CAPITULO 11. 1979: La segunda ola toca techo.
Las consecuencias del punk fueron totalmente efectivas. La enérgica creatividad desatada se diversifico en miríadas de direcciones. Fue un periodo caótico y fascinante de creatividad, ya que la gente seguía sus propias agendas usando la ética DIY del punk y el feroz individualismo animado por el movimiento. Para 1979 había una gran masa de mini escenas, incluyendo la ‘muerte al rock tradicional’ de los post-rockeros; el muy brillante movimiento de 2-Tone encabezado por los Specials; el revival mod inspirado por los Jam (quienes desde 1979 a 1982 alcanzaron éxitos masivos en las listas) presentando a los Chords, Secret Affais, Purple Hearts; y una escena psychobilly de rockabilly de los 50 con esfuerzos redoblados presentando a los Meteors o a los Cramps.
Había también varios precursores del gótico, una escena que no tenía nombre entonces, pero que vestían de negro y escuchaban a los Banshees, los emergentes Killing Joke y alumnos post punk de John Peel como Gang of Four o Echo and the Bunnymen. Se empezó a recibir con los brazos abiertos a las nuevas bandas, emergiendo en el Batcave de Londres y en el Phonographic y el Warehouse de Leeds, donde la mayoría de las bandas clave góticas por venir solían pasar el tiempo.
Hubo escenas muy idiosincráticas en Liverpool y Manchester, y otras más pequeñas como la de pop electrónico de Sheffield, construida alrededor de Cabaret Voltaire y Human League. En paralelo estaba la segunda oleada de bandas punk, llevando el punk desde las escuelas de arte a las calles; los skinheads estaban resurgiendo después de Sham 69; y otras bandas novedosas de Street punk.
Parecía como si cada culto juvenil que siempre había existido estuviera al acecho y algunas veces se iniciaba entre pandillas y escenas rivales. Esta fue una época de caos evolutivo e interminables argumentos entre la metralla de la escena punk.
En medio de todo esto estuvo el clásico álbum de los Clash London Calling, un disco desechado en aquel entonces a pesar de alcanzar el top 10, pero que se ha convertido en un clásico de todos los tiempos, más adorable según pasan los años. London Calling parecía capturar los hilos sueltos de la época. Vestidos con trajes y sombreros, los Clash eran una banda en la cima de su potencial, gangsters a rayas empujando el ritmo de la revolución. Había rockabilly, soul, reggae, jazz, punk rock, poesía golfa e historias de la vida callejera respaldadas por una asombrosa variedad de sonidos. El punk rock era solo el principio; los Clash querían enfervorizar a todo el mundo con todas las músicas rebeldes que ellos podían controlar.
Mientras tanto la tragedia golpeo cuando Sid Vicious murió de sobredosis de heroína en febrero en New York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario