GOING UNDERGROUND 27. Manteniendo el DIY vivo.

 

A primeros de 1989, en un frio día invernal de Philly, vi a Fugazi por primera vez. El hype alrededor de ellos en esa época era enorme. (Eyyy, ¡es la nueva banda de Ian!) Hubo un gran grupo de fans, jóvenes y viejos, que no estaban necesariamente interesados en los aspectos participativos del punk y querían héroes para mostrarles el camino de la nueva música. Además, había un mercado en crecimiento de amantes de la música indie que se veían atraídos por los márgenes de la escena punk, pero intimidados o desinteresados en el hardcore. Los Minutemen habían empezado a cumplir este papel antes de la muerte de D Boon, y mientras que Mike Watt y George Hurley se fueron a Firehose para hacerse más populares en la escena indie, los fans se posicionaron apasionadamente en el mensaje de Firehose como lo hicieron con Fugazi.

6 años después de la separación de Minor Threat, el culto a la personalidad de Ian MacKaye había crecido a altas proporciones. Afuera de la 3ª planta de un parking en Philly, el concierto benéfico ACT-UP en el que los vi fue el único lugar que se pudo arreglar donde se permitía hacer conciertos a 5 dólares para todas las edades. Durante los siguientes 5 años también les vi en una iglesia de DC y en el Masonic Hall en Oakland. Eran una de las raras bandas que incluso con un éxito al alza se proponían tocar en locales no convencionales. La gente del público gritaba ‘Ian, Ian’ antes de que la banda incluso saliese a tocar, y continuaban haciendolo cuando MacKaye se colgaba la guitarra. Subiendo el micro, él decía ‘Así que conocéis mi nombre, ¿y qué? ¿Dejareis de gritarlo ahora?’ Su irritación por el culto al héroe le hizo la vida difícil en los primeros años de Fugazi, e incluso se ponía brusco o irritado al presentar a la banda. Una de sus mejores introducciones fue en la Universidad de Columbia en un concierto benéfico por el SIDA a primeros de 1988.
Somos Fugazi, Ian MacKaye no puede estar esta noche. Se ha tenido que quedar en Washington y ser Straight Edge’
Tim Kerr, que llegó a tocar con Poison 13, Bad Moutha Goose y una buena cantidad de bandas después de que se separaran Big Boys, me contó una historia sobre Ian MacKaye tocando con Fugazi, cuando la banda paró cuando alguien se lanzó del escenario. Ese comportamiento estaba verboten en los shows de Fugazi, aunque Ian se lo tomaba con humor. Llamó a ese delincuente desde el micro con mirada de inquietud en su cara.
‘Señor, Señor, ¿esta ud. Bien? Parece haberse caído del escenario. ¿Está bien?’
La primera vez que conocí a Ian MacKaye fue en un show que él ayudó a montar en el Wilson Center de DC, donde la banda de Philly Scram estaba tocando. Me encontré con los hermanos de Scram en la calle en Mt Pleasant por accidente esa tarde, sorprendido por escuchar a alguien llamarme por mi nombre. Aunque me conocían vagamente de la escena de Philly, pensaba que fue el último show de los Stomping Yobbos lo que me había consolidado en sus mentes para siempre. Llevado por la necesidad de mejorar mi apariencia en cada concierto, cuando abrimos para Scram, llevaba medias de rejilla negra, cables conectados entre mi entrepierna y mis pezones, bragas amarillas, mangas de neopreno en mis brazos, purpurina en mi pecho desnudo y en mi cabeza y toda mi cara y mi cráneo pintados de múltiples colores.
Algo que parecía perdido entre las grietas hacía el final de la década era la noción de montar un concierto. La gente más serie trabajaba en la música, la mayoría pensaba que los shows distraían. Desde que ya no era particularmente audaz estar en una banda punk, pocos se molestaban en parecer extravagantes y simplemente tocaban su música como currantes. Mientras que las bandas lamentaban la creciente tendencia de las audiencias a quedarse ahí y parecer guays y descontentos, como si mostrar entusiasmo estuviese fuera de onda, muchas de las bandas no ayudaban por parecer ellas mismas demasiado ordinarias. Hacía tiempo de los días de Big Boys, Dicks, TSOL – bandas que apreciaban el valor de los antiguos seguidores, o como decía Jack Grisham, darte la impresión de que ‘te iba a patear el culo un tipo gay con un vestido’ Todavía creía que no solo tenías que sorprender a la gente, sino que había que seguir haciéndolo. Como Burroughs citando a Napoleón – ‘malvado y más malvado y más cruel en el camino del éxito’
Cuando Scram me reconocieron en la calle en Wahsington, fue como dijo Rich Kaufmann, un ascenso en el rango. Como punk, siempre estabas en igualdad de condiciones con tus iguales, pero como un músico en ciernes siempre andabas buscando a los veteranos para recibir su feedback y su ánimo. Quizás no era una actitud punk que te importase una mierda lo que cualquiera pensase, pero a menos que existieses para molestar a la gente, donde las reacciones eran fácil de medir, una pequeña confirmación de que estabas causando una buena impresión siempre era algo útil.
Cuando conocí a Ian Mackaye después del show de Scram, pensé que era irónico sus intentos de permanecer discreto y accesible – los bajos precios de ediciones Dischord y toda la forma en que funcionaba el sello, los shows a 5 dólares y para todas las edades, el rechazo a tratar con la prensa corporativa como Rolling Stone o Spin, el rechazo a la parafernalia y merchandasing de Fugazi y todos sus principios – era porque demasiada gente le ponía en un pedestal. Más que ser inspirado por él y actuar sobre su ejemplo, muchos de los fans de la banda le señalaban como abanderado y se sentaban a observar. Kenny Innouye de Marginal Man recordaba cosas sobre Dischord:
‘Para mí, es divertido en cierto sentido, y por otro lado puedo ver como se encuentran ellos mismos en ese tipo de posición. Aquí esta una compañía que inicialmente ni siquiera se suponía que fuese una compañía. Solo se supone que sería una etiqueta – ni siquiera una marca registrada – que se daba a los discos que sacasen de las bandas que había en la ciudad. De repente, todo explotó. Se vieron a sí mismos en una posición donde tenían que legalizarse, solucionar los IRS, todo ese tipo de cosas. Es realmente bizarro. A día de hoy todavía busco sentido a qué diablos pasó. Me sorprende que estén en el negocio casi por defecto. Por medio de una combinación de el momento, tener un buen producto y creer en lo que están haciendo, solo sucedió
Es una de esas cosas que casi no puedes evitar que ocurran, lo cual es una cosa que es muy envidiable y admirable que esté pasando. La otra cosa que he aprendido de esto es que no existe nada como no tener imagen o no tener marketing. Dentro de este género, encontraras que hay entidades que tienen su fuerte en no hacer las cosas que las compañías normales hacen, no hacen esto, no hacen lo otro y si hacen esto
‘La sabiduría empresarial convencional dice que es el equivalente de coger un cuchillo largo y abrirte el brazo con él. Aunque esto es en sí una afirmación, y una afirmación es marketing. No me malinterpretes, no estoy menospreciando nada. Es francamente admirable que puedas tomar algo que se supone que es contrario a lo que funciona y dices ‘sabes, porque todo el mundo dice que no va a funcionar voy a hacerlo y mostrar que funciona’ Ese enfoque contrario, es muy jodidamente punk. Es una inspiración para todo el mundo. No estoy reduciendo esto a Dischord, digo esto de todo el mundo que hace cualquier cosa que es una búsqueda independiente, ni siquiera necesariamente en la música, sino en cualquier cosa. Esto es algo absolutamente admirable’
Mi segunda banda, los Stomping Yobbos, habían sacado 2 cintas crudas, y yo estaba agradecido de que la primera fuera tan extraña como para que MRR tuviera problemas sobre que decir al respecto, concluyendo su artículo diciendo que tenía ‘sonido extraño’. Frank Black en el City Paper de Philadelphia fue breve pero amable con nuestra segunda cassette:
‘Finalmente tenemos una cinta de los Stomping Yobbos. Está es su segunda y última cinta, ya que la banda se ha separado. Es demasiado mala, ya que la banda suena más caótica (si no más) que en su primera cinta. Bandas como los Stomping Yobbos son el núcleo de la nueva música mundial, gente que monta bandas y le da una oportunidad a su propio material que está alejado de la corriente principal del R&R’
Aunque no le di importancia en esa época, las palabras de Black me hicieron finalmente darme cuenta de que el espíritu DIY que daba por sentado era algo de lo que estar orgulloso y que había que valorar. Aunque mi banda nunca consiguió nada en Philly, mucho menos fuera, me alegre en el show de Scram de ver a bandas de Philly salir de la ciudad, lo cual no parecía suceder muy a menudo. Gente como Shawna Kenney en el Safari Club estaba haciendo contactos para la escena de Philly llevando bandas como Scream, Electric Love Muffin y McRad. El Safari Club estaba entre la 5ª y K, y era la respuesta DIY joven a la más vieja escena de DC que daban la espalda en gran medida al hardcore.
El Safari Club era una discoteca etíope’, explica Kenney, ‘que convertí en un refugio matinal los sábados similar al rollo del CBGB’s. El primer show fue con Images, Parasite y los Plastic Toys… se pasaron un centenar de personas, aunque fue suficiente para que el club me dejase hacer mi rollo. El siguiente fue con Gorilla Biscuits, Swiz y Lucy Brown – el sitio estaba lleno con unas 400 personas y así es como pudieron seguir los shows. Todas esas bandas tocaban en una sala flanqueada por animales de peluche gigantes, enfrente de un fondo con rayas de cebra, bajo una bola de discoteca, en una sala llena de chavales excitados y los desconcertados propietarios africanos. Fue un fiasco el fin de semana en el que alguien robó el gorila. Yo tenía 18 años y me salí del instituto un año, hacía shows allí con mi amiga y compañera de piso Pam. La mayoría de la gente que venía todavía estaba en el instituto. Venían de Maryland, Philly, New York, Delaware, North Carolina - ¡religiosamente! Intente hacer un lugar donde las bandas locales que tenían dificultades en conseguir conciertos en el 9:30 Club o fuera de la escena de Dischord pudieran tocar, junto con las bandas más grandes del NYHC – que también eran excluidas del 9:30 Club y de Dischord, aunque muchas de ellas querían ser incluidas. Incluso pregunte a Ian si Fugazi tocaría con Gorilla Biscuits ya que a Civ le encantaban Fugazi y Ian respondió que él prefería no tocar’
Sin embargo, no había un rechazo total en la escena de Dischord a bandas que tocaban música rápida y furiosa. Rites of Spring habían sido una banda de hardcore intenso y nadie condenaba a Dag Nasty por tocar a toda velocidad. Peter Cortner, que sucedió a Dave Smalley como cantante de Dag nasty, se burlaba de algunos de los comentarios negativos que estaban sucediendo. Él estalló en un show del 9:30 Club en el que alguien había escrito que ‘Goverment Issue son los Bon Jovi del punk rock. Nos molestó eso porque pensábamos que nosotros éramos los Bon Jovi del punk rock’ (Con las pintas de niño bonito de Cortner y el nuevo personaje ‘dios de la guitarra’ con melenas de Brian Baker, la ventaja tenía que ir con Dag nasty en este caso)
El foco no estaba estrictamente en suavizar la música para desanimar la violencia tanto como recapturar la pasión absoluta y el compromiso de los primeros días menos las actitudes macho y la violencia. Mientras que las bandas straight edge NY no tuvieron suerte con sus héroes dentro de la vieja crew de Dischord, The Hated construyeron una buena conexión entre Annapolis y DC, y el guitarrista de Hated lo recuerda:
Tocábamos tan duro en nuestros ensayos que rompíamos nuestro equipo. Probablemente hay todavía agujeros en las paredes del sótano de Kenny hechas por nuestros guitarras al lanzarlas al aire. Después de un show, no me podía mover, tocábamos muy duro. ¡No podía trabajar los 2 días siguientes a un show! En uno de los primeros conciertos, en el New Loft de Baltimore, tocamos Hate Me un periodo de tiempo inaudible, pero la gente se volvió loca. Eso fue memorable, esa sensación de que podíamos hacer que la gente nos odiase solo con el ruido que estábamos haciendo. Eso fue bastante básico para mí. Al otro lado del espectro, una vez hicimos un show benéfico en Annapolis con Mose Icon, y yo y Erik salimos y tocamos Rubber Bullets, la canción sobre el apartheid, y todo el mundo cantaba a coro en el show. Nunca lo olvidare, fue ese tipo de impacto ya que después de eso yo no pensaba que hubiésemos tenido la seria posibilidad de que nadie nos estuviese escuchando fuera de nuestro círculo de amistades, sin hablar de que la gente se tomase nuestra música tan a pecho o participase de una manera tan poderosa. Eso me voló la cabeza. La primera vez que tocamos en DC lo hicimos en el Wiston Center, fue en uno de los primeros shows de Fugazi, y no habían tocado muchas bandas de Annapolis en DC antes. Creo que tocamos uno de nuestros mejores conciertos esa noche. Tocar en un cartel con esa banda fue una de las cosas más intensas que hemos experimentado como banda. Tocamos jodidamente duro. Erik rompió su guitarra en mitad del repertorio y Guy rápidamente le prestó su guitarra, y así es como conocimos a Guy y a Fugazi y ellos han sido una gran inspiración para nosotros, para todos en la banda, todo lo que han hecho, significó mucho para nosotros que les gustásemos y que nos salvasen el culo esa noche. Poca cosa para ellos, pero para nosotros algo grande…’
Mientras que hubo un cambio sísmico alejándose de los valores indie en un montón de lugares, los nuevos sellos siguieron apareciendo. Merge Records, tomó ventaja de la floreciente escena de Chapel Hill, North Carolina, fue una empresa en crecimiento y una rara historia de éxito local en un tiempo en el que muy pocos sellos indie se fundaban. Formado en 1989 por Mac McCaughan y Laura Ballance de Superchunk, tuvo un comienzo rápido con el éxito del clásico 7” de Superchunk, Slack Motherfuckers. Casi inmediatamente después de empezar el sello, Superchunk firmó un contrato por 3 discos con Matador, pero mantuvo el sello para otras bandas. Al final de su contrato se dieron cuenta de que, aunque tampoco podían distribuir, podían ganar bastante dinero y mantener más control editando sus discos en Merge.

Simple Machines, un sello basado en Arlington, Virginia, se desarrolló también en la época de Merge. Las cofundadoras Jenny Toomey y Krsitin Thomson trabajaron increíblemente duro para dar exposición a bandas que no la tendrían de otro modo. Editaron el disco de Scrawl Bloodsucker y Velvet Hamer después de que el trio de Ohio se había quemado por la bancarrota de Rough Trade, ayudando a la carrera de una de las mejores bandas femeninas de siempre asociadas a la escena punk. La bancarrota de Rough Trade fue un golpe devastador para un montón de gente del mundo indie e hizo darse cuenta a Scrawl de que la reputación underground, necesariamente no significa gran cosa. Su siguiente álbum, Bloodsucker, fue grabado por Steve Albini y el dibujo de la portada tenía esta nota interior acompañándolo:
‘El dibujo ‘Bloodsucker’ es la representación de un artista. Cualquier semejanza con los ejecutivos de la industria musical es una pura coincidencia’
Desafortunadamente, las cosas no mejoraron cuando lo editaron.
‘Bloodsucker fue extraño’, dice la bajista de Scrawl Sue Harshe. ‘Lo grabamos sin sello, pero John Henderson de Feel Good All Over de Chicago decía que lo editaría, algo que hizo. Le dimos nuestro propio dinero para ‘comercializarlo’ y en ese tiempo decidió tomarse 6 semanas de vacaciones en Nueva Zelanda. Así que acabamos haciendo una gira basada en un disco que no había salido y no era posible agarrar al tipo que tenía nuestro dinero y el vinilo. Al final todo salió bien, aunque estuvo muy bien que Simple Machines viniesen al rescate cuando lo hicieron. Fue un extraño periodo para Scrawl ya que ese fue el último disco con Carolyn, y nos desilusionamos; no porque no fuésemos estrellas del rock super famosas, sino porque incluso los’ buenos tipos’ estaban mostrando su avaricia e ineptitud – Rough Trade que estaba pasando por una muerte lenta y dolorosa, y Feel Good All Over, que era buen amigo nuestro, no estaban haciendo lo que habían prometido. Cuando Simple Machines vinieron, te hacía sentirte bien que te dijeran ‘esto es lo que haremos por ti’ y después, increíblemente, ¡lo hacían! Rough Trade no nos envió a Europa, Elektra tampoco lo hizo, pero Simples Machine sí. Esto dice algo sobre lo muy organizados que estaban y lo mucho que le importaban sus bandas’
Con el apoyo de Simples Machines y la grabación de otro álbum bajo el ojo vigilante de Albini, Velvet Hammer, Scrawl se enderezaron y empezaron a disfrutar el underground de nuevo. Aunque ellas habían escuchado historias sobre Albini y no estaban seguras de lo que las esperaba, llegaron a apreciar las maneras de nada de tonterías con las que él trabajaba. Ningún ego era demasiado precioso para él. Por añadidura, cuando Marcy Mays tuvo un ataque de nervios durante la grabación de Velvet Hammer y el resto de la banda quedo frágil como resultado de ello. Albini simplemente les dijo ‘sabéis, no tenéis que hacer esto ahora’ Nadie les había sugerido antes que estaba bien solo parar, y regresar más tarde.
‘Él era solo un ser humano decente’, recuerda Harshe‘, y nosotros necesitábamos alguien muy decente en ese momento’
También hicieron una gran amistad con Superchunk en esa época. En 1992 les robaron su equipo en New York, y pasaron 2 infructuosos días repartiendo flyers y posters intentando regresar – Julia Cafritz de Pussy Galore les llamaba ‘dulces pero ingenuos’ cuando veía sus flyers – y su siguiente show fue en Chapel Hill.
Nuestro agente de contratación sugirió que llamásemos a Laura Ballance de Superchunk para ver si ella me prestaría su bajo’, recuerda Harshe. ‘Fuimos a su apartamento y ella nos lo entrego. Yo me sentí conmovido. Acabamos tocando y de gira con ellos un montón y ellos se alojaron con Andy y conmigo bastantes veces. Hubo un periodo de unos 6 u 8 meses donde ellos se quedaban en nuestra casa cada 6 o 7 meses. Lavaban más ropa en nuestra lavadora de lo que nosotros lo hacíamos’


Lookout! Records empezó en la East Bay en primavera de 1987, un nombre utilizado por Larry Livermore para editar un 7” para su banda, los Lookouts, en el que estaba el batería Tré Cool de Green Day antes de que empezase esa banda. Mientras que Livermore estaba en Inglaterra en verano, Operation Ivy empezaron a labrarse un nombre tocando en el 924 Gilman y en fiestas caseras por la East Bay. Cuando regresó y les vio tocar en el Gilman, le dijo a Tim ‘Lint’ Amstrong que si quería que le sacásemos un disco, incluso cuando ni siquiera tenían sello. David Hayes, que se convirtió en su socio en el lanzamiento de Lookout, sugirió que él debía escuchar una grabación de ellos antes y le facilitó una demo. Livermore pensó que quizás habló demasiado precipitadamente cuando escuchó la cinta, ya que todavía era muy bruto, pero cada vez que los veía en directo, se convencía que había tomado la decisión correcta.
El 7” de Operation Ivy, Hectic, salió en enero, y en la primavera del 88 Lookout sacó otros 3 Ep’s incluyendo ediciones de Crimpshine, Isocracy y Corrupted Morals. Aunque incluso Operation Ivy tenían cada vez más seguidores en la East Bay, seguían siendo relativamente desconocidos en el resto de la nación. El éxito asombroso de Lookout como sello no tuvo lugar hasta después de que Operation Ivy grabaron su LP Energy en 1989.
‘Yo esperaba que vendiesen miles de copias’ decía Larry Livermore sobre Energy en una entrevista en operationivy.com. ‘El primer año estaba agotado, en realidad vendió 2000 copias, lo cual era en esa época un gran éxito para nosotros. No empezó a hacerse popular hasta un par de años después, cuando salió la versión en CD. Un día en 1994 o 95, tuve noticia de que mientras vendió 2000 copias el primer año, estaba vendiendo un promedio de 2000 copias a la semana – 5 o 6 años después de que la banda se había separado’
Aunque una cantidad de sellos indie de cosecha propia se mantuvieron libres de preocupaciones financieras a causa del comparativamente gran éxito de una de sus bandas – Dead Kennedys con Alternative Tentacles, Minor Threat y Fugazi en Dischord, los Butthole Surfers en Touch and Go – Lookout hizo a Livermore millonario por la fortaleza de ediciones de Mr. T Experience, Rancid y Green Day, cada uno con diferentes grados de extraordinario éxito.
Según crecían las escenas punk e indie en los 80, súper sellos indies como Enigma/Retless y Homestead fichaba a la mayoría del talento, ya que tenía sentido para la mayoría de las bandas tener mejor distribución. Aunque la afiliación con estos sellos raramente funcionaba bien, y significaba la muerte de muchas bandas geniales. El éxito de esos sellos – además de los sellos punk más grandes como SST – dejó impresión en los sellos grandes. Los contratos empezaron a agitarse y muchas bandas se apresuraron a firmarlos, solo para ser tirados a la basura después de que el álbum no vendiese suficiente bajo impresión de las majors.
Aunque la falta de promoción de los sellos indie frustraba a muchas bandas underground, y en algunos casos les llevaba a una grande esperando mejor trato, sellos como Dischord, Mege, SST, Lookout y Touch and Go casi siempre eran mejores para las bandas – no solo por el control artístico e independencia, sino que tenían más sentido económicamente. Había menos gastos generales y más de cada disco que iba directamente a las bandas. Bandas que fundaron sus propios sellos entendieron esa ventaja, pero otras no.
Muchos músicos en la escena indie habían abrazado el punk underground por que el mainstream no las quería. Cuando el mainstream las llamó, las bandas asumían que el punk había sido reivindicado y que ahora podían lleva su mensaje a una audiencia más amplia. Esas que no tenían éxito con las grandes, normalmente se separaban con un sabor amargo en sus bocas, o si querían continuar, descubrían que los sellos indie no estaban allí para que pudieran regresar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario