb. ‘Todas esas bandas saliendo – éramos felices de tocar con ellas, pero nos miraban a nosotros, a Scream y a Marginal Man como alguna clase de dinosaurios. Pues sí, éramos una de las únicas bandas de DC de formar parte de algunos de los fiascos más grandes en raros shows, pero siempre preferimos los garitos más pequeños’
Mientras que entre 1983-86 de produjo alguna de la mejor música de DC en la década. Revolution Summer fue un empujón para repudiar la música hardcore y las actitudes que habían hecho de la violencia un problema, y GI y Marginal Man se vieron a si mismos en el ostracismo de forma creciente por permitir al público responder a la música de la forma que quisieran. Lo irónico sobre estas bandas de ser atacadas por ser demasiado salvajes es que estaban compuestas por los más pacíficos miembros de la escena original y habían estado a la vanguardia en términos de progresión musical. Ninguna de las personas más culpables en la escena de DC eran las más adecuadas para tomar la responsabilidad por su visión previa de mente estrecha del hardcore, y sus seguidores miraban a otros para culparlos.
A través de todo el país hubo un incremento de descentralización de las escenas punk. Los días de un núcleo de amigos en Hollywood, New York o DC estaban lejos. Los punks eran relativamente comunes en las grandes escenas, y pocos punks que venían de otras en la calle sentían un vínculo común inmediato y la necesidad de hablar con los demás. La revolución siempre había estado presente en esos lugares, la gente se quedó con el problema de como llevarla al ethos y a la actitud del punk sin estancarse en un estilo musical fijo. El Hardocre thrash había cumplido su propósito de inyectar una nueva energía, y mientras que no hubo nada malo con las nuevas bandas tocándolo, no tenía sentido para las bandas antiguas que permanecieran fijas en su estilo musical. Necesitaban evolucionar. Esto era más el caso incluso cuando los elementos revolucionarios y violentos se habían apoderado del tharsh y lo proclamaban como su música. La fragmentación de las escenas más antiguas fue por estos problemas, cada vez más de las mejores bandas eran ajenas a la ‘escena’, o de los suburbios o de ciudades aleatorias por todo el corazón de América. El hecho de que algunos de los mejores shows de bandas emergentes que estaban de gira eran en Idaho, Madison, Lawrence, Norman o Minneapolis reflejaba el hecho de que las partes olvidadas de América era donde mucho del más apasionado entusiasmo punk estaba sucediendo. Pocas personas en esos lugares estaban atrapadas en cualquier idea establecida de lo que el punk se ‘supone’ debía ser, simplemente eran felices de que hubiese punk. Como Bob Mould decía, hay una honestidad más grande en ese tipo de escenas ya que no están preocupadas de intentar conseguir la aprobación del conjunto.
La noción que Revolution Summer proponía, que ‘el hardcore estaba acabado’, dejó a un puñado de personas exigiendo el máximo esfuerzo a sus cabezas. La verdad es que el tharsh genérico estaba bien gastado, pero ¿era todo lo que había demasiado hardcore? ¿No era el punk el desafío de las convenciones y tocar lo que querías a pesar de lo que los demás estaban haciendo?
Los Hated – de Annapolis, Maryland, no confundirlos con los de California – eran una banda extremadamente intensa en sus primeros 2 años de existencia, marcando su inicio en 1985. Compartían la noción de que el punk necesitaba ser arrancado de los elementos revolucionarios en los que se había visto involucrado, pero no veían ninguna razón para comprometer su propuesta musical. Mientras que la mayoría de la música se estaba ralentizando, Hated tocaban a velocidades vertiginosas.
‘Parte de lo que lo alimentaba era el entusiasmo’, recuerda el guitarrista Dan Littleton. ‘Querías comprar un 7” en un show no porque conocías a quien estaba en una banda y cuál era su genealogía sino porque querías descubrirla – y querías apoyar a cualquiera que no fuese neo-nazi y que estuvieran haciendo algo por sí mismos… Si estabas en un grupo, ¡probablemente querías hacer un 7” o una cinta! Ibas a show punk porque había un concierto, alguien se estaba esforzando para iniciar algo. No ibas a los conciertos grandes. La utopía punk de D. Boon era una banda en cada calle, en cada garaje o sótano o cualquier otro lugar. Nos gustaba esa idea. Era anti-elitista’
Annapolis estaba lo suficientemente alejada de DC como para tener su propia escena separada, pero lo suficientemente cerca para que los punks pudiesen ir a ver los shows de DC.

Nuestra proximidad a la escena DC tuvo un gran impacto sobre nosotros’, dice Littleon. ‘Ver a los Bad Brains, Scream, Void, GI y luego bandas como Beefeater y Rites of Spring – obviamente eso nos dio una inspiración directa y un ejemplo. Y vimos a todas las bandas de SST cuando venían a la ciudad, los Minutemen fueron una gran influencia. Hüsker Dü nos volaron la cabeza. Los Meat Puppets también. Estábamos interesados en la velocidad y la complejidad de los Bad Brains, la sensibilidad melódica de los Húsker Dú y Funeral Oration. Las canciones que hacíamos eran super aceleradas hasta 1987, y ya era tarde. Supongo. La primera oleada de bandas hardcore siempre implosionó o se metió en el metal o estaban avanzando hacia otras direcciones’.
Los Spatics Rats fueron la primera banda real de hardcore en Annapolis. Fit Of Rage fueron la siguiente. Hated empezaron a tocar, y momentos después un buen número de bandas empezaron. Hundredth Monkey, que luego se convirtieron en Moss Icon, Images, Strictly Prohibited, Burning Flag, Another Side, Roadside Petz. Hicimos shows en sótanos o en lugares alquilados. Salones Baldwin o de bomberos, Iglesias o cualquier lugar que pudiéramos conseguir. Fundamos fanzines, hicimos flyers y cintas. Kenny Hill de Spatic Rats fundó Vermin Scum Records, editó recopilaciones, 7” de Hated y Rats. Era totalmente DIY, actividad autónoma – todo hecho por chavales. El Anapolis Records Exchange era el lugar donde podías encontrar todo ese material. Era el centro de nuestra comunidad en muchos sentidos. Twilight Zone vendía comics y discos de punk también. Era una escena pequeña pero la gente se apoyaba entre ellas, se cubrían las espaldas unos a otros’.
‘Unas pocas personas lo escuchaban, y eso estuvo bien para nosotros. La realidad y el resultado neto de no estar en una escena ‘grande’ estuvo llena de DIY, un abrazo total de oscuridad y creatividad por el bien de la creatividad y la supervivencia. Empezabas desde ese punto y no era malo. Manejábamos con la esterilidad y la invisibilidad como gasolina, como catalizador para la acción. No tratábamos de ser aceptados o populares, queríamos algo real, algo más válidos’
Los conciertos punk habían sido muy violentos, y había mucha postura cabeza hueca machista, y montones de mierdas estúpidas y skinheads racistas neo-nazi que nadaban jodiendo a la gente. Supongo que esto nos afectó a muchos que sentíamos que algo estaba siendo devaluado y eso importaba mucho, y que lo que estaba en juego y el potencial eran demasiado grandes. Sentimos eso desde nuestro punto de vista, así que solo podíamos imaginar lo que sentían los punks de DC – esa clase de deterioro que estaba sucediendo. Los punks en Annapolis sentían ese tipo de preocupaciones sin la historia, el movimiento o los garitos para su expresión que la escena de DC tuvo. Sentíamos que lo que había sucedido en DC y en Annapolis y en escenas pequeñas en todo el país fue importante y real’





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